Por Andrés Tovar
02/01/2017
Las inundaciones en Chile han dejado a más de 4 millones de personas sin agua potable. Después de los meses secos del verano del país, las lluvias, más fuertes que de costumbre, provocaron inundaciones devastadoras fuera de Santiago este fin de semana. Mientras la lluvia caía en el río Maipo, el agua llevaba escombros de los deslizamientos de tierra, contaminando el suministro principal de agua potable de la región.
Se calcula que el daño causado por las inundaciones afecta al menos a 1 millón de personas. Hasta la noche del domingo, tres personas murieron, 19 desaparecieron y 373 personas quedaron varadas, requiriendo servicios de emergencia y rescate. Una de las víctimas, una niña de 12 años, murió cuando un deslizamiento de tierra atrapó y enterró el auto en el que se encontraba. Los cadáveres de otras dos víctimas fueron encontrados en un lecho de un río cerca de Santiago.
La gente también fue obligada a dejar sus hogares y puentes y otras obras de infraestructura quedaron destruidas. «La fuerza de la naturaleza barrió los puentes y dejó a 1.200 personas damnificadas», dijo Vanessa Marimon, gobernadora de la provincia de Cordillera, en los distritos afectados.
Equipos a cargo de la emergencia trabajan en terreno para conectar personas aisladas y restablecer el suministro de agua apenas sea posible.
— Michelle Bachelet (@mbachelet) February 26, 2017
Heavy rains in Chile cause floods, landslides that kill 3 https://t.co/0xW1lc5e4I pic.twitter.com/bBSxlpUQVm
— UPI.com (@UPI) February 27, 2017
Aguas Andinas, la empresa que suministra agua en Santiago, dijo que las lluvias continuas dificultan las reparaciones. La compañía ha establecido estaciones de agua de emergencia en algunas áreas, que inician el suministro a tempranas horas de la mañana en las regiones afectadas. Aunque el domingo por la noche, el 60% de los 6,5 millones de habitantes de la ciudad tenían su grifería seca y no tenían acceso al agua potable.
Las escuelas debían reabrirse después de las vacaciones de verano, pero se les dijo que permanecieran cerradas hasta nuevo aviso, al igual que las empresas y restaurantes de la zona.
Esta es la segunda gran inundación que el país ha experimentado en el último año. En abril de 2016, las inundaciones en la región de San Juan de Maipo obligó a cerrar las minas de cobre, una de las más grandes del país, según Reuters.
Chile parece estar atrapado en un período de extremos. La inundación se produce poco después de que las sequías dejaron a los agricultores del sur de Chile sin agua y los incendios forestales se extendieron por todo el país . Las oscilaciones reflejan los efectos desastrosos y escaladores del cambio climático .