Ulrichstein, una apacible ciudad alemana, afronta un grave problema: la falta de agua. Localizada en el centro del país y a una altitud de 614 metros sobre el nivel del mar, ve cómo excavadoras interrumpen la vida de sus habitantes en busca de fuentes de agua. Sin embargo, geólogos afirman que es inútil, dado que no hay.
El alcalde Edwin Schneider está preocupado por la situación, que amerita actuar urgentemente, entre otras razones, por el cuidado básico que se requiere ante la pandemia de la COVID-19.
“Nunca pensé que nos pasaría algo así”, manifestó a la agencia de noticias DW. No obstante, sí había oído hablar de falta de agua en lugares montañosos y de regiones problemáticas de Baja Sajonia y Alemania oriental.
Después de 100 años, los pozos se secaron
Ulrichstein es un municipio pequeño que acoge a 2.900 habitantes. Se encuentra en el distrito de Volgelsberg, que se halla en el estado federado de Hesse. Desde hace semanas, máquinas de construcción y excavación de una empresa, que ha encontrado fuentes de agua en otras partes del mundo, están operando en busca de depósitos subterráneos de agua. Pese a que los geólogos afirman que no hay, la empresa dice lo contrario, y en el medio, no obstante, están la población, la salud y la economía.
“El problema en Ulrichstein es que los 6 pozos que han abastecido a los casi 3.000 habitantes durante unos 100 años se están secando cada vez más. Solo suministran cuatro metros cúbicos por hora. Sin embargo, se requiere al menos el doble de esa cantidad. Ahí no hay represas como de las que se extrae el 30% del agua potable de Alemania. No hay otra opción que recurrir —como en el 70% de todos los municipios alemanes— al agua subterránea”, agregó el medio.
A su vez, se suman otros factores: el cambio climático, las pocas lluvias en invierno y, contrariamente, el aumento del consumo de agua por parte de los agricultores y la industria. Estos tres aspectos también están contribuyendo a que descienda el nivel de las aguas subterráneas en el país.
Buscan opciones y todas son caras
Anteriormente se hizo una perforación de 120 metros de profundidad pero no resultó. Costó 150.000 euros y la ciudad agregó los costos al precio del agua que debió asumir la población.
Así, el ayuntamiento se decidió por reconstruir y modernizar 2 de las 8 plantas de tratamiento de aguas residuales. El costo asciende a 2.000.000 de euros.
“Un canal de 4,5 kilómetros de largo hasta la ciudad vecina podría suministrar agua adicional. Esto significaría otros 650.000 euros para la construcción del canal. Todavía hay dudas, pero el tiempo apremia”, indicó.
Una compañía de transporte que provee con un camión cisterna alrededor de 60.000 litros de agua 6 veces al día. Llena un tanque de la ciudad. También se le pide a la población que ahorre agua, pero esto no afecta solo a las familias, sino también a los productores y comerciantes.
Ahora el reto, además de todo, son las piscinas que una buena parte de las personas han construido en sus casas. De acuerdo con la Asociación Federal de Piscinas y Wellness, la demanda en el país aumentó casi 3.000% durante la crisis del coronavirus COVID-19. Ahora la gente pasa más tiempo en la vivienda y, por tanto, consume más agua y demás servicios.
No obstante, se advierte que la población alemana tiene que prepararse para restringir el consumo. El biólogo Karsten Rinke, miembro del Centro Helmholtz de Investigación Ambiental, considera que la población se tiene que preparar para una mayor escasez de agua.
La Oficina Federal de Protección Civil, que se basa en análisis de riesgos climáticos, no ve problemas en el suministro de agua potable en toda la nación, pero sí en algunas regiones.
El agua, tan importante como el oxígeno
Cuando se dice que el agua es el “vital líquido” no se habla por hablar. El agua es oro, es oxígeno.
La Organización de las Naciones Unidas, sin embargo, afirma que casi 3.000 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a esta y, por tanto, no tienen tampoco cómo lavarse las manos en esta época de pandemia. Recuérdese que el lavado de manos es una de las medidas de seguridad que se recomiendan para frenar el contagio del nuevo coronavirus.
El agua, fundamental para la higiene personal y la limpieza en general, para hidratarnos, para el lavado adecuado de los alimentos, para la naturaleza y demás fines, escasea.
Así, 1 de cada 3 personas no tienen agua potable y se calcula que para 2050, hasta 5.700 millones podrían estar viviendo en zonas donde falte durante al menos un mes al año.
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