por Adrià Calatayud | Pekín (Efe)
La rebaja del Banco Popular de China del tipo de cambio de referencia del yuan con el dólar, seguida por una caída de su cotización en el mercado, ha disparado los temores de que el nuevo sistema cambiario del país cause una devaluación profunda de la divisa asiática.
Mientras se discute sobre si la reforma anunciada este martes supone un paso hacia la liberalización de la segunda economía mundial o es una estrategia de las autoridades chinas para impulsar las exportaciones, la moneda ha perdido en dos días alrededor de un 3,5 % de su valor y amenaza con bajar aún más. El banco central chino ha anticipado en un comunicado que puede haber «fluctuaciones significativas» del tipo de cambio de referencia del yuan a corto plazo, hasta que el nuevo mecanismo cambiario se asiente.
La cotización del yuan está fuertemente controlada por las autoridades chinas, que cada día establecen un tipo de cambio de referencia (llamado «paridad central») y permiten que fluctúe hasta un máximo de un 2 % respecto a ese precio medio. Con el nuevo sistema, el emisor chino está obligado a tener en cuenta la cotización del yuan en el mercado de divisas de la jornada previa a la hora de fijar el tipo de cambio referencial del día.
Así, el Banco Popular apeló a la menor cotización de la moneda china de este martes respecto al tipo de cambio de referencia y al funcionamiento del recién adoptado mecanismo para reducir este miércoles otra vez el valor del yuan, un 1,62 %, que se suma a la devaluación de casi un 2 % del martes. El banco central chino definió esta variación como «normal» y defiende que «llevará cierto tiempo ajustar la cotización y las prácticas de intercambio, así como explorar y encontrar el precio de equilibrio».
Es previsible que este jueves haya otra depreciación de la moneda. Los analistas del departamento de investigación de BBVA cree que las autoridades del gigante asiático ha intervenido para estabilizar el tipo de cambio «pero se espera que las turbulencias en el mercado de divisas duren un tiempo».
¿Cuál ha sido el impacto en el resto del mundo?
La reforma cambiaria de China fue recibida este martes con cautela por Estados Unidos y aplaudida por la Comisión Europea.
También la valoró como un «buen paso» el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que Pekín busca contentar con esta reforma para que vea con mejores ojos la inclusión del yuan en su divisa interna, llamada Derechos Especiales de Giro (SDR, en inglés).
La devaluación de la divisa china ha provocado un terremoto en los mercados financieros internacionales, que ahora se preguntan cuánto puede bajar el yuan. Según la firma financiera japonesa Nomura, no puede descartarse que China trate de ponerse al nivel de otras divisas asiáticas, que en promedio se han depreciado un 12 % desde junio de 2012, lo que podría traer grandes movimientos en los mercados globales.
¿A qué responde está devaluación?
Algunos analistas interpretan que China podría estar entrando en una «guerra de divisas» con sus países vecinos, porque las reformas se pusieron en marcha poco después de que se publicaran, este sábado, los datos de comercio exterior del gigante asiático de julio, que mostraron importantes retrocesos. Las exportaciones del país bajaron un 8,3 % interanual el mes pasado y las importaciones otro 8,1 %.
Las varias e inesperadas caídas de las exportaciones en lo que va de año han dado varios quebraderos de cabeza a las autoridades chinas, acostumbradas a ver en ellas una de las principales fortalezas de su economía.
¿Mejorará la economía china?
La caída en el valor del yuan beneficia a sus empresas exportadoras, al abaratar sus productos, pero tiene contrapartidas como el riesgo de fuga de capitales y la reducción comparativa de la riqueza de China, en un momento en el que muchas de sus firmas realizan grandes inversiones en el exterior.
«El argumento de que China está intentando incentivar el crecimiento debilitando su moneda para impulsar las exportaciones no resulta convincente», aseguró el economista jefe para Asia-Pacífico de la agencia de calificación Standard & Poor’s, Paul Gruenwald, en un comunicado.
El banco central, en todo caso, confió en que «tras un corto periodo de adaptación» las fluctuaciones del yuan convergerán «en una zona razonablemente estable».