Por Cambio16
17/6/2017
Crece la indignación y la protesta en Londres por la forma en que las autoridades han gestionado la crisis causada por el incendio en la torre Grenfell de la capital británica, que dejó decenas de muertos. Varias manifestaciones y asaltos a edificios oficiales se han desarrollado en Downing Street, Oxford Circus y en la sede del ayuntamiento de Kensington y Chelsea, al grito de «justicia para Grenfell».
Centenares de personas han irrumpido en el Ayuntamiento de Kensington y Chelsea, en el oeste de Londres, para protestar por la falta de respuestas tras el incendio del 14 de junio, informa la BBC. En un ambiente de dolor y creciente indignación, decenas de ciudadanos protagonizaron una sentada en el famoso cruce viario de Oxford Circus, mientras que otros se manifestaron cerca del despacho y residencia oficial de la primera ministra, la conservadora Theresa May, en el número 10 de Downing Street.
Previamente, una multitud se manifestó e incluso llegó a irrumpir en el Ayuntamiento de Kensington y Chelsea, que era el encargado del mantenimiento de la torre Grenfell, el bloque de 24 pisos de propiedad municipal que se quemó el 14 de junio.
Los residentes y vecinos del edificio, muchos de ellos personas con pocos recursos que vivían en pisos de protección oficial, acusan al Ayuntamiento de haber desoído durante años sus advertencias sobre la pobre seguridad del edificio y también lamentan la falta de ayuda a los supervivientes.
Los manifestantes piden asimismo la dimisión de May, a cuyo Partido Conservador reprochan las medidas de austeridad que llevaron a los ayuntamientos a efectuar recortes en áreas clave como vivienda y atención social. «May tiene que marcharse», «Justicia para Grenfell» y «Sangre en tus manos» son algunos de los mensajes coreados contra la jefa del Gobierno, a quien se ha tachado también de «cobarde» por eludir a los residentes en su visita de ayer al lugar del suceso.
En otra visita a unas víctimas alojadas en la iglesia de Saint Clement, durante la cual fue asimismo criticada por evitar a la expectante multitud, May anunció que se destinarán 5 millones de libras (5,7 millones de euros) para proporcionar ayuda de emergencia a los damnificados. La reina Isabel II y su nieto y segundo en la línea de sucesión, el príncipe Guillermo, acudieron también al lugar de los hechos, donde conversaron con residentes y voluntarios que atienden a las víctimas. Los supervivientes están descontentos por que no han recibido suficiente información sobre sus seres queridos y lamentan que, en contra de lo prometido, algunos están siendo realojados lejos del barrio, lo que dificulta aspectos de su vida cotidiana, como la escolarización de los niños.
Los voluntarios que se ocupan de la intendencia denuncian por su parte que falta coordinación por parte de las autoridades. En respuesta a las demandas de los vecinos, que hoy penetraron en masa dentro del consistorio, el Ayuntamiento de Kensington y Chelsea ha hecho una serie de promesas por escrito, pero los damnificados recriminan al primer edil conservador que no les haya recibido. Varios famosos británicos han ofrecido ayuda económica o de otro tipo a los afectados, entre ellos las cantantes Adele y Lily Allen, el actor Tom Hardy y los hijos de David y Victoria Beckham, que el jueves hicieron de voluntarios en un centro de acogida.