Los habitantes de A Coruña y parte de Oleiros y Ferrol iniciaron el año con la presencia masiva de carabelas portuguesas en sus costas. Las autoridades ambientales han cerrado varias playas y arenales, ante la llegada de esa temida especie marina, cuyas picaduras son dolorosas y pueden ser graves.
El Ayuntamiento de Ferrol comunicó el cierre de seis playas del municipio por la presencia de este tipo de falsas medusas venenosas. Entre ellas, las calas de Ponzos y Santa Comba, en la parroquia de Covas. Así como en los arenales de Sartaña, Marmadeiro, San Xurxo y Penencia.
Voluntarios de Protección Civil retiran las carabelas portuguesas, también llamadas agua mala, aguaviva, botella azul, localizadas en la arena. Una tarea que se debe acometer con cuidado dada la capacidad de estos carnívoros para alcanzar la piel, incluso atraviesan determinados tipos de guantes de protección.
El veneno de estos peces, cuya fisonomía asemeja la de una carabela, tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas en los seres humanos. Produce un dolor muy intenso e incluso se han registrado casos de muerte. Está formada por una vela gelatinosa de entre 15 y 30 cm, que le permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, las mareas y las corrientes marinas. Mientras que del cuerpo central cuelgan numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas.
Estas carabelas portuguesas habitan en los océanos, de allí que es poco frecuente verlas en la costa gallega. Pero esta vez han llegado en forma de plaga, arrastradas por los temporales y otros fenómenos.
Carabelas portuguesas, sus características y presencia masiva
El cambio climático, las borrascas y el descenso de las tortugas marinas, en peligro de extinción, que se alimentan de medusas, podrían ser las causas de esta plaga, dijo Alfredo López.
El biólogo de la Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Marinos (CEMMA) sostuvo que la Physalia physalis o falsa medusa, por su parecido a ese invertebrado marino. “Normalmente las medusas que llegan son ‘veleiriños’ (velella velella) y, en el medio, alguna otra especie como la carabela portuguesa. Pero este año se ve que hubo alteraciones», indicó.
En ese sentido, atribuyó la alteración al cambio climático. Aunque advierte que no se sabe con certeza lo que está ocurriendo, “posiblemente” se deba a que “las aguas están más calientes a latitudes más altas que en años anteriores”.
Sí está claro en que la creciente presencia en las playas de este animal y de las medusas tiene como origen el descenso del número de tortugas marinas. Estas se alimentan de estas especies y se encuentran “al borde de la extinción” debido a la acción humana.
Varios Ayuntamientos de la provincia de A Coruña, entre ellos, Ferrol, Oleiros, A Laracha han prohibido el acceso a sus playas en alerta a esta situación. Sin embargo, refiere López, que es “imposible” erradicarlas, ya que su llegada es un proceso natural. «Podemos cerrar una playa y recogerlas, si no hay muchas, pero son medidas paliativas”, dijo.
Datos que maneja este Centro precisan que las carabelas portuguesas han llegado a las playas de A Coruña con mayor incidencia en Estaca de Bares, en Mañón. Y en el Cabo San Adrián, en Malpica de Bergantiños.
Diferentes provincias del mediterráneo han tenido que tratar con esta especie marina en muchas ocasiones. La última fue en verano, cuando municipios como Denia, Benidorm o Marbella tuvieron que cerrar sus playas o prohibir el baño por la presencia de las carabelas portuguesas.
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