Los residuos de heces y orina de las vacas contienen óxido nitroso y amoníaco, gases tóxicos para el planeta. Para evitar que se acumulen y se propaguen sus desechos, un grupo de científicos alemanes y neozelandeses desarrolla un sistema para enseñarle a las vacas a «ir al baño» en sus propias granjas.
La orina y heces de estos mamíferos están compuestas principalmente por amoníaco, un gas incoloro que se filtra en el suelo y que se convierte en óxido nitroso con la ayuda de microbios. El amoníaco es el tercer gas de efecto invernadero más contaminante para nuestro planeta. Representa cerca del 5% de las emisiones globales. La lista de los gases más contaminantes la encabezan el metano y el dióxido de carbono.
En las granjas, los animales hacen sus necesidades libremente. Los residuos de sus heces y orine contaminan el suelo y las vías fluviales locales, pues al acumularse o esparcirse, dificulta la tarea de mantener el lugar limpio y evitar la contaminación.
Las vacas pueden aprender a ir al baño
El experimento, publicado en la revista Current Biology, se hizo en una granja alemana. Los investigadores del Instituto de Investigación de Biología de Animales de Granja (FBN) en Alemania y de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) demostraron que es posible enseñarle a las vacas cómo eliminar sus residuos de manera amigable con el planeta.
«Después de diez, quince, veinte años de investigación con ganado, sabemos que los animales tienen personalidad y manejan diferentes cosas de una manera diferente. No son todos iguales», dijeron los expertos. Cuando estos animales «van al baño» es posible recoger sus desechos y mantener limpio su establo, reduciendo la contaminación del aire e incentivando el uso de granjas respetuosas con los animales.
Jan Langbein, psicólogo animal del FBN y autor principal del estudio, manifestó que muchos asumen que el ganado no es capaz de controlar la defecación o la micción. Sin embargo, como muchos otros animales, las vacas son «bastante inteligentes y pueden aprender mucho». Para ello hay que enseñarles. «Es un proceso sencillo, pero lleva su tiempo», añadió.
En unas cuantas semanas, los investigadores pudieron entrenar 11 de las 16 terneras de la granja. Cada una de ellas mostró un nivel de rendimiento comparable al de los niños y superior al de los niños muy pequeños.
Enseñan a las vacas con el método «MooLoo»
En un video difundido por los científicos, se puede observar cómo una vaca abre el portón de una letrina y orina sin problema alguno. El animal no se encuentra en ningún momento amenazado u obligado a hacerlo, lo hace voluntariamente cuando lo desea. Fue entrenado.
Para llevar a cabo el proceso de entrenamiento, los investigadores alemanes y neozelandeses pusieron a prueba el método «MooLoo». Recompensar al ganado cuando orinan en el espacio destinado para ir al baño. También lograron que las vacas asocien hacer sus necesidades fuera de la letrina con una experiencia desagradable.
El método «MooLoo» incluye una especie de «castigo» para los animales que no orinan en su letrina. Los investigadores utilizan unos auriculares que van en el oído de las vacas y en los que se reproduce un sonido muy desagradable al caer sus desechos al suelo. A pesar de ser una experiencia muy molesta, no es traumática, y para disuadirlas tuvieron que arrojarles un chorro de agua. Funcionó.
Una vez que finalizaron el entrenamiento, los científicos desean compartir sus resultados a otras granjas y explotaciones ganaderas. «Hay que intentar incluir a los animales en el proceso y entrenar a los animales para que sigan lo que deben aprender. En unos años todas las vacas podrían ir al baño», dijo Langbein.