Con el paso del tiempo, las ciudades han construido miles de edificios modernos y cientos de estructuras minimalistas, dándole paso al futuro. Sin embargo, se ha dejado atrás lo verde y la naturaleza cada vez es menos parte de la vida urbana. Ahora surge una iniciativa para gestionar la biodiversidad y la naturaleza citadina a través de la infraestructura verde.
Para recuperar la naturaleza y ayudar al medio ambiente, la infraestructura verde es la solución. Hablar de esta iniciativa sugiere introducir en los edificios y las estructuras de las ciudades cualquier aplicación verde. A través de este proceso pueden surgir soluciones ecológicas y de bienestar humano.
Los expertos consideran que no es suficiente con las tareas regulares, tampoco con llenar las ciudades de parques y jardines rodeados de cemento. La naturaleza no es simple jardinería estética o decorativa. Fran Bergua, presidente de AEPJP, y Lorena Escuer, directora de Hidrobiology, hay que ir un poco más allá para hacerlo de una manera diferente y pensar en ciudades llenas de infraestructura verde.
Barcelona, ejemplo de infraestructura verde
El año pasado cuando comenzaba la pandemia del SARS-CoV-2, los habitantes de Barcelona se dieron cuenta que mientras menos tiempo pasaron en la ciudad, la naturaleza explotó, y aunque no se realizara mantenimiento en los jardines, la lluvia y el clima se encargaron de hacer crecer las plantas, por lo que hubo más insectos y más comida para las aves.
Barcelona es de las pocas ciudades españolas que mantiene un servicio de parques y jardines de gestión directa, lo que conserva mejor la naturaleza. A diferencia de otras en las que las autoridades locales externalizan esta labor junto con otros contratos que realizan labores comunes, como limpieza y mantenimiento.
En una ciudad como Barcelona, Escuer insiste que hay que reemplazar lo que existe con infraestructura verde. Hay que introducir la naturaleza en la ciudad, pero los jardineros, empleados y los ciudadanos en general necesitan más orientación y más información.
Escuer ha trabajado en Barcelona con un programa piloto llamado Alcorques Vivos, en los que plantan flores silvestres en la base de los árboles en las calles en lugar de taparlos con pavimento o rejilla. Dice que a veces los ciudadanos suponen que un espacio urbano sin naturaleza es lo ideal, porque se ve «más limpio» . Sin embargo, limpio no significa saludable, sino que en ese lugar el ecosistema está muerto. No hay vida.
Introducción de un «plan verde» en Barcelona
Barcelona está en el proceso de crear 783.300 metros cuadrados de espacios verdes abiertos, incluida un área alrededor de la emblemática Basílica de la Sagrada Familia y 49.000 metros cuadrados de calles “verdes”.
La ciudad también fomenta la vida de aves e insectos con más de 200 torres para pájaros y murciélagos, 40 colmenas y alrededor de 80 plantaciones diseñadas específicamente como “hoteles” de insectos. El ayuntamiento también ha publicado un atlas de biodiversidad la flora y fauna de la ciudad.
La nueva iniciativa en Barcelona tratará de que España, que va por detrás de muchos países en cuanto a la naturaleza en sus ciudades, rectifique y se acerque más a los otros, a la vida con plantas y animales.
Un jardín en una azotea de Barcelona
El arquitecto Sergio Carratalá y su estudio MataAlta han creado Els Terrats d’en Xifre, un jardín en la azotea plantado con plantas perennes nativas y con lugares de anidación y alimentación para las aves en un bloque inusualmente grande del siglo XIX situado cerca del puerto viejo.
La reconstrucción es una forma de deconstruir el entorno construido. Plantaron 10.000 perennes en el techo que son amigables con los polinizadores y resistentes a la sequía, para proporcionar flores durante todo el año. El agua de lluvia se recoge en tanques y el jardín se riega con bombas impulsadas por paneles solares en el techo. Cuando el esquema esté completo, proporcionará una vibrante porción de naturaleza para los más de 200 residentes del edificio.
Valencia activa su proyecto verde
El Ayuntamiento de Valencia está elaborando un Plan Verde y de la Biodiversidad. Se han adjudicado un total de 139.500 euros. El proyecto significará un antes y un después. «Sentará las bases de la infraestructura verde de la ciudad del futuro», según el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo.
En el plan se propone la creación y recreación de hábitats naturales y saludables, con jardines en las azoteas o alcorques vacíos replantados, el fomento de la agricultura ecológica y los huertos urbanos, además de la conexión natural entre los barrios y el área metropolitana.
El plan tendrá un fuerte proceso de participación ciudadana para que los vecinos de la ciudad, así como los expertos en infraestructura verde y biodiversidad urbana que lo deseen puedan participar con sus ideas y propuestas.
Valencia carecía de un plan de estas características, un hecho que los expertos califican de «anomalía». Para 1994 se hizo un plan verde, pero nunca llegó a aplicarse, lo cual es una pena. Se han perdido casi 30 años de políticas verdes en la ciudad. En 2015 el Gobierno trató de alinear a Valencia con las políticas europeas de sostenibilidad y ver la ciudad como un espacio para la salud y el medio ambiente.
Nuevo parque en A Coruña
El nuevo parque de Arteixo en A Coruña será un pulmón verde de 13.000 metros cuadrados. Tendrá varias zonas de juegos infantiles, equipamientos deportivos, áreas biosaludables, una cúpula central de madera y pasarelas elevadas de madera en la zona cercana a la ribera del río.
Será el parque más grande del núcleo y supondrá un costo cercano al millón de euros. El alcalde afirma que es un proyecto de área verde con funcionalidad para distintos grupos de población y con unas dimensiones que permitirán al núcleo de Arteixo asegurar que tiene infraestructuras verdes de cara a crecimientos futuros.
Beneficios de la infraestructura verde
La infraestructura verde aporta beneficios ecológicos. También oportunidades económicas y sociales. Existen, asimismo, beneficios en el área pública o privada que se pueden considerar. En términos ambientales se dota a los edificios y viviendas de plantas, flores y cultivos para reducir los niveles de contaminación.
A nivel público la infraestructura verde purifica el medio ambiente, mejora la calidad del aire por el oxígeno que produce. También tiene un gran efecto ambiental, reduce el efecto invernadero al capturar contaminantes, filtrando gases nocivos y procesando metales pesados. Es importante destacar que retiene hasta del 40% al 60% del agua de lluvia y su sistema utiliza solo la cantidad necesaria haciendo buen uso del agua. Se aprovechan los recursos naturales y se retrasa su llegada a drenajes pluviales.
Entre otros de los beneficios, se encuentra la reducción de la temperatura en horas sol, regula el clima de la ciudad y disminuye la necesidad de aparatos de aire acondicionado. Se adapta a cualquier espacio y aumenta el retorno de inversión de una fachada al dotarla de belleza. Por último, agrega valor a las propiedades debido a que se puede cobrar rentas más altas y existe mayor retorno de inversión.
Lea también: