Cambio16
02/05/2018
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Romper la barrera del sonido es una tarea titánica, pero la estampida sónica que produce no es nada agradable. Al menos eso es lo que piensa la NASA. En este sentido, para hacerle frente a esta incertidumbre, la compañía se alió con Lockheed Martin para diseñar el QueSST, un avión supersónico silencioso. Según NBC, Lockheed Martin ganó un contrato de casi mil dólares con la NASA. La hazaña que viene en camino se cuenta por si sola.
El QueSST es el primer X-Plane en toda una generación. «Esperamos aplicar el extenso trabajo de diseño, construcción y prueba de vuelo en el QueSST. Proporcionaremos a la NASA un transporte para hacer posible los viajes comerciales supersónicos para todo el mundo». Es parte de la declaración que ofreció Peter Iosifidis, gerente del programa. De hecho, se estima que el súper avión estará operativo para 2021.
Por fortuna, otro de los objetivos principales es hacer que el QueSST vuele a 1.500 km/h. Y, además, suene apenas como la puerta de un auto al cerrarse. Tal como indica El País, la NASA pretende volar el QueSST a una altura de 16,7 kilómetros. Es decir, en plena estratosfera. «Si el avión va en la estratosfera en velocidad supersónica no nos enteramos. La onda de choque que puede llevar asociada en el vuelo supersónico no llega al suelo, porque la viscosidad de la atmósfera la deshace». Explica Miguel Ángel Barcala, director del departamento de Aeronaves y Vehículos Espaciales de la Escuela Aeronáutica de la UPM.
Pero hay un inconveniente. Las regulaciones actuales prohíben que las aeronaves supersónicas comerciales aterricen en aeropuertos. Debido a esto, empresas como Boom Supersonic tratan de utilizar esta tecnología para sus rutas transoceánicas con el respaldo de inversores como Richard Branson y Japan Airlines. Especialistas afirman que el sonido del QueSST deberá estar entre los niveles legales para poder descender en aeropuertos. «Las normativas sobre contaminación acústica en zonas aeroportuarias son cada vez más exigentes», recuerda El País.
Pero ya tenemos la curiosidad de cómo será viajar de Nueva York a Los Ángeles en la mitad del tiempo.