La periodista venezolana Gabriela Ponte, redactora de la sección Internacional de ABC, publica en este diario español que en su país escasean alrededor de 24 productos de la dieta diaria. Entre ellos alimentos como leche, pollo, carne, avena, harina y pasta. Y 34 productos de higiene personal como jabón, papel higiénico, desodorante y pañales. Cifras millonarias de hiperinflación golpean la economía de las familias.
“Han sido doce largos meses de proeza para los venezolanos que, ahogados por la hiperinflación, siguen batallando para que el hambre y la miseria no acaben con sus vidas. El fracaso de la revolución bolivariana lo demuestran los precios de los productos. Estos suben a razón de un 3% o 4% por día”, señala.
Recoge testimonios, entre ellos el de una comerciante de nombre Nelly Barrios. Asegura que debió bajar las persianas de su local en Caracas porque tenía meses sin vender los bañadores que ella misma confeccionaba. “Por la crisis teníamos que remarcar los precios a diario y cuando las personas lograban reunir el dinero ya costaba un 15% más”, aseguró la mujer.
Inflación por encima de 2 millones por ciento
Como el local de Barrios, han cerrado también restaurantes por la escasez de alimentos. De hecho, el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) calcula que un 40% de los locales de la capital han cerrado de manera parcial o definitiva.
La periodista asegura que los embates de lo que califica como “nefasta gestión económica de Nicolás Maduro no tienen signos de mejora”. Agrega que el Parlamento, de mayoría opositora, pronostica que el país cerrará el año con una inflación de 2 millones por ciento.
Ponte revela que el precio promedio para la elaboración de una hallaca, plato navideño de los venezolanos, varía entre 2 mil 800 y 3 mil 500 bolívares. Esto representa 67 del salario mínimo de un trabajador.
“Esto contando el último aumento ordenado por Maduro hace menos de un mes. Dicho incremento sitúa el salario en nueve dólares mensuales, menos de un tercio del valor que tenía en agosto”, indica.
Inflación, pobreza y éxodo
Según la reportera, la cifras millonarias de hiperinflación han sido las más dañinas de la historia venezolana. El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice) creó el “inflaciómetro de Caracas”. Es una herramienta digital que mide la variación de precios quincenalmente.
En ella se puede comprobar el incremento del precio de los productos en más de diez categorías. El más dramático fue el del cartón de 30 huevos. El 15 de diciembre se situó en mil 500 bolívares. Una semana después estaba en mil 800.
Lo mismo sucedió con la leche. En tan solo siete días el precio del litro aumentó 90 por ciento. Hay productos que tienen precio fijo en dólares y se paga a lo que se cotice en el mercado negro. Un ejemplo es la harina de maíz, fundamental para la elaboración de la arepa, esencial en la mesa venezolana. Su valor es de un dólar, si se consigue.
La periodista Ponte cita a José Guerra, diputado opositor y economista. Este señala que “no hay salario, no hay pensión, jubilación o ahorro que puedan soportar este ritmo de incremento” de las cifras millonarias de inflación.
Concluye que Venezuela terminará 2018 inmersa en la peor crisis económica de todos los tiempos. Las secuelas se traducen en éxodo que ya supera los 3.3 millones de venezolanos. Y alcanzará los 5,2 millones para 2019, según la ONU y Acnur.
Hiperinflación sin precedentes en el mundo
En el también diario La Nación de España, el periodista y conferencista argentino Andrés Oppenheimer cita a Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. Estima que en 2019 la inflación en Venezuela alcance los diez millones porcentuales.
Añadió que en 2018 la economía del país se redujo en 18 por ciento. Para una contracción total de 50 por ciento en los últimos cuatro años. Y proyecta que caerá otro 5 por ciento en 2019.
A su vez, el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina, Jorge Familiar, le comentó: “Creo que no tenemos un precedente de un país que haya tenido estos niveles de inflación por un período de tiempo tan largo”.
Para Oppenheimer, si se materializan estas proyecciones con las repetidas cifras millonarias de inflación, el hambre y la violencia aumentarán aún más en Venezuela. Y millones más intentarán huir del país.
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