China posee la más grande represa del mundo, en extensión y capacidad de generación. Ahora planea construir la central hidroeléctrica Yangqu de casi 180 metros valiéndose de Inteligencia Artificial (IA). De concluirse, en 2025, sería la primera en el globo en edificarse con materiales sacados de impresoras 3D y sin empleados en el proceso.
En los últimos años China atraviesa por un boom arquitectónico-tecnológico que complace la imaginación de los más osados. Puentes transparentes que atraviesan montañas con precipicios de por medio, que producen vértigo. Edificios sostenibles, rascacielos con diseños que rompen los esquemas. Centros de convenciones como el Yabuli o el cuartel general de Oppo que parecen interplanetarios.
En este nuevo proyecto, el gigante asiático está utilizando IA e impresión 3D para construir el proyecto Yangqu en la meseta tibetana, en la provincia de Qinghai, al noroeste del país. Si el proyecto entra en funcionamiento en dos años, esta central hidroeléctrica será uno de los proyectos de ingeniería impresos en 3D a gran escala más importantes del mundo. Junto con el edificio impreso en 3D más grande del mundo, en Dubai. Según el plan, reseñado por South China Mornig Post, la primera unidad de generación se aligerará y pondrá en funcionamiento a fines de 2024, y la planta completa en 2025. Además de un proyecto sostenible, en un país con altas emisiones de carbono.
El gobierno anunció que se basará en la fabricación aditiva además de la IA para construir una presa en la meseta tibetana. Esto es, bajo un método de manufactura cuyo objetivo es producir artículos al momento con un modelo digital y sin necesidad de moldes. Asociado a la impresión 3D.
Lo sorprendente del proyecto es que no habrá trabajadores humanos involucrados en la construcción de la represa.
En China proyectan central hidroeléctrica con IA
En 2016, China dio por finiquitada la primera central hidroeléctrica del planeta, la Tres Gargantas, con una capacidad de 22.500 MW. Con ella sola se puede dar electricidad a un país completo.
Proyectos de energía limpia y barata, como las hidroeléctricas se están ralentizando en el mundo. La Agencia Internacional de Energía prevé que crecerán 25% menos en esta década.
Ahora, el nuevo desafío es la presa que pronto se imprimirá en 3D. Destaca no solo por el proceso innovador, sino también por el entorno en el que se está construyendo. Aunque ya se han implementado proyectos aditivos a gran escala en China, siempre han contado con el apoyo de trabajadores calificados. Por ejemplo, el pabellón impreso en 3D más grande del mundo y el primer puente impreso en 3D retráctil se construyeron en China.
Esta vez, los fabricantes chinos están estableciendo un estándar diferente para la construcción de represas al prescindir por completo de los trabajadores humanos. El proyecto muestra de manera importante lo que es posible al combinar la fabricación aditiva con IA en el campo de la construcción de esta central hidroeléctrica.
El proyecto se lleva a cabo por el Departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Tsinghua. Se centra en construir capa por capa la presa de Yangqu en la meseta tibetana.
Después del período de construcción de dos años de la presa, se utilizará para abastecer a la planta hidroeléctrica de Yangqu, que proporcionará electricidad a la provincia de Qinghai. Es una extensa región escasamente poblada sobre la meseta del Tíbet a gran altura. Un sitio sagrado para los peregrinos budistas.
La electricidad será conducida a través de una línea de transmisión de alto voltaje, que se construyó por separado para la transmisión de energía verde con el objetivo de la sostenibilidad.
Otros usos de la tecnología
Rastrear mayor información sobre esta central hidroeléctrica china, sostenida con tecnología de IA, es ardua. Los portales que hacen referencia al proyecto emplean la reseña de South China Mornig Post. Se desconoce el costo de inversión, el número de habitantes beneficiados con el servicio eléctrico y, el daño ambiental.
Se sabe que el proceso de minado para extraer los materiales para la impresora 3D, sí que se van a necesitar a personas. Y ello implica, como toda presa, la voladura de partes del terreno, y por su puesto, la afectación de la fauna, la flora y los ecosistemas de sus aguas.
Algunas versiones indican que la presa hidroeléctrica proporcionará alrededor de 5.000 kilovatios hora de energía al año, otros señalan 5.000 millones de kVh año. Si su construcción es exitosa, este método revolucionaría por completo la forma de edificar.
Liu Tianyue, uno de los científicos principales de este proyecto, comentó que quieren “liberar a las personas de trabajos pesados y peligrosos” con este proyecto.
Su puesta en operaciones reducirá las emisiones de carbono por 4,4 millones de toneladas por año.
La tecnología de vanguardia utilizada por China también es direccionada para el control total de la población, a través de la Inteligencia Artificial, marcadores biométricos y cámaras por todas partes.
Lee también en Cambio16.com: