Coincidiendo con la intervención sobre el Arco del Triunfo en París, la Galería Guillermo de Osma presenta la exposición Christo y Jeanne-Claude, 1960-70’s. La muestra recoge más de una decena de sus proyectos históricos y supone un homenaje a estos dos grandes innovadores de la segunda mitad del siglo XX. Desde 2008 no tenía lugar una exposición de su obra en una galería española y desde 2006 en Madrid.
El matrimonio de Christo (Gabrovo, Bulgaria, 1935-Nueva York, 2020) y Jeanne-Claude (Casablanca, 1935-Nueva York, 2009) fue una de las parejas artísticas más influyentes del arte del siglo XX. Sus objetos, edificios emblemáticos o grandes espacios públicos envueltos van más allá del arte conceptual o del land art al materializarse en espectaculares producciones.
Algunas de sus obras más reseñables fueron las Surrounded Islands, Running Fence o el Reichstag, en Berlín. Christo –el principal ideólogo de los dos artistas– estudió en la Academia de Sofía y Praga. En 1957, desilusionado con el Estado socialista, abandonó la Bulgaria comunista en un tren de mercancías. Un año después ambos artistas se conocerán en París, cuando él pintaba un retrato de la madre de Jeanne-Claude.
En 1960, Christo abandona por completo la pintura. Surgen entonces sus primeras obras empaquetages. Envolvía latas o cajas, botellas, etc., con plástico o tela. En 1962 realizaron su primer proyecto monumental, Rideau de Fer (Cortina de Acero), que fue una declaración en contra del Muro de Berlín. Sin advertir a las autoridades, lograron bloquear la parisina Rue Visconti con barriles de petróleo mientras Jeanne-Claude persuadía a los policías para que permitieran mantener la intervención durante algunas horas.
En febrero de 1964, Christo y Jeanne-Claude llegaron a Nueva York y se establecieron en Estados Unidos. Christo expuso en Leo Castelli y en la Galería Schmela en Düsseldorf. Comenzó a envolver vitrinas de tiendas, como el Store Front de 1965-66 que se podrá visitar en la exposición. La venta de estas vitrinas ayudó a pagar deudas y otros proyectos artísticos. Con el tiempo lograron financiar sus proyectos sin patrocinios, lo que les permitió tener una mayor libertad creativa.
A finales de 1969, Jeanne-Claude y Christo envolvieron 2,5 km de la costa de Little Bay en Sídney, con la colaboración de 130 ayudantes que dedicaron 17.000 horas de trabajo. El proyecto necesitó 92.900 metros cuadrados de tela sintética y 56,3 km de soga.
En 1973, año en que Christo adquiere la nacionalidad americana, comenzó a planear la obra Running Fence: una cerca hecha con postes y cables de acero cubierta por un velo, que se extendía por el paisaje hasta el mar. La cerca medía 5,5 m de alto y 40 km de largo. Para su realización tuvieron que convencer a los trabajadores agrícolas de la zona y contratar a un equipo de nueve abogados con el objetivo de conseguir el permiso de las autoridades.
El proyecto vio la luz en 1976 tras una extensa lucha contra la burocracia. Aproximadamente, 20 hectáreas de nailon, 2.050 postes de acero y 145 km de cable de acero fueron necesarios. A pesar de todo, Christo y Jeanne-Claude tuvieron que pagar una multa de 60.000 dólares por carecer del permiso necesario. De ese mismo año se expondrá un dibujo preparatorio (de gran formato: 80 x 241 cm) de uno de sus primeros proyectos urbanos de gran envergadura, en esta ocasión en Roma. Como el resto de estos proyectos artísticos tuvo carácter efímero (duró poco más de un mes, en febrero de 1974). En esta ocasión Christo envolvió con telas la muralla de la romana Porta Pinciana. Diversas ideas de Christo y Jeanne-Claude nunca han sido realizadas, principalmente por carecer de permisos.
En España fue el caso de la Puerta de Alcalá en Madrid o de la estatua de Cristóbal Colón en Barcelona (1977). De este último se podrán encontrar en la galería dos ejemplos distintos. El único proyecto que sí lograron ejecutar en España fue para la Galería Joan Prats, que le expuso en varias ocasiones, donde cubrieron de tela el interior de la galería barcelonesa. Por último, también se muestran objetos cotidianos como carretillas, un volumen temporal (un empaquetado para la Minneapolis School of Art) o elementos naturales como un árbol para el MoMA de Nueva York, idea que desarrolló posteriormente en otros proyectos a gran escala como los árboles envueltos de los Campos Elíseos de París.
Con motivo de la exposición se ha publicado un catálogo con un texto de Laure Martin Poulet, persona muy cercana a los artistas y comisaria de la exposición Christo and Jeanne-Claude. Urban Projects, que tuvo lugar en Bruselas en 2018. El catálogo se editó también en francés e inglés. Laure Martin Poulet explica que “a partir de la década de los sesenta el dibujo adquiere una función sin precedentes para Christo y Jeanne-Claude ya que contribuye a autofinanciar sus proyectos gracias a la venta de las obras originales de Christo.
La pareja empleó este método a toda prisa, aplicando el refrán de hacer de necesidad virtud, con motivo de su proyecto de 1967-68 en Cassel.
“Mitko, nuestro ingeniero de Documenta IV de Cassel, nos dijo que necesitábamos conseguir unos 25.000 dólares. Ahora bien, cada artista recibía 3.000 dólares y hacía lo que quería con ellos. Entonces yo no escribí, pero comencé a llamar a coleccionistas de todos lados. Les decíamos: mira, tienes que venir y comprar mucho”.
Los dibujos de Christo costaban aproximadamente 350-380 dólares, algunos 500. “En esa época hacía muy pocos dibujos de gran tamaño, muy, muy pocos. Una amiga de Filadelfia organizó una gran fiesta para que la gente comprara obras de Christo. Pero como no teníamos tiempo y nos íbamos a marchar a Cassel, compraban las obras sin verlas. Nos daban un cheque y yo les daba un I.O.U. (I owe you) por el equivalente de la cantidad inscrita. Les dijimos que cuando volviéramos de Cassel, podrían venir y escoger la obra u obras en el estudio”.
Esta técnica, perfeccionada y puesta en práctica con brillantez y éxito por Jeanne-Claude, liberó a la pareja de las limitaciones económicas que otros artistas solo pueden superar encontrando galerías o patrocinadores, públicos o privados, dispuestos a hacerse cargo de producir sus proyectos y de los que acaban convirtiéndose en deudores. El dibujo, para alguien que durante 17 años había sufrido los tormentos de la condición de apátrida, se transforma así en un pasaporte para la libertad de creación completa.
Packed Coast (Project for Little Bay, at Prince
Henry Hospital), 1969Running Fence (Project for Sonoma County and
Marin County, State of California) 1973
Christo y Jeanne-Claude son también pioneros en convertir el dibujo, generalmente relegado a la única función de boceto preparatorio, en garante de su autonomía artística.
El número de preparatory Works –concluye Laure Martin Poulet– desplegados para los proyectos temporales varía considerablemente en función de su duración, de si ven la luz o son abandonados por falta de las autorizaciones necesarias o porque Christo y Jeanne-Claude deciden no seguir adelante con ellos.
Más de 600 obras originales rememoran la aventura del Wrapped Reichstag, Project for Berlin que Christo y Jeanne-Claude tardaron 24 años en materializar (1971-1995), 60 para The Floating Piers, realizada a lo largo de dos años (2014- 2016) y 77 para L’Arc de Triomphe, Wrapped, cuyo origen se remonta a 1961. En cuanto al proyecto para Wrapped Monument to Cristobal Colon, Christo elaboró una veintena de obras preparatorias. El dibujo para Christo es la materialización de una visión y testimonio de utopías convertidas en realidades.