China inauguró puente sobre el mar más largo del planeta este martes. El colosal proyecto conecta Hong Kong, Macao y la China continental.
El puente Hong Kong-Zhuhai-Macao consta de aproximadamente 35 kilómetros de vía con tramos de puente y carretera. También cuenta con un túnel submarino de 6,7 kilómetros.
La construcción pasa por numerosas islas artificiales que permiten el paso de navíos.
La ceremonia de inauguración fue presidida por el presidente chino Xi Jinping. Por su parte, el viceministro Han Zheng dijo que el puente ayudaría a desarrollar económicamente el área de la “Gran Bahía” en torno al río Perla. Este motor económico fue inspirado en otros grandes proyectos, como la Bahía de San Francisco en EEUU y la Bahía de Tokio en Japón.
«Desde este nuevo e histórico punto de inicio, es nuestra firme convicción que la apertura de este puente dará un mayor desarrollo a la ventaja especial de Hong Kong y Macao», afirmó Zheng.
El puente va desde la isla de Lantau en Hong Kong y pasa por los grandes y famosos casinos de Macao. Empezó sus operaciones este miércoles con algunos servicios de buses.
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— Hong Kong (@discoverhk) October 24, 2018
Acercamiento y suspicacias
Esta obra representa un paso más de acercamiento entre Hong Kong y China. Ya en el pasado mes de septiembre se inauguró un tren de alta velocidad que conecta la excolonia británica con el territorio chino continental.
Hong Kong es oficialmente una Región Administrativa Especial que fue colonia británica hasta 1997, cuando China se comprometió a respetar su autonomía económica. La otra región especial en territorio chino es Macao, conocido por sus grandes y lujosos casinos.
Sin embargo, parte de la población hongkonesa ve con recelo esta nueva obra que acerca a ambas regiones.
«Por encima de todo, es un proyecto político que busca la integración de Hong Kong en la China continental. A la larga, debilitará nuestra singularidad y capacidad para desarrollarnos independientemente», afirmó Nathan Law, uno de los cabecillas de las manifestaciones que exigían más independencia en 2014.
La región semiautónoma cuenta con derechos económicos, comerciales y sociales distintos a los de la China continental. La relación entre ambas se rige bajo el principio de “un país, dos sistemas”.
En el 2016 desaparecieron cinco personas relacionadas con una editorial que criticaba abiertamente al gobierno de Pekín, causando numerosas protestas que exigían libertad de expresión.
El gobierno central, en otro episodio de injerencia, impidió la juramentación de dos diputados independentistas, quienes desean alejarse de Pekín en busca de mayor autonomía.
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