Un panel de derechos humanos de las Naciones Unidas dijo el viernes que había recibido muchos informes creíbles de que 1 millón de personas de etnia uigur están detenidos en China en lo que se asemeja a un «campo de internamiento masivo que se mantiene en secreto».
Gay McDougall, miembro del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial, citó estimaciones de que 2 millones de uigures y minorías musulmanas están retenidas en «campos políticos para el adoctrinamiento» en la región autónoma occidental de Xinjiang.
«Estamos profundamente preocupados por los numerosos y creíbles informes que hemos recibido que, en nombre del combate al extremismo religioso y el mantenimiento de la estabilidad social (China), han transformado la región autónoma uigur en algo que se asemeja a un campo de internamiento masivo mantenido en secreto, una especie de ‘zona sin derechos'», dijo al comienzo de una revisión de dos días sobre China, incluidos Hong Kong y Macao.
China ha dicho que Xinjiang está bajo una seria amenaza de parte de militantes islamistas y separatistas que planean ataques y agitan las tensiones entre la minoría uigur, mayoritariamente musulmana y que considera esta región su hogar, y la mayoría china de etnia Han.
Una delegación china de unos 50 funcionarios no hizo ningún comentario sobre los resultados del informe en una sesión en Ginebra que está programada para continuar el lunes.
Preocupación internacional
La misión de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas dijo en Twitter que estaba «profundamente preocupada por los informes sobre la existencia de una represión contra los uigures y otros musulmanes en China».
«Pedimos a China que ponga fin a sus políticas contraproducentes y libere a todos aquellos que han sido detenidos arbitrariamente», dijo la misión de los EE. UU.
Las acusaciones provienen de múltiples fuentes, incluido el grupo activista Chinese Human Rights Defenders, que dijo en un informe el mes pasado que el 21 por ciento de todas las detenciones registradas en China en 2017 se realizaron en Xinjiang.
Anteriormente, Yu Jianhua, embajador de China ante las Naciones Unidas en Ginebra, dijo que estaba trabajando para lograr la igualdad y la solidaridad entre todos los grupos étnicos.
Pero McDougall afirmó que en China trataban como «enemigos del estado» a los miembros de la comunidad uigur y otros musulmanes con base únicamente de su identidad etno-religiosa.
También aseguró que China detuvo a más de 100 estudiantes uigures que regresaron al país asiático desde países como Egipto y Turquía. Incluso algunos murieron bajo custodia.
Malos tratos a tibetanos
Yemhelhe Mint Mohamed, miembro del panel, se refirió a «detención arbitraria y masiva de casi 1 millón de uigures» y preguntó a la delegación china: «¿Cuál es el nivel de libertad religiosa disponible ahora para los uigures en China, qué protección legal existe para que puedan practicar su religión?»
Los miembros del panel también mostraron informes de malos tratos a los tibetanos en la región autónoma, incluido el uso inadecuado del idioma tibetano en el aula y en los procedimientos judiciales.
«El organismo de la ONU mantuvo su integridad, el gobierno recibió un mensaje muy claro», dijo en la reunión a Reuters Golok Jigme, un monje tibetano y ex prisionero que vivía en el exilio.
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