Un grupo de científicos europeos publicó una declaración en la que expresan su preocupación sobre el uso de nueva ingeniería genética en las plantas sin haber evaluado los posibles riesgos para la salud y los daños al medio ambiente. Todos son investigadores en biología molecular, evaluación de tecnologías, ciencias medioambientales y medicina, entre otras ciencias.
Se oponen a una propuesta legislativa de la Comisión de la UE que permitiría la liberación en el medio ambiente de plantas obtenidas mediante nueva ingeniería genética sin estudios o evaluaciones de riesgos. Advierten que la legislación propuesta no establece las diferencias fundamentales entre la nueva ingeniería genética y el cultivo convencional, ni los daños asociados. También alertan que los ecosistemas se pueden sobrecargar con organismos que no evolucionaron de manera natural.
Denuncian los peligros de la nueva ingeniería genética
En la declaración se lee: “La propuesta de la Comisión no puede garantizar la seguridad sanitaria o medioambiental si las plantas modificadas genéticamente o NGT o sus productos derivados se liberan en el medio ambiente o se comercializan en la UE. La propuesta en su forma actual debe ser rechazada o ampliamente revisada”.
Solicitan “una investigación sistemática e independiente sobre los riesgos potenciales que supone la liberación intencional o la comercialización de OMG, organismos modificados genéticamente». A los científicos les preocupa es el uso de una técnica de edición genética de “cortar y pegar” llamada CRISPR/Cas9. Permite eliminar y reemplazar secciones de ADN en las células de cualquier organismo. Puede utilizarse para imitar mutaciones que se producen de forma natural o que puede introducirse mediante la mejora convencional.
Sin embargo, las herramientas como las CRISPR/Cas tienen el potencial y la capacidad de alterar las secuencias genéticas (genotipo). Asimismo, afecta la función de los genes y las características de las plantas (fenotipo) de una forma que es poco probable que ocurra en la mejora convencional,
Los métodos de ingeniería genética anteriores a las NTG implicaban la transferencia de genes a través de los límites de plantas individuales o especies para conseguir nuevos rasgos (plantas transgénicas). Actualmente, las NTG permiten cambiar las características de una especie hasta un punto que sería imposible utilizando una mejora convencional, incluso sin la inserción de genes adicionales, añaden.
Desde su experiencia, no es correcto suponer científicamente que cualquier riesgo para los seres humanos o el medio ambiente de las plantas NGT, es menor en comparación con las plantas transgénicas. En ambos casos, ya sea plantas transgénicas o NGT, es preciso evaluar muy bien los riesgos para la salud antes de seguir adelante con esta iniciativa.
Otra carta, 70 firmas más
Todos los firmantes de la carta son científicos europeos que conocen la industria de la biotecnología y no trabajan para ningún organismo administrativo oficial. Es decir, su opinión es independiente y no responde a interés económicos o políticos. Aseguran que no tienen intereses económicos relacionados con el desarrollo y la comercialización de organismos modificados genéticamente. Sus advertencias provienen de investigaciones sobre los riesgos de esta nueva ingeniería genética desde la perspectiva de la salud y el medio ambiente.
Además de la declaración anterior, otras 70 personas vinculadas al mundo de la ciencia, firmaron otra carta dirigida a la Comisión de la UE en la que demandan que se rechace la propuesta de la Comisión Europea. Critican a la directiva comunitaria desde una perspectiva socioeconómica.
Los grupos de Ecologistas en Acción señalaron que es que importante que se escuche el otro lado del debate científico sobre los nuevos OMG. «Las nuevas técnicas genéticas son herramientas muy poderosas y no podemos dejar que el lucro y los beneficios cortoplacistas nos cieguen ante los peligros potenciales”, afirmaron.
Los 70 investigadores afirman que la Comisión Europea lanzó una propuesta preocupante para la desregulación de nuevos organismos genéticamente modificados (OGM) o Nuevas Técnicas Genómicas (NGT). Como académicos de una amplia gama de disciplinas, incluidas la agroecología, la biología molecular, la biología evolutiva, la agronomía, los estudios de innovación, etc., les alarma la calidad de esta propuesta legislativa.
Impactos ambientales e interés financiero
Se preguntan si se han medido los impactos sociales, económicos y ambientales que tendría la medida. Además, expresan serias dudas sobre la forma en que se utilizan los objetivos climáticos y de sostenibilidad para justificar esta desregulación. “La desregulación a gran escala de los OGM representa un cambio irreversible en nuestros sistemas ecológico y alimentario. Estamos convencidos de que debe abordarse con la máxima cautela. “El intento de acelerar la aprobación de la propuesta antes de las elecciones europeas, sin un análisis exhaustivo del impacto sanitario, medioambiental y socioeconómico ni un debate público significativo, es francamente preocupante», apuntan.
También denuncian que el desarrollo de la propuesta de la Comisión está sesgado y difícilmente puede calificarse de democrático. Los grupos de interés del sector agrícola, las organizaciones no gubernamentales ecologistas y otros grupos de presión europeos fueron ignorados de forma sistemática en la redacción de la propuesta, a pesar de que defienden intereses generales como la alimentación sana, una agricultura habitable y un entorno de vida saludable. En cambio, indican en la carta, las partes interesadas sí que fueron debidamente escuchadas por la Comisión Europea. Pueden presumirse que hay un interés financiero directo en esta desregulación.
La carrera por patentar semillas
Las patentes son determinantes en la propuesta de desregulación de los nuevos OGM. La capacidad de patentar semillas puede ser incluso más importante que la propia introducción de nuevas características genéticas. De hecho, las semillas cultivadas convencionalmente no pueden patentarse tan fácilmente.
Para los firmantes, los organismos genéticamente modificados pueden ser “el caballo de Troya y abrir la puerta a la posibilidad de patentar todas las semillas en el futuro, no solo las manipuladas genéticamente”. Un informe reciente de organizaciones medioambientales europeas muestra que una búsqueda del término “planta CRISPR-Cas” en bases de datos internacionales de solicitudes de patentes arrojó no menos de 20.000 resultados. Frecuentemente se trata de solicitudes de patentes amplias que cubren todas las plantas con un rasgo particular, independientemente de cómo se obtengan, incluso mediante técnicas de mejoramiento convencionales.
La desregulación de los organismos genéticamente modificados
Los propulsores argumentan que la desregulación de los OGM es necesaria para dar una oportunidad a las empresas biotecnológicas más pequeñas y a las nuevas empresas que no tienen la capacidad económica de realizar costosas pruebas de seguridad. Los científicos argumentan que se trata de un argumento simplista, y cuestionable desde el punto de vista ético. Se pretende desregular la legislación de seguridad para dar a los actores más pequeños del mercado una mayor influencia económica. Se pretende obviar que las empresas multinacionales de agroquímicos suelen comprar las empresas emergentes más prometedoras para obtener acceso a sus patentes.
Más importante aún, este argumento solo considera a las pequeñas empresas de «biotecnología», pero patentar semillas amenaza la existencia misma de un grupo mucho más grande de empresas de mejoramiento y agricultores independientes. Por este motivo llevan muchos años luchando contra las patentes de material vegetal.
Una investigación reciente indica que la desregulación de un gran número de nuevos OGM hará que la agricultura en Europa sea más dependiente. “El objetivo principal de la propuesta sería eliminar las barreras a las fuerzas del mercado para una Europa ansiosa por ser competitiva en el mundo”.
Se trata de crear un campo de juego sin obstáculos para la industria biotecnológica, que prefiere operar libre de análisis de riesgos y controles de seguridad que requieren mucho tiempo, según el site newgmo.org. La propuesta de desregulación también plantea objetivos climáticos, reducción del uso de pesticidas y sostenibilidad.
¿Ayuda a la sostenibilidad?
La desregulación y la comercialización de nuevos OGM eliminarían los pilares fundamentales de toda política sólida de sostenibilidad, como el principio de precaución y una regulación internacional adecuada. El estudio de la Agencia Federal Alemana de Protección Ambiental muestra que alrededor del 30% de las aplicaciones de NGT en las plantas están dirigidas a los consumidores, el 20% apunta a la eficiencia industrial.
Apenas un pequeño número de las aplicaciones de las plantas de NGT investigadas podrían desempeñar un papel en materia de sostenibilidad, y están muy lejos de marcar la diferencia. En esencia, estas aplicaciones ignoran que la sostenibilidad de un sistema agrícola y alimentario que depende principalmente del nivel de interacciones de todo el sistema entre las plantas, los humanos y el medio ambiente, Y en mucha menor medida, de la genética de un cultivo en particular.
Afirman que la resistencia a las sequías y a las enfermedades y plagas se puede lograr de manera mucho más eficiente y sostenible cambiando todo el sistema agrícola de acuerdo con principios agroecológicos.
Las voces a favor de la desregularización
La Organización Europea para la Ciencia de las Plantas (EPSO) reconoció la voluntad de la Comisión Europea para modificar la legislación sobre OMG en la dirección adecuada, y dio la bienvenida a la propuesta el consejo científico asesor de ARRIGE, la Asociación para la Investigación Responsable e Innovación en Edición Genética.
Otros sectores también favorables a la desregularización de la legislación de seguridad consideran que se trata de “un gran paso de la Comisión Europea que acercaría el destino de la biotecnología vegetal en Europa al del resto del mundo».