El diagnóstico de la COVID-19 podría pasar de horas a minutos, logro que ayudaría en gran medida a que los sistemas sanitarios ganen tiempo en el tratamiento de la enfermedad.
Un equipo de científicos en Canadá ideó un dispositivo que puede reducir el tiempo de respuesta a la prueba de detección de COVID-19. El hallazgo involucra la química analítica, la nanotecnología y la inteligencia artificial.
Los Institutos Canadienses de Investigación en Salud autorizaron a un grupo de investigadores en Quebec a utilizar un nuevo dispositivo para un diagnóstico más rápido de la COVID-19. El dispositivo –un poco más compacto que un diccionario– analiza de manera casi instantánea las muestras.
¿Cómo trabaja el nuevo diagnóstico de la COVID-19?
La gran diferencia entre la nueva herramienta de diagnóstico con otros dispositivos es que hace un análisis de los anticuerpos del paciente. Los actuales dispositivos en uso analizan el ADN del genoma del virus, extraído de la laringe del paciente.
Jean-François Masson –profesor del Departamento de Química de la Universidad de Montreal– y su colega Joelle Pelletier desarrollaron el módulo. Trabajaron en el equipo dirigido por Denis Bordreau, profesor de Química de la Universidad Laval en Canadá. El químico chino Qing Huang, quien participó en la detección del virus del ébola, también forma parte del equipo.
Los fondos para la investigación los suministró CIHR. La subvención total del proyecto es de un millón de dólares durante dos años. En el estudio, también participarán una docena de estudiantes e investigadores posdoctorales.
Los investigadores dijeron que la clave del éxito del trabajo se fundamenta en la participación internacional. Un grupo de hospitales y centros de salud en China trabajan en la investigación. Jean-François Masson estaba en China cuando murieron las primeras víctimas por el coronavirus. Igualmente, en el equipo colaboran diferentes científicos chinos con experiencia en enfermedades infecciosas.
A la espera de la próxima ola de epidemia
Masson es experto en el trabajo con un dispositivo llamado biosensor de resonancia de plasmón superficial. Una plataforma de investigación que se usa para el análisis por imágenes de resonancia de plasma de superficie, que se utilizan para el análisis molecular en tiempo real.
Un instrumento sencillo de manejo manual que tiene múltiples aplicaciones en la química, bioquímica, físico-química y biología molecular. Facilita la investigación en el campo de las nanotecnologías y la investigación biomédica.
Los científicos son optimistas con el prototipo que han creado, pues ya trabajaron antes en un dispositivo que detecta reacciones alérgicas a un medicamento contra la leucemia. Sin embargo, advierten que la herramienta para un diagnóstico más rápido de la COVID-19, no estará a la vanguardia de la lucha contra la actual pandemia. «El dispositivo confiable estaría listo aproximadamente en un año, para la próxima ola de epidemia”, dijo.
La herramienta podría utilizarse para determinar la inmunidad ante el COVID-19. Por ejemplo, un trabajador sanitario que quiera saber si es inmune o no a la enfermedad. Distintos laboratorios de investigación de hospitales en Canadá ya han probado el dispositivo.
Una de las ventajas es que la herramienta se puede usar en el campo, pues los resultados se registran en un microchip dentro de un cartucho desechable. Todo el conjunto va conectado a un ordenador portátil.
El nuevo instrumento de diagnóstico de la COVID-19 se basa en el conocimiento del nuevo virus, el análisis genómico y el trabajo de los distintos investigadores involucrados. Habrá que esperar hasta el año que viene por el prototipo canadiense.
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