Los científicos se han convertido en los líderes en la guerra contra el «enemigo invisible». Especialistas de todo el mundo están abocados a conseguir un medicamento contra el COVID-19. Trabajando en ese objetivo, un grupo de Alemania identificó la enzima principal del coronavirus y también el compuesto que la inhibe
El estudio está bastante avanzado. Lo han probado en células pulmonares de ratones y humanos. Las pruebas demuestran que la sustancia inhibidora no es tóxica y se puede administrar por inhalación directamente a los pulmones.
El paso siguiente es desarrollar un fármaco a partir de los resultados. Sin embargo, han advertido que es posible que no detenga la pandemia que se ha desatado por el mundo entero. Sería un fármaco para el tratamiento de los infectados, no una vacuna ni un biológico que extermine el virus.
El basamento del hallazgo
La investigación fue presentada en la revista Science y se basó en la proteasa principal del coronavirus SARS-CoV-2, una ezima que el virus necesita para reproducirse.
“Si conseguimos inhibir esta proteasa podremos detener la replicación viral”, declaró Rolf Hilgenfeld, director de la investigación, en un comunicado de la Universidad de Lübeck.
Hilgenfeld ha estudiado los coronavirus desde 1998 y ha desarrollados inhibidores de proteasas de varios coronavirus .
Desde el 11 de enero su equipo de científicos trabaja en la investigación y una vez encontrado el genoma que buscaban lo introdujeron en un cultivo de laboratorio para producir grandes cantidades de la enzima.
Partiendo de la estructura desarrollada, modificaron un compuesto contra otro coronavirus para que se adaptara de manera óptima a la enzima del SARS-CoV-2.
Los investigadores se proponen asociarse con una empresa farmacéutica para desarrollar un medicamento que se aplicaría como un tratamiento inicial en los pacientes.
La cloroquina un medicamento contra el COVID-19
En la carrera por conseguir un compuesto que contrarreste las patologías generadas por el COVID-19, han reaparecidos varios medicamentos que han tenido otros usos y que han mostrado cierta efectividad. Uno es la cloroquina, un antimalárico que podría usarse como la primera barrera contra el coronavirus.
Varios estudios han arrojado que se puede utilizar como forma preventiva en los pacientes más leves o en los que presentan síntomas sospechosos.
China fue el primer país en probarlo. Funcionó con éxito en la ciudad de Wuhan, epicentro de la pandemia. Ahora Alemania anunció la adquisición de grandes cantidades del fármaco. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, también se refirió al medicamento y es posible que su gobierno lo adquiera.
Aunque la cloroquina se ha vuelto famosa y está en el visor de todos los gobiernos, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, reconoció en en rueda de prensa que desconocía el tratamiento.
«España está haciendo los esfuerzos que indican los profesionales sanitarios para tener los fármacos imprescindibles, no conozco el detalle de la cloroquina», dijo.
Otros medicamentos
Además de la cloroquina hay otras medicinasque pudieran ser efectivos contra el coronavirus. Varios expertos han recomendado el antiviral remdesivir, que se utilizó frente al ébola.
Su efecto contra el COVID-19 se investiga a gran velocidad en ocho hospitales de España. También profundizan en los efectos que podrían tener fármacos como la hidroxicloroquina, basada en un medicamento que se usa desde hace cuatro décadas contra la malaria.
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