El mono quimera fue modificado genéticamente para rastrear el crecimiento de células madre. Vivió solo 10 días, pero en su corta vida se caracterizó por tener los ojos verdes muy brillantes, porque agregaron al embrión una proteína verde fluorescente para distinguir el tejido derivado de las células madres de donantes.
La revista científica Cell publicó que el equipo de investigación chino describió la creación del primer primate quimérico. En este caso, un macaco cangrejero como un importante paso de la ingeniería genética en los animales que son más parecidos a los seres humanos. El término quimera tiene su origen en las monstruosas criaturas híbridas que abundan en la mitología griega.
“Es un estudio muy importante, pero no lo consideraría un gran avance. Las quimeras generadas no resultaron viables”, dijo a CNN Jun Wu, profesor asociado de biología molecular en el Centro Médico del Sur de la Universidad de Texas.
Al mono se le aplicó la eutanasia. Presentaba complicaciones respiratorias e hipotermia. Los investigaron aseguran que, a pesar de su corta vida, permitió a la ciencia “establecer nuevos puntos de partida para optimizar los métodos de la ingeniería genética”.
Inyectaron líneas de células madre en un embrión
La creación de este primate utilizó dos conjuntos genéticamente únicos de embriones de la misma especie que unieron genéticamente antes de su implantación en un útero. Se inyectaron líneas de células madre de un embrión de siete días en embriones de cuatro o cinco días de edad. A los últimos se les infundió una proteína verde fluorescente con fines de seguimiento. Después, los embriones quiméricos se implantaron en 40 monas y hubo 12 embarazos y 6 nacimientos vivos. Solo uno de todos los monos nacidos tenía la distribución genética que esperaban los científicos. Ese mono vivió pocos días.
Su creación aportó mucha información a la ciencia. Los investigadores destacaron que hubo una alta contribución de células madres del donante: cerca del 90% de las células del donante llegaron a incorporarse al mono. Un hecho muy relevante para la ingeniería genética y para la conservación de las especies.
Permitirá estudiar las enfermedades neurológicas
La investigación con los monos quimera puede ayudar a generar modelos de animales más precisos para el estudio de enfermedades neurológicas y para otros estudios de biomedicina. “Es muy alentador que nuestra quimera de mono nacido vivo tuviera una gran contribución de células madre del cerebro. Un hecho que sugiere que el enfoque es valioso para estudiar enfermedades neurodegenerativas”, dijo Miguel Esteban, coautor del estudio del Instituto de Guangzhou de Biomedicina y Salud.
Los ratones quiméricos se han estudiado desde la década de los sesenta. Sin embargo, las investigaciones con monos quiméricos ayudarán a la ciencia de forma más eficiente a entender la interacción de las enfermedades en los humanos, especialmente las patologías degenerativas. Se han obtenido resultados parecidos cuando se utilizan ratones en la investigación, pero hay limitaciones relacionadas a que los roedores tienen una fisiología muy distinta. Las investigaciones con monos son un gran paso, pero todavía hay mucho camino que recorrer para que estos resultados puedan usarse en humanos.
El mono superviviente mostró un promedio de 67% de células madre de donantes en 26 tipos de tejidos diferentes. “Un objetivo largamente buscado en este campo. Podría ayudarnos a generar modelos de monos más precisos para estudiar enfermedades neurológicas y otros campos de la biomedicina”, afirma Zhen Liu, autor principal de la Academia China de Ciencias.
El potencial de las células madre
Las células madre tienen el potencial de convertirse en muchos tipos diferentes de células. Sirven como un sistema de reparación para el organismo. Hay células madre embrionarias y células madre adultas. Las primeras se pueden obtener en embriones de pocos días de desarrollo y pueden crear cualquier otra célula del cuerpo. Las células madre adultas se pueden conseguir de tejidos adultos como médula ósea, células del corazón, músculo, etc.
Para evitar controversias éticas, Miguel Esteban, coautor del estudio del Instituto de Guangzhou de Biomedicina explicó que el proyecto se hizo “siguiendo todas las regulaciones internacionales”, en este caso las de la Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre (ISSCR).
Restan méritos a la investigación
El investigador del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSI), Lluís Montoliu, indicó que no es un experimento novedoso en el mundo animal. «Se hace eficazmente con ratones desde hace más cuarenta años. Lo que sí es novedoso es la utilización de primates, muy parecidos a nosotros, lo cual acerca esta metodología a una posible utilización en humanos, que ética, científica y técnicamente ni sería factible hoy ni estaría justificada”, advirtió.
Montoliu, citado por Science Media Centre, dijo que si de los 206 embriones de macaco iniciales solo uno sobrevivió con una alta contribución química de células embrionarias, «la eficiencia es muy baja, aproximadamente el 0,5 %”. Biológicamente es «un avance significativo», pero en la práctica «casi todo lo que pudimos hacer con esta técnica lo realizamos hace años gracias a las herramientas de edición genética CRISPR”.
Maltrato animal
Penny Hawkins, representante de animales en la ciencia de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales, de Gran Bretaña, declaró sentirse “profundamente preocupada por el sufrimiento de los animales y el despilfarro de tiempo y dinero asociado a la aplicación de estas tecnologías a animales sensibles”.