Por Cambio16
27/1/2017
Chile vive una devastadora ola de inendios que ha obligado a la presidenta Michelle Bachelet a pedir ayuda internacional. Países como Colombia y Rusia ya han anunciado que enviarán apoyos. En España, solo la Comunidad de Madrid enviará ayuda en forma de voluntarios, según la red de emergencias de Chile.
Los incendios en Chile se vuelven con frecuencia una emergencia nacional; en este verano de 2017, (mes de enero) que ha presentado temperaturas récord, el número de fallecidos a causa de los incendios forestales ascendió este jueves a una decena de personas. La Conaf informó de que este jueves había un total de 103 incendios forestales, de los que 53 estaban en fase de combate, 48 bajo control y dos han sido extinguidos, con una superficie afectada de 273.533,7 hectáreas.
En Santa Olga, una localidad aledaña a la ciudad de Constitución, en la región del Maule, que fue totalmente consumida por el fuego durante la noche del miércoles y la madrugada de este jueves, fue encontrado el cuerpo de un hombre durante la revisión de los escombros. El fuego arrasó alrededor de un millar de viviendas, además de los cuarteles de la policía y los bomberos, escuelas, un centro de atención médica e instalaciones industriales.
La presidenta ha ordenado a sus ministros acelerar la ayuda a los damnificados y llamó a no sacar ventajas políticas de la catástrofe. «No vamos a bajar los brazos ni un segundo hasta que la situación esté controlada», dijo Bachelet a los periodistas tras reunirse en la sede del Ejecutivo con varios de sus ministros y subsecretarios para evaluar la situación y los pasos a seguir.
La mandataria aseguró que el Gobierno puso desde el comienzo todos sus esfuerzos para hacer frente a la emergencia, la peor de este tipo que ha sufrido Chile en su historia, aunque admitió que es difícil de controlar por las condiciones climáticas y por la intencionalidad que, al parecer, esconden varios de los incendios.
De hecho, en diversas regiones han sido imputadas hasta ahora alrededor de una quincena de personas como presuntos causantes de incendios. Bachelet subrayó que la magnitud de los incendios «excede la previsión de cualquier gobierno normal», y criticó los reproches de la oposición de derechas, que considera que el Ejecutivo reaccionó tarde a la emergencia.