Neuralink, la compañía de tecnología especializada en la comunicación informática-cerebral, propiedad de Elon Musk, prevé iniciar la implantación de sus chips cerebrales en seres humanos en 2022.
Recientemente Musk aseguró se encuentran en fase de prueba para comprobar la seguridad de los microchips en seres humanos. «Estamos confirmando que es seguro y fiable. Y que el dispositivo Neuralink puede retirarse de manera segura».
En la Cumbre del Consejo de Directores Generales de The Wall Street Journal, Musk informó de los avances del proyecto. Aseguró que en Neuralink esperan implantar los chips cerebrales en los primeros seres humanos en 2022 y que aguardan por la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Los microchips de Neuralink aspiran ser útiles en el tratamiento de lesiones graves del sistema neurológico. Por esa razón los primeros humanos en probar los chips cerebrales serán personas con lesiones graves de la médula espinal, como tetrapléjicos. El objetivo es que puedan controlar dispositivos digitales con la mente.
La empresa implementó y probó satisfactoriamente los implantes de microchips neuronales en monos. Al respecto, Musk aseguró en Twitter que «el progreso se acelerará cuando tengamos dispositivos en humanos (es difícil tener conversaciones matizadas con monos) el próximo año».
Competencia por los chips cerebrales en humanos
Neuralink no es la única empresa que trabaja en chips cerebrales en seres humanos. La empresa de transferencia de datos cerebrales Synchron intenta lograr la transferencia de datos de todo el cerebro.
Synchron recibió el permiso de la FDA en julio de 2021 para una prueba en humanos de sus microchips. La primera fase se conoce como estudio de viabilidad temprana. Se esperaba que iniciara a finales de este año en el Hospital Mount Sinai de Nueva York.
El estudio examinará la seguridad y eficacia de sus chips cerebrales, llamados neuroprótesis motora Stentrode, en pacientes con parálisis severa. Synchron prevé que su chip permita a los pacientes utilizar datos cerebrales para «controlar dispositivos digitales y lograr mejoras en la independencia funcional». El ensayo se conoce con el nombre de COMMAND y en el participarán seis pacientes.