Cepsa impulsa un modelo de producción y consumo basado en el aprovechamiento de los subproductos y energía para mejorar la eficiencia de sus instalaciones en todas sus áreas de negocio potenciando nuevas formas de energía sostenible. Su proyecto de economía circular pasa por la reutilización de residuos, la optimización en el consumo de materias primas, la reducción del impacto medioambiental en los recursos naturales, la producción menos intensiva de los servicios no renovables y el consumo responsable
Ante el ritmo actual de incremento de la población y del consumo mundial, la economía circular se erige como una de las palancas de crecimiento y desarrollo del siglo XXI. Frente a la economía lineal, basada en el modelo tradicional de “extraer, producir, consumir y tirar”, el reto al que nos enfrentamos consiste en virar hacia una economía circular, que mantenga en uso durante el mayor tiempo posible los recursos y materiales que producimos; reduzca al máximo los residuos, e impulse y generalice la valorización como uno de los mejores hábitos para garantizar el cuidado de nuestro entorno.
El modelo de economía circular permite reincorporar al proceso productivo los materiales que contienen los residuos para la producción de nuevos productos o materias primas. Asimismo, contribuye a eliminar las externalidades negativas de la actividad industrial, al tiempo que se garantiza el crecimiento económico, un mayor bienestar social, la eficiencia y la preservación y mejora del patrimonio natural y la biodiversidad, tal y como establece la Estrategia Española de Economía Circular 2030.
Recientemente, el Gobierno de España anunció la creación del Consejo de Economía Circular, una materia que está en el centro de atención de muchas de las medidas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El proyecto “España Circular 2030”, en el que están involucrados seis ministerios, tiene el objetivo de reducir un 30% el consumo de materiales en relación con el PIB y recortar un 15% la generación de residuos respecto a 2010.
Cepsa está firmemente comprometida con estos objetivos de eficiencia y sostenibilidad y se propone ser un agente dinamizador activo y relevante para la implantación de la economía circular en España.
La compañía energética dispone de un modelo de negocio integrado, con un sistema de producción y consumo que tiene en cuenta el aprovechamiento de subproductos y energía, así como las sinergias entre sus negocios y otras organizaciones. Por ello, su posicionamiento está en línea con el Plan de Acción para la Economía Circular adoptado por la Comisión Europea y la Estrategia Española de Economía Circular 2030.
CEPSA IMPULSA PROYECTOS QUE FAVORECEN LA ECONOMÍA CIRCULAR EN TODAS SUS ÁREAS DE NEGOCIO
Prueba de este compromiso es que Cepsa se encuentra adherida al Pacto Nacional por una Economía Circular, promovido por los antiguos ministerios de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y de Economía, Industria y Competitividad, junto a otros grupos de trabajo como el Comité Técnico de Normalización sobre Economía Circular (CTN 323), los internacionales ISO (ISO/TC 323/ WG 04) o el grupo de trabajo de bioeconomía y economía circular en su relación con la energía en Andalucía (Estrategia Andaluza de Bieconomía Circular).
Además, su apuesta por la economía circular está en línea con su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, en particular con el ODS 7 para la energía sostenible y no contaminante, y el ODS 12, referido a la producción y consumo responsables.
Implantación de proyectos en las áreas de negocio de CEPSA
El compromiso de Cepsa se traduce en la estrategia de la compañía por implantar proyectos que favorecen la economía circular en todos sus negocios. Entre ellos, destaca el proyecto de planta de reutilización de agua en la Refinería de Gibraltar-San Roque, que tiene previsto reducir el volumen de agua captada por la refinería en un 20%. Así, esta planta de reutilización permitirá, por un lado, aprovechar los recursos naturales captados por la refinería, y, por otro, fomentar una operación industrial más respetuosa con el medio ambiente.
Por su parte, como compañía líder mundial en tecnología Detal y producción de LAB (alquilbenceno lineal), principal materia prima de los detergentes biodegradables, Cepsa tiene en marcha el proyecto de conversión de la planta de alquilación de Puente Mayorga, situada en San Roque (Cádiz), que consiste en la transformación de la unidad convencional de producción de LAB, con tecnología que usa HF (ácido fluorhídrico), por tecnología Detal-Flex 2 Phenyl, convirtiéndose en la primera planta del mundo que realiza esta conversión y elimina el HF. Entre sus múltiples ventajas, mejora la eficiencia energética y reduce el consumo de materias primas, residuos peligrosos generados, emisiones de CO2 y los efluentes líquidos. Recientemente el proyecto ha sido reconocido en la sección española de los Premios Europeos de Medio Ambiente a la Empresa, organizados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), como ganador en la categoría de Proceso, que reconoce soluciones innovadoras y métodos de producción que contribuyen a un desarrollo sostenible.
Otro proyecto destacable es el de la Planta de Bioenergía de San Roque. Gracias al acuerdo con el gestor de residuos Solartia, que obliga a que el 100% de sus tierras filtrantes sean trasladadas mediante un gestor autorizado a una planta de biometanización, Cepsa contribuye a la reducción del volumen de residuos depositados en vertedero y fomenta una producción de electricidad y fertilizantes más sostenibles.
LA APUESTA DE CEPSA POR LA ECONOMÍA CIRCULAR SE ALINEA CON SU FIRME COMPROMISO CON LOS ODS DE LA AGENDA 2030
La investigación y el desarrollo enfocados a la recuperación de los residuos industriales van a jugar un papel crucial en la lucha contra el calentamiento global, la mejora de la calidad del aire en las ciudades y la transición energética.
El Centro de Investigación de Cepsa continúa trabajando en favor de la economía circular y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello, lleva a cabo diversos proyectos para transformar grasas animales y vegetales residuales en biocombustible.
CENTRO DE INVESTIGACIÓN. Laboratorios, equipos de última generación y plantas piloto capaces de reproducir los procesos que se llevan a cabo en los centros de producción.
Más allá de la actividad en España, la compañía desarrolla diversas iniciativas de economía circular en sus plantas internacionales. Ejemplo de ello es un proyecto desarrollado en el campo de producción de crudo de Los Ángeles, situado en la cuenca Ucayali, al este de Lima (Perú), donde se ha conseguido reducir el consumo de materias primas en el proceso de construcción de las losas de hormigón que sustentan los tanques de almacenamiento de crudo mediante la reutilización de residuos de perforación de los pozos exploratorios (lodos y recortes de perforación o cuttings).
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