Aunque el crecimiento económico de China se ha reestimado hacia la baja, por los brotes del virus y confinamientos y, por las dificultades del sector inmobiliario, su demanda energética crece. El poderoso motor económico chino no para y busca el suministro confiable de energía que sustente sus planes de desarrollo. Y Rusia se mantiene como el primer proveedor de petróleo de China por tercer mes consecutivo.
El Kremlin ha encontrado en China un comprador a gran escala de combustibles fósiles, una fuente de ingresos para continuar la guerra en Ucrania. Mientras tanto, Europa reduce y espera disminuir aún más su dependencia energética rusa. Pese a las dificultades que implica.
Las amplias ventas de crudo, junto a la subida de los precios, permitió a Rusia tener ingresos estimados en 20.000 millones de dólares por exportaciones de petróleo en mayo. Unos 1.700 millones más que en abril, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Las importaciones chinas de petróleo ruso aumentaron un 28% en mayo y Rusia superó a Arabia Saudí como el mayor proveedor de China. La agencia de estudios de mercado Kepler, que la India ha captado hasta ahora unos 60 millones de barriles de petróleo ruso en 2022, frente a los 12 millones de barriles de todo 2021.
Rusia se mantiene como principal proveedor de petróleo de China por tercer mes consecutivo en julio. Las refinerías independientes intensificaron las compras de suministros con descuento y redujeron los envíos de proveedores rivales como Angola y Brasil.
China y Rusia, más unidos por el petróleo
Las importaciones de petróleo ruso, incluidos los suministros de Rusia, bombeados a través del oleoducto de Siberia Oriental en el Pacífico y los envíos por mar desde los puertos europeos y del Lejano Oriente , ascendieron a 7,15 millones de toneladas. Un 7,6% más que hace un año, indicó la Administración General de Aduanas de China.
Aún así, reseñó Reuters, los suministros rusos en julio estuvieron cercanos a los 1,68 millones de barriles por día. Por debajo del récord de mayo de cerca de 2 millones de bpd.
Entretanto, las importaciones desde Arabia Saudí, que ocupa el segundo lugar, se recuperaron desde junio, que fue el más bajo en más de tres años. A 6,56 millones de toneladas, o 1,54 millones de bpd.
No solo Rusia provee petróleo a China, también le vende carbón, mientras adelanta la construcción de plantas. China le compró 7,42 millones de toneladas de carbón en julio. La cifra mensual más alta desde que comenzaron las estadísticas comparables en 2017, frente a los 6,12 millones de toneladas en junio. Y los 6,49 millones de toneladas registradas en julio de 2021.
Los países occidentales evitaban los cargamentos de Rusia antes de la prohibición de la Unión Europea sobre el carbón ruso en vigor desde el 11 de agosto. El objetivo de reducir los ingresos energéticos del Kremlin tras la guerra iniciada en febrero. La prohibición obligó a Rusia a apuntar a compradores como China y vender con descuento.
Algunos comerciantes chinos esperan que fluya más carbón ruso hacia China en el cuarto trimestre. Cuando las empresas de servicios públicos en el norte de China acumulen reservas para la calefacción de invierno.
Gas noruego para Europa
A medida que se agudiza la crisis energética, los países se esfuerzan por asegurar fuentes de energía fiables por distintas vías. Negociando con otros proveedores, reduciendo su consumo –la parte más temida y engorrosa para la industria y los hogares– e invirtiendo en energías limpias. También, aprovechando como es el caso de China, de adquirir petróleo de Rusia a buenos precios y en cantidades.
El impulso de la transición energética parece ocupar un segundo plano frente a la seguridad energética. Aunque podría ser el momento más oportuno para despegarse del todo de los fósiles y centrarse en el cumplimiento de los objetivos del cambio climático. Lo demuestra Europa en su plan REPowerEU.
La agencia gubernamental de Noruega, responsable de la regulación de los recursos petrolíferos, cree que gas noruego le puede permitir a Europa alcanzar sus objetivos de transición energética. Sin embargo, en el continente existe resistencia para aceptar al gas como una fuente limpia.
La Dirección de Petróleo de Noruega asegura que el país es «un proveedor competitivo y a largo plazo» de petróleo y gas para Europa. La cooperación energética entre la UE y Noruega se reforzó a finales de junio de 2022 a la luz de la guerra en Ucrania y la determinación de la UE de poner fin a la dependencia en los combustibles fósiles rusos.
La entidad del país nórdico señala que el gas, además de proporcionar energía con «una huella climática relativamente baja», puede utilizarse para equilibrar fuentes renovables variables como la energía solar y la eólica. «El gas también puede utilizarse para producir hidrógeno azul y convertirse en un importante portador de energía en la transición energética de Europa», agregó
Además, el NPD considera que el hidrógeno podría reforzar la «competitividad» del gas noruego y ayudar a crear un mercado para la captura y el almacenamiento de carbono.
Garantía de suministro energético
En sus perspectivas para el cierre de 2022, el Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento de la economía global de 3,2%, inferior en 0,4 puntos porcentuales a la estimada en abril. Debido a la guerra, a la desaceleración de China y al aumento de la inflación.
Sin embargo, los países idean opciones para crecer a corto y largo plazo y garantizar sus suministros energéticos. Además del petróleo, el gas, la energía nuclear y las renovables surgen en el panorama mundial.