En su recorrido por las superficies de Marte, el rover Curiosity de la NASA ha enviado imágenes que aproximan a los científicos a una mayor comprensión del planeta. A comienzos de mes, el vehículo subió al Monte Sharp en el centro del cráter Gale y ha proporcionado información valiosa sobre la evidencia de gigantescas inundaciones. Allanando la posibilidad de que alguna vez hubiera vida en el astro rojo.
El estudio advierte, según hallazgos sedimentológicos in situ, de inundaciones gigantes que atravesaron hace 4.000 millones de años el cráter Gale, en el ecuador de Marte. Estas inundaciones probablemente fueron causadas por un gran impacto que pudo tener una profunda influencia en el clima marciano.
El trabajo científico analizó los datos del rover Curiosity, que lleva ocho años tomando muestras en Marte. Participaron investigadores de las Universidades de Jackson, Cornell, Hawaii y el Jet Propulsion Laboratory de la NASA.
Las primeras investigaciones basadas en los aportes de los antiguos rovers Spirit y Opportunity y las observaciones en curso del rover Curiosity en el cráter Gale han identificado pruebas geológicas de sedimentación procesos eólicos, fluviales, deltaicos y lacustre. Aún no se había reportado depósitos de inundación.
Gigantescas inundaciones en Marte
En este nuevo estudio publicado en Scientific Reports presenta evidencia sedimentológica de deposición por inundaciones repentinas gigantes dentro del Gale. Probablemente causada por el impacto de un meteorito. Su calor fundió el hielo almacenado en la superficie marciana y creó una sucesión de olas gigantes que arrasaron la zona.
“Hemos conseguido identificar por primera vez megainundaciones en Marte utilizando los detallados datos sedimentológicos captados por el rover Curiosity. Los depósitos dejados por esas inundaciones no habían sido identificados previamente con los datos del orbitador”, dijo el astrobiólogo Alberto G. Fairén, coautor del análisis.
Señaló que estas estructuras geológicas dejadas por esas olas resultan familiares para los investigadores, ya que se parecen a las que se pueden encontrar en la Tierra.
Estudios de sedimentación
El estudio muestra cambios sistemáticos en la litología, un grano más fino en las capas superiores y una secuencia específica de estructuras sedimentarias. Así, se determinó que la tasa de deposición fue mucho más rápida que lo que asumía el modelo previo. Además, aprecia claramente la presencia de antidunas, que son un montículo arenoso formado sobre el lecho, de forma simétricamente curvado. «Se forman cuando el lecho de un lago no consolidado es profundamente alterado por una corriente de agua que se mueve a gran velocidad. Esta presencia demuestra que el lago del cráter Gale no pudo formarse por una acumulación paulatina de agua. Más bien fue el resultado de una inundación rápida y de enorme magnitud en Marte», agregó Fairén.
Los cálculos realizados por el equipo indican que se produjeron flujos torrenciales de agua con velocidades superiores a los 10 m/s, que alcanzó unos 25 metros de profundidad. Pero, además, la geometría de las antiduna sugiere que la vía principal de entrada de agua líquida a Gale fue a través del sur del cráter.
Cambios en el clima marciano
El mecanismo más probable que generó inundaciones de gran magnitud en Marte cuya temperatura promedio actual es de -60 ° C fue el calor repentino producido por un gran impacto. El evento vaporizó depósitos de agua congelados e inyectó grandes cantidades de CO2 y CH4 (metano) de sus fases sólidas a la atmósfera. Interrumpió temporalmente un clima frío y seco y generó un período cálido y húmedo. Se produjeron lluvias contundentes en todo el planeta, algunas de las cuales entraron en el cráter Gale y causaron las gigantescas inundaciones.
El clima cálido y húmedo persistió incluso después de que terminó la inundación, pero el estudio no puede determinar su duración. Comprender el alcance del agua y estas inundaciones en Marte son fundamentales para evaluar el potencial del planeta para albergar vida.
Lee también: