China y EE UU, las dos potencias más contaminantes del planeta, parecen mostrar interés en retomar las conversaciones sobre la crisis climática, pese a las tensiones con Taiwán y los globos de espionaje.
El enviado climático chino, Xie Zhenhua, invitó a su homólogo estadounidense John Kerry a su país. Actuación que aumenta las esperanzas de que los dos mayores emisores del mundo puedan renovar su cooperación sobre el cambio climático.
Los dos diplomáticos veteranos hablaron virtualmente la semana pasada cuando EE UU organizó el Foro de las principales economías sobre el clima. Durante la charla, Xie envió una invitación a Kerry, informó el exsecretario de Estado de EE UU a la revista Foreign Policy.
“Mi esperanza es que a partir de estas discusiones volvamos a donde estábamos hace dos años. Debemos poder cooperar ambos en este asunto”, señaló Kerry.
EE UU promete $ 1.000 millones para el Fondo Verde para el Clima en medio de un llamado para mantener 1,5 °C las temperaturas globales. La Casa Blanca ha tratado de mantener las conversaciones climáticas separadas de la relación más amplia entre EE UU y China. Pero cuestiones como la independencia de Taiwán y el reciente escándalo del globo espía chino han obstaculizado que ambas partes se comprometan significativamente con el cambio climático.
Los problemas de salud también han obstaculizado el progreso. Kerry dijo a Foreign Policy que Xie sufrió «una especie de derrame cerebral» en enero. Esto le impidió trabajar durante «un mes y medio más o menos». Xie no ha realizado ningún viaje al extranjero desde entonces y su participación en las conversaciones climáticas COP28 de noviembre está en duda.
¿China y EE UU abordarán la crisis climática?
Biden nombró a Kerry como su enviado climático poco después de que fuera elegido en noviembre de 2020. Tres meses después, el presidente de China, Xi Jinping, sacó a Zhenhua de su retiro para que fuera su enviado climático, reseña Climate Home News.
Los nombramientos fueron vistos como un impulso a las posibilidades de que las dos partes pudieran trabajar juntas sobre el cambio climático. Como lo hicieron en el gobierno de Obama para lograr el acuerdo de París en 2015, debido a la larga y amistosa relación de los dos hombres.
Después de docenas de reuniones virtuales y varias en persona, estas esperanzas se vieron reforzadas a fines de 2021. Cuando las dos partes anunciaron un acuerdo conjunto sobre el clima en las conversaciones climáticas COP26 en Glasgow. Ambas partes se comprometieron a discutir medidas para reducir las emisiones de metano.
Se suponía que poderosos funcionarios y expertos de ambos países comenzarían las discusiones sobre temas como la electricidad limpia, la economía circular y la acción climática de la ciudad. Así como el metano, en septiembre de 2022. Pero en agosto de 2022, la jefa de la Cámara de Representantes de EE UU, Nancy Pelosi, realizó una visita oficial a Taiwán. Una nación insular frente a la costa este de China que el gobierno chino considera parte de China.
China reaccionó cancelando las conversaciones con EE UU sobre la crisis climática. Una medida que Kerry calificó de «tanto decepcionante como equivocada». En lugar de cooperar, los funcionarios de ambos lados se involucraron en disputas públicas en Twitter sobre sus registros climáticos.
Taiwán en el medio de las conversaciones
Unos meses después, en noviembre, las tensiones se enfriaron una vez que Biden y Xi tuvieran una productiva reunión al margen del G20 en Indonesia. Los líderes de EE UU y China acordaron trabajar juntos sobre el cambio climático y sus equipos climáticos, que estaban en COP27 en Egipto en ese momento, pudieron hablar formalmente nuevamente.
Después de esa reunión, Estados Unidos anunció que su principal funcionario de asuntos exteriores, Anthony Blinken, visitaría China. Pero ese viaje fue cancelado cuando el ejército estadounidense derribó un globo chino en el espacio aéreo estadounidense en febrero.
Luego, en abril, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, visitó a EE UU y se reunió con el sucesor de Pelosi como líder de la Cámara de Representantes de los EE UU, el republicano Kevin McCarthy.
Según Thom Woodroofe, miembro principal del Asia Society Policy Institute y exdiplomático climático, la reunión fue menos provocativa para China. Porque se llevó a cabo en el estado natal de McCarthy, California, en lugar del Congreso de los Estados Unidos o Taiwán.
El gobierno de EE UU restó importancia a este viaje al llamarlo una mera “parada de tránsito” en el camino de Tsai hacia el Caribe.
A pesar de estos contratiempos, Kerry dijo a Foreign Policy la semana pasada que las dos partes están «de vuelta en el lugar donde esperamos poder avanzar». Pero, agregó, «es puramente especulativo en este punto».
Si se reunían, Kerry dijo que trabajarían juntos para reducir las emisiones de metano, la transición energética de los combustibles fósiles a las energías renovables y evitar la destrucción de los bosques.
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