Ante la cumbre del clima COP26, en Glasgow, salen a la luz posiciones diametralmente contrarias. Científicos del mundo piden radicalizar las medidas para bajar las emisiones. Mientras, un grupo de países realiza cabildeo ante la ONU para que minimice la urgencia de dejar de usar rápidamente los combustibles fósiles. Los criterios encontrados afloran en el foro político de más alto nivel para hacer frente a la crisis climática.
Los principales científicos y presidentes de las academias nacionales de ciencia de más de 20 países, han instado a los líderes mundiales a establecer políticas para reducir drásticamente las emisiones. Y así, limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius. Este emplazamiento, se hizo a través de una carta y en ella participó Sir Patrick Vallance. Una de las voces científicas más respetadas del Reino Unido.
Los gobiernos deben intensificar rápidamente sus políticas para desplegar energía baja en carbono y otras tecnologías, dice el texto. Y abordar las emisiones de los principales sectores de la economía con alto contenido de carbono. Así como para presentar tecnologías innovadoras.
“El primer mensaje clave es que 1,5 °C es alcanzable, y es absolutamente lo que deberíamos aspirar. Es necesario actuar ahora … Se necesita una hoja de ruta clara «, señaló Vallance, asesor científico del Reino Unido.
Entretanto, algunos países están tratando de cambiar un informe científico fundamental sobre cómo abordar el cambio climático. BBC News tuvo acceso a la filtración de documentos que revelan que Arabia Saudita, Japón, Australia, Argentina y Brasil se encuentran entre aquellos que piden a la ONU minimice la necesidad de dejar con prontitud las energías fósiles.
Científicos del mundo piden bajar emisiones
Los líderes mundiales se preparan al gran encuentro en Escocia para la mayor conferencia climática desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015. A sabiendas de la importancia de la cita, científicos de EE UU, Unión Europea, la India, África, Corea del Sur y Suramérica demandan que la COP26 acelere las medidas para bajar las emisiones de CO2.
Basándose en los hallazgos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, publicados en agosto, enfatizan en la necesidad apremiante de actuar. «Con cada aumento fraccionario del calentamiento, los efectos extremos empeorarán y todos los países serán vulnerables». Se refirieron a las sequías, olas de calor, afectación alimentaria, y grandes precipitaciones e inundaciones.
También solicitaron acciones para ayudar a las personas más afectadas por la crisis climática a hacer frente a sus impactos. “Requerirá una acción rápida, urgente y sostenida. Y transformaciones de comportamiento, socioeconómicas y tecnológicas significativas”, escribieron.
Vallance dijo que “esta debe ser la década de I + D. Tenemos que asegurarnos de que la I + D y la innovación se apliquen y se amplíen. Requerirá una intensa colaboración internacional en todos los sectores”.
Los 38 signatarios son todos científicos principales, presidentes de sus academias científicas nacionales o titulares de algunos de los puestos de asesoramiento científico más importantes de sus países.
La científica en jefe de Australia, Cathy Foley, firmó la comunicación. Mientras que el gobierno de Scott Morrison fue cuestionado por impulsar planes netos cero inadecuados. Otros firmantes incluyeron a Paulo Artaxo, profesor de física en la Universidad de São Paulo, donde el gobierno de Jair Bolsonaro ha sido durante mucho tiempo hostil a la acción climática.
Obstáculos en el camino a la descarbonización
Las gestiones de cabildeo de Arabia Saudita, Japón, Australia, Argentina y Brasil plantean interrogantes para la cumbre climática COP26.
La filtración de documentos muestra que los países difieren de las recomendaciones de la ONU. Pocos días antes de que se les pida que asuman compromisos significativos para frenar el cambio climático.
Mientras el grupo de 38 científicos del mundo da un paso adelante para insistir en bajar las emisiones, estos países ofrecen una cara contraria al compromiso global. A contracorriente, las naciones antes citadas argumentan que el mundo no necesita reducir el uso de combustibles fósiles tan rápido como recomienda el borrador actual del informe.
Un asesor del Ministerio de Petróleo de Arabia Saudita exige que «frases como ‘la necesidad de acciones de mitigación urgentes y aceleradas a todas las escalas…’ deberían eliminarse del informe», cita BBC News.
Asimismo, un alto funcionario del gobierno de Australia rechaza la conclusión de que es necesario cerrar las centrales eléctricas de carbón. A pesar de que poner fin al uso de carbón es uno de los objetivos declarados de la conferencia COP26.
Por otra parte, un científico senior del Instituto Central de Investigación de Minería y Combustibles de India, con fuertes vínculos con el gobierno, advierte que es probable que el carbón siga siendo el pilar de la producción de energía durante décadas. Debido a lo que describen como los «tremendos desafíos» del suministro de electricidad asequible.
Brasil y Argentina argumentan firmemente en contra de la evidencia en el borrador del informe de que es necesario reducir el consumo de carne para bajar las emisiones. Ambos países piden que eliminen o cambien algunos pasajes del texto que describen la carne de res como un alimento «con alto contenido de carbono».