En forma progresiva se está produciendo una avanzada reagrupación de países en el mapa global y no es solo por la guerra en Ucrania u otros conflictos. China, con una economía insaciable, ha aumentado en este siglo su influencia en América Latina mediante una estrategia concienzuda de préstamos milmillonarios sin precedentes a países de la región. De ‘acompañar’ colosales proyectos de desarrollo e intensificar comercio e inversiones. Mientras, un afluente constante de población china permea esas naciones. ¿América Latina debe preocuparse? Sí, dice con tono severo el periodista argentino Agustín Barletti: “China viene por sus recursos naturales”.
‘El hambre del dragón. El plan de China para comerse el mundo’ es el nuevo libro del también editor, escritor y abogado constitucionalista. Con un arduo y extenso registro de documentos, Barletti pone el foco sobre el gigante asiático y su objetivo máximo: recuperar el lugar histórico con el mandato del nacionalismo, desafiando la supremacía occidental.
China es un país que lleva 5.000 años sobre sus espaldas, que tiene una historia de grandeza que fue trunca por el sistema utilizado, por el propio comunismo. Frente a una eventual apertura, China empezó a tener una necesidad total de conseguir materias primas, de alimentos para su población y de empezar a influir en diversos países del mundo, señala el escritor en entrevista con Infobae.
“Así es cómo China empezó a trabajar muy fuerte, sobre todo en aquellos países con economías más precarias, que no tienen acceso al crédito convencional. Y, además, países en que cuanto más corrupto su gobierno, mejor. Así han logrado penetrar en estos países y han hecho desastres”, agrega Barletti, cuyo libro tuvo amplia acogida en la 47° edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Calladamente China pone mano a América Latina
Barletti precisa, en una gruesa documentación de cifras y datos, que América Latina y el Caribe es el segundo mayor destino de las inversiones extranjeras de China. “Estamos hablando de 2.700 empresas de capital chino que están operando hoy en la región. Son todas estatales, es decir, dependen directamente del Partido Comunista Chino. Y es una manera de generar un desembarco en el continente. La mayoría de las empresas están destinadas fundamentalmente a lo que es infraestructura de transporte, energía, valores estratégicos para la economía de China”.
El escritor y analista asegura que “lo primero que ve China en América Latina es un gran proveedor de recursos naturales. En particular estamos hablando de petróleo, hierro, cobre y soja. En esta región encuentra lo que realmente necesita” para saciar sus apetencias.
Además, un estudio del Centro para una Sociedad Libre y Segura (SFS en inglés), del último trimestre de 2022, revela datos de interés. Indica que unos 40 puertos en América Latina desde Perú hasta México, junto con 11 estaciones terrestres satelitales en Argentina, Brasil, Bolivia y Venezuela, conceden a China ubicación estratégica en el hemisferio occidental.
Uno de los puertos donde China invierte con fuerza es la Terminal Portuaria Multipropósito de Chancay, en Perú. Situada a 80 kilómetros al norte de Lima, esta mega infraestructura planea convertirse en un centro de intercambio y distribución de mercancías en tránsito hacia y desde el Pacífico, con preponderancia de productos mineros.
Bartelli comparte lo que hay detrás de los préstamos. “Cuando hablamos de obras como el Tren Maya en México, son 20.000 millones de dólares, o el Metro de Bogotá, China es quien las financia. Cuando hace y financia estas obras tiene una doble función: prestar el dinero para luego condicionar a los países y, financiar su propia industria”.
China: dinero, corrupción y muchas ataduras
El escritor detalla en la entrevista que “la condición única que pone China es que se le compre solamente a ese país los materiales y los repuestos. Así quedamos atados. Un caso emblemático donde se ven temas cruzados de corrupción y de impactos ambientales es en la construcción del Tren Maya. Es una de las obras de infraestructura más caras que tiene Manuel López Obrador durante su gestión”.
La obra gigantesca se la dieron a un grupo estatal que es el China Communication Construction Company, cuenta el periodista. El brazo ejecutor del Partido Comunista Chino, que también lleva adelante la mayoría de obras de infraestructura en el mundo. Tiene un historial de corrupción y de ineficiencia que asustan. No nos va a llamar la atención que en 2022 se haya gastado en el Tren Maya un 185% más de lo que había presupuestado la Cámara de Diputados. Estamos hablando de un aumento de 14.000 millones de dólares con respecto a lo que era el presupuesto inicial de 6.000 millones.
También, agrega, está la cuestión ambiental, de preservación de Cenotes, de ruinas mayas, la flora y la fauna. Por eso, la preocupación de México respecto a China tiene que ser absoluta.
Bartelli afirma que “China está a billetera abierta con América Latina. Cambiando figuritas con los países, o sea, cambiando inversiones con los países con la posibilidad de que dejen de reconocer a Taiwán como país independiente. En Colombia tienen muchísimas inversiones. El país suramericano le vende mucho petróleo a China y en las mesas de negociación o con préstamos terribles, China les estira vencimientos a cambio de la posición frente a Taiwán. Colombia tiene que estar muy preocupada porque la penetración china en su territorio es muy grande”.
Condonan deudas a cambio de activos y posiciones
El autor de ‘El hambre del dragón. El plan de China para comerse el mundo’ augura que el gigante asiático “va a condicionar todavía mucho más las decisiones de los gobiernos de América Latina y por ende la vida de los ciudadanos. No solo en impacto ambiental y las obras gigantes de infraestructura. La negociación de China es permanente para los votos en las Naciones Unidas y permanente para las decisiones políticas, con lo cual lo que hace es socavar la soberanía de los países”.
El plan de China es desembarcar con mucho dinero en todos los países del mundo. Hay algunos que son tierra más fértil, no tan desarrollados, o que no tienen acceso al préstamo convencional que puede haber en organismos multilaterales. Esa es carne de cañón. Y si el gobierno de ese país es corrupto, mejor todavía, porque es más fácil hacer negocios.
En su opinión, “China presta la plata y lo que quiere es que no se la devuelvan. Porque cuando no tenés posibilidad de devolver, ahí es donde actúan. Se quedan con activos y presionan para determinados votos en (instancias internacionales como) Naciones Unidas”.
Te voy a dar casos, dice el escritor a La Nación. Sri Lanka tiene un puerto que funciona muy bien y los chinos le dijeron que tenían que hacer otro. Ellos le respondieron que no hacía falta, pero finalmente le terminaron prestando $1200 millones para hacerlo. Apenas han pasado cinco barcos por ahí, porque no estaban emplazados en la ruta marítima. Les pidieron que le devolvieran la plata, pero como no tenían, les condonaron la deuda con una condición: que le dieran la concesión del puerto por 99 años. Ahora China está haciendo una base naval ahí y ya están llegando buques de guerra.
Hay un despertar en EE UU y la UE
El otro caso es en Ecuador. Allí hicieron una represa que no funciona ni al 12% de capacidad porque tiene fisuras. Como los ecuatorianos no pudieron arreglarlo, los chinos le condonaron una parte de la deuda y le arreglaron la represa, pero le dieron la concesión por 30 años. “Yo genero la electricidad y te la vendo”, le dicen. De las adversidades hacen negocios.
En otro aparte, pero dentro del poderío chino, está TikTok que depende directamente del Partido Comunista Chino, refiere. Esta herramienta “es un arma de absoluta de espionaje, que da la posibilidad de conocer desde China todo lo que está pasando. Por ley todas las empresas chinas, que tengan activos o que ejerzan actividades en el exterior, están obligadas a enviar toda la información a Pekín. Entonces”, asienta, “todo lo que estamos haciendo en TikTok se está viendo en Pekín y ellos están viendo absolutamente todo y es un gran problema”.
¿Cómo se terminará configurando el orden global en los próximos años? Veo un despertar de Occidente, asoma el escritor. De la alianza tradicional entre Estados Unidos y la Unión Europea. Más los golpes que sufrió África, y si América Latina también lograra despertarse… Me parece que China va a seguir creciendo, pero a una tasa más baja, y tanto a Estados Unidos como a Europa no los va a alcanzar nunca. De hecho, hay proyecciones de los propios chinos de acá a 100 años, que ya las están pateando para adelante porque no están alcanzando las cifras que pensaban.