Eslovaquia también tiene iniciativas para disminuir los daños al medioambiente. Hace pocos días se convirtió en el primer país en construir una carretera usando asfalto que contenía aditivos provenientes del reciclaje de las colillas de cigarrillos y de desechos de cigarrillos electrónicos.
En Bratislava, la capital de este país centroeuropeo, hicieron una pequeña carretera de asfalto de unos 100 metros para unir un parque con una piscina al aire libre. Usaron esta novedosa tecnología en 2022. Reciclaron colillas de cigarrillos, extrajeron un aditivo y luego lo mezclaron con el asfalto que recubrió la vía.
Un proyecto con futuro
Este proyecto que parece modesto abre la puerta a un plan de reciclaje y circularidad mayor, que incluya la recolección de los desechos de las colillas de tabaco de las calles de todas las ciudades eslovacas y los reutilice como mezcla para el asfalto.
Limpiar las calles de las colillas de cigarrillos, presentes en todas parte y que contaminan con muchos tóxicos y afean el paisaje, es una excelente iniciativa. Las colillas estarán presentes mientras haya fumadores que las lancen al suelo, después de la última calada. Se quedan allí aplastadas y se acumulan con rapidez, porque es un desecho común y abundante.
Los filtros contienen muchos tóxicos
Más de la mitad de las colillas de cigarrillos acaban en el suelo y siempre llegan al mar. En Eslovaquia sienten orgullo de ser los primeros en desarrollar una tecnología que limpia las calles de colillas. Las convierten en un aditivo útil para hacer la mezcla del asfalto de las carreteras. Es una economía circular que puede replicarse en otras ciudades y países.
Además, al limpiar el medios ambiente de desechos del tabaco, disminuyen los riesgos de contaminación con los tóxicos que vienen en las colillas, que son muchos. Los filtros de los cigarrillos contienen sustancias tóxicas y cancerígenas que contaminan el suelo y si llueve, el agua puede llevar estas toxinas a otros ecosistemas afectando la vegetación y el hábitat de los animales.
El proceso de reciclaje se hizo convirtiendo los filtros de las colillas en fibras de acetilcelulosa, que se agrega al asfalto de las carreteras. No es fácil determinar qué cantidad de colillas se necesita para hacer una carretera. Eso depende del grosor del asfaltado y del tamaño de la vía. Lo importante es reciclar estos desechos y convertirlos en algo útil.
“Cuando hicimos la primera carretera del mundo en Ziar nad Hronom usando colillas, se utilizaron más de 150 kilogramos de nuestro granulado en 200 metros cuadrados”, explicó Hugo Repán, gerente de EcoButt, la empresa de reciclaje. Se usaron más de 10 millones de filtros de cigarrillos y cartuchos de tabaco.
Reciclan en todo el país
EcoButt no solo recoge residuos de cigarrillos de tabaco en Bratislava, sino en todo el territorio eslovaco. Actualmente, la cantidad mensual de desechos recogidos asciende a unas 1,2 toneladas. En el mundo,apenas un tercio de los cigarrillos que se fuman terminan en un contenedor. El resto se lanza al suelo. “Son cifras que yo mismo nunca habría creído. Es asombroso”, asentó Repán.
Alrededor del 80% de los 1.300 millones de consumidores de tabaco viven en países con ingresos medianos o bajos. En 2020, el 22,3% de la población mundial fumaba cigarrillos de tabaco. «36,7% eran hombres y 7,8%, mujeres», según la Organización Mundial de la Salud.
A la empresa EcoButt le preocupa que se consuma mucho combustible diésel en la recogida de estos desechos y piensan en un plan para una línea de reciclaje en el que se consuma menos combustible fósil. “Estamos analizando este aspecto y buscando soluciones efectivas para reducir el número de camionetas y aumentar su capacidad.
Contenedores exclusivos para el tabaco
A partir del 1 de enero de este año, los habitantes de Bratislava tendrán a su disposición un nuevo contenedor exclusivo para las colillas de cigarrillos en los lugares públicos, además de los tradicionales recipientes para los desechos plástico y metálicos, cartones de bebidas, vidrio, papel, residuos biológicos de cocina y residuos municipales mixtos. No todos los desechos de los fumadores son iguales ni van en el mismo recipiente.
“Los contenedores para recoger colillas de cigarrillos incluyen tanto las colillas de cigarrillos comunes como las de dispositivos para calentar tabaco para vapear. Sin embargo, las recargas de líquido para cigarrillos electrónicos se guardan en contenedores negros para residuos municipales mixtos. Los envases desechables y recargables del vaper deben colocarse como residuos electrónicos”, explicó Miroslav Jurkovic, director ejecutivo de SPAK-EKO, otra empresa de reciclaje.
La experiencia chilena reciclando cigarrillos
Una empresa chilena llamada Imeko recoge las colillas de los cigarrillos desde los contenedores instalados en distintos puntos de la ciudad y después de un proceso químico, elabora pellets de acetato de celulosa. Con esos pellets, otras empresas fabrican posavasos y, próximamente, harán monturas para gafas. “Lo ideal sería que no existiéramos. Significaría que la gente dejó de fumar, pero como eso no está pasando, la idea es que lo haga de forma responsable”, dice Jennifer Araya, gerente comercial de Imeko.
Los fundadores de Imeko, Valery Rodríguez y Germán Brito, siendo estudiantes de química industrial en la Universidad Católica de Valparaíso, descubrieron que el filtro de los cigarrillos era de acetato de celulosa, un plástico no biodegradable que puede ser reciclado. Jennifer Araya, ingeniera comercial, se les unió para hallar soluciones que disminuya “la tragedia de los cigarrillos en el suelo”.
Cifras asombrosas
Se calcula que 5,6 trillones de colillas son arrojados anualmente al medioambiente. En Chile, un 36% de la población fuma un promedio de siete cigarros diarios. “El problema es tremendo. Hay colillas de cigarrillos por todas partes. Basta mirar el suelo», insisten. La contaminación que producen no es menor, contienen 7.000 compuestos tóxicos.
Estos investigadores chilenos se propusieron limpiar la mayor cantidad de colillas y recuperar el plástico que está dentro. Iniciaron su trabajo de reciclaje en 2018 como una Startup con equipamiento para consolidar el modelo de negocios. “La gente cree que nosotros hacemos plástico. No, el plástico está en las colillas. Lo que hacemos es reciclarlo a través de un proceso que le extrae compuestos tóxicos y la fibra limpia mediante un proceso mecánico-químico se transforma en unos pellets llamado Celion. “Es el primer pellet hecho a base de colillas de cigarrillos”, aseguran.
Se reciclan y hacen posavasos
La empresa entrega los pellets a manufactureras que producen posavasos de plástico. “Las personas huelen los posavasos creyendo que van a hallar olor a cigarrillo. Se equivocan, nosotros limpiamos totalmente el material. Hemos validado que no tiene ningún compuesto tóxico”, explicó Araya.
Imeko comenzó recolectando las colillas de varios contenedores colocados cerca de bares y restaurantes de Valparaiso. Actualmente tienen un modelo de negocios con servicios de suscripción a través de los cuales, les entrega contenedores y hace retiros mensuales o trimestrales a los clientes en Valparaíso y Santiago. También trabajan asociados con muchos gestores de residuos a lo largo del país.
Se dejan de emitir 2,7 kilos C02
El impacto generado es grande. Por cada kilo de colilla reciclada, se recuperan 750 gramos de plástico y se dejan de emitir 2,7 kilos de dióxido de carbono. Cada tonelada de los pellets Celion producidos logran remover 1,5 millones de colillas del medioambiente. Hasta la fecha, en total, han logrado recuperar 4.808.189 colillas.
En las Bodegas San Francisco (BSF), una de las empresas clienta de Imeko, en sus centros lograron recolectar en 3 meses un total de 5,5 kilos de colillas a través de 31 contenedores instalados en sus dependencias.
Luz Arraño, arquitecta de BSF, comentó que “siempre buscamos iniciativas que nos permitieran avanzar hacia una logística más verde. En este caso, en los Centros de Bodegas San Francisco, en las áreas exteriores en que está permitido fumar, decidimos reciclar las colillas de cigarrillos. «Encontramos Imeko logra a través de la ciencia transformar este residuo en un material útil y disminuir la contaminación de las aguas y los suelos”, dijo Arraño.