En las últimas semanas, las altas temperaturas han golpeado fuertemente a los países del sur de Europa. Los largos períodos de sequía tampoco ayudan, hasta la fecha se han registrado cifras históricas de incendios forestales especialmente en Italia, Grecia, Turquía y España. Las consecuencias son catastróficas, cientos de personas ya han sido evacuadas de sus municipios y otras decenas han muerto, así como grandes franjas de tierra han sido devastadas.
Datos de la Unión Europea revelan que la temporada de incendios de este verano está siendo significativamente más destructiva que en años anteriores. Los expertos se lo atribuyen al cambio climático, pues hace que los fuegos forestales duren más y sean más intensos. Lo más probable es que el calentamiento global nos lleve a ver más eventos de este tipo.
Por su parte, Greenpeace explica que el aumento de los incendios en Europa «es la punta del iceberg» de la situación de los bosques y del cambio climático. El calor extremo hace que los árboles y el pasto sean más vulnerables a las llamas, que terminan arrasando todo lo que esté a su paso.
Italia es uno de los países más afectados por las llamas
Este verano Italia se enfrentó a un número de incendios forestales tres veces superior al habitual. Miles de hectáreas de bosques y matorrales han quedado incinerados por las llamas. Además de las muertes humanas, hay grandes pérdidas de animales y árboles carbonizados. Los agricultores están preocupados porque el país sufre pérdidas por millones de euros en daños al medio ambiente, la economía, el trabajo y el turismo debido a los incendios en Europa.
Coldiretti, la federación de agricultores italianos, ha dicho que lo que sucede en Italia es una verdadera «emergencia nacional para la seguridad de la población y para la economía». Los daños llegan en medio de una pandemia, en la que todos los esfuerzos se están centrando en la lucha contra la COVID-19 y en la recuperación económica con la temporada turística en pleno apogeo.
El pasado fin de semana se quemaron más de 20.000 hectáreas de bosque, olivares y cultivos en Cerdeña. En solo 24 horas, los bomberos han atendido más de 800 intervenciones registradas en Sicilia, Apulia, Calabria, Lacio y Campania. Pero sus unidades también están presentes en las ciudades sicilianas de Catania, Palermo y Siracusa.
Catástrofe ecológica en Grecia
Comenzaba agosto y las llamas ya habían arrasado más cientos de miles de hectáreas en Grecia. Aproximadamente 30 casas, graneros y establos quedaron consumidos por las llamas en los pueblos de Ziria, Kamares, Achaias y Labiri. Muchas casas y empresas también quedaron totalmente destruidas por el fuego en Eubea, situada 200 km al norte de Atenas, en una parte del Peloponeso y en la periferia de la capital.
Los bomberos también declararon emergencia en Patras, al oeste del país. El turístico municipio costero de Loggos también fue evacuado y su centenar de residentes y visitantes fueron enviados a la cercana ciudad de Aigio. Hasta el momento, cinco municipios han sido desalojados y ocho personas tuvieron que ingresar en el hospital con quemaduras y problemas respiratorios en la región.
El alcalde del cercano municipio de Aigialeias, Dimitris Kalogeropoulos, describe el hecho como «una inmensa catástrofe». Mientras que el primer ministro griego, Kriakos Mitsotakis mantiene en alerta a la población sobre la posibilidad latente de que ocurran más fuegos. “Está claro que tendremos días difíciles por delante” hasta que concluya la temporada principal en la que ocurren estas igniciones.
En total, las estadísticas de la UE registran 13.500 hectáreas quemadas en Grecia en lo que va de año. Una cifra superior a la media de 7.500 hectáreas entre 2008 y 2020.
Turquía también se quema
Turquía también está viviendo los peores incendios en toda una década. Ya van casi 160.000 hectáreas quemadas este año, cuando la media entre 2008 y 2020 en esta época era de 13.516 hectáreas, según los registros del Servicio Europeo de Información de Incendios Forestales.
En la ciudad de Bodrum evacuaron en barco a 540 residentes de un barrio porque el fuerte viento estaba avivando las llamas desde el cercano distrito de Milas. La ciudad de Antalya también tuvo varias evacuaciones. En el país hay un total de ocho víctimas de los incendios.
Tom Smith, profesor asociado de la London School of Economics, ha dicho que «el cambio climático ciertamente está desempeñando un papel en todos los incendios forestales del planeta ahora». Al secar el aire y absorber la humedad de la vegetación, el aumento de las temperaturas crea las condiciones ideales para que los incendios se inicien y se propaguen rápidamente.
Portugal y España en la misma situación
En España, hubo importantes incendios cerca del pantano de San Juan, a 70 kilómetros al este de Madrid. Los bomberos pudieron estabilizar el fuego, pero las autoridades instaron a la población a alejarse del lugar. También destaca el incendio de hace semanas entre los municipios abulenses de Navalacruz y Cepeda de la Mora, en Ávila, pues fue el más extenso en las casi cuatro décadas de la historia autonómica de Castilla y León.
La misma situación en la localidad de Batres de la Comunidad de Madrid. También en Asturias, Galicia, Cantabria y Andalucía. Los grandes incendios forestales en España apenas suponen el 0,18% del total, pero en ellos arde el 40% de la superficie total afectada.
En el caso de Portugal, destaca por la cantidad de incendios y de hectáreas afectadas con respecto a su superficie, con un 65%, la mayor de los países del sur de Europa.
La Unión Europea se moviliza ante el cambio climático
Copernicus, el servicio de vigilancia de la atmósfera de la Unión Europea, dijo a principios de agosto cuando la situación ya era grave que la región mediterránea se estaba convirtiendo en un «foco de incendios forestales». Asimismo, advirtió que los incendios de esa magnitud emiten grandes cantidades de humo contaminante a la atmósfera.
Por primera vez desde hace al menos cuatro años, son más los fuegos ocurridos en el continente europeo que en los Estados Unidos. Mientras tanto, la Comisión Europea trata de asistir a las regiones más afectadas del Mediterráneo y los Balcanes Occidentales, a través del Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea (UE). «Trabajamos sin descanso para enviar ayuda mientras arrasan los incendios en Europa», dijo el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarčič.
Pero las acciones humanas también están detrás de la gran mayoría de los incendios en Europa. Si bien el cambio climático juega un papel indiscutible en la proliferación y la escala de los incendios forestales, también lo han hecho los cambios en la forma en que vive la gente y en la forma en que se usa la tierra.
Por su parte, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas publicó un informe sobre cómo el calentamiento global cambiará nuestro planeta en las próximas décadas. El estudio demuestra que las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de un calentamiento del planeta en un 1,1 grados centígrados desde el periodo 1850-1900 hasta la actualidad.
Entre las recomendaciones de los especialistas en incendios se encuentra reducir el combustible del que se alimentan los incendios a través de una gestión eficaz de la tierra, así como mejorar la capacidad de respuesta rápida y aumentar la conciencia pública.