En el siglo XXI las guerras también son informáticas. El conflicto entre Rusia y Ucrania ya se ha desplazado al ciberespacio, y ha tomado las tecnologías de comunicación e información como campo de operaciones. Tras la invasión de Ucrania por parte del presidente Vladimir Putin los medios de comunicación a nivel mundial no han parado de informar. Sin embargo, algunos han denunciado la censura al no poder calificar la invasión como tal, pues podrían sufrir represalias. Esta semana la agencia de noticias estatal rusa Ruptly enfrentó un éxodo masivo de personal ya que se les impedía usar el término «invasión». En su lugar debían describir como una «operación especial» cuando se refirieran al despliegue militar en Ucrania.
La agencia con sede en Berlín tuvo varias objeciones editoriales que llevaron a que decenas de empleados hayan renunciado en los últimos días. El director de marketing, Sean Lynn, fue uno de ellos. Tres editores senior y un jefe de planificación de Ruptly también renunciaron este lunes. «Algunos de nuestros colegas se van», dijo la directora ejecutiva Dinara Toktosunova. «Por el momento, mantendremos Ruptly funcionando tanto como sea posible, pero, por ejemplo, los turnos de noche no contarán con personal temporalmente», dijo.
Renuncias masivas en Ruptly son la gota que colma el vaso
La agencia establecida en 2013 es parte del imperio de noticias de la aliada de Putin, Margarita Simonyan. A ella se le atribuye el empeoramiento de las tensiones sociales en los países occidentales al centrarse en lo que podría ser cualquier discordia en la región.
Por su parte, la directora de contenido, Ekaterina Mavrenkova, instó al personal que queda a no obsesionarse con las palabras precisas. «Todas las palabras que hemos estado usando no distorsionan la realidad de ninguna manera», dijo. «Con todas estas sutilezas lingüísticas, hay formas de presentar la imagen objetivamente sin caer en ningún bando».
Las decenas de renuncias de estos días son el último y el más fuerte golpe que ha podido recibir la red de radiodifusión internacional de Rusia. Este año planeaban lanzar una nueva edición en alemán de RT para la que dijo que tenía como objetivo contratar a unos 200 empleados. Sin embargo, las autoridades alemanas dijeron que aún no tienen la licencia de transmisión requerida, por lo que no se les ha permitido su lanzamiento.
Aumenta la presión sobre los medios rusos
El regulador de comunicaciones de Rusia acusó a al menos 10 medios de comunicación locales de «representar falsamente» lo que sucede en Ucrania. Rusia lo llama «operación militar especial en Ucrania» y pretenden que así se le llame en los medios, por lo que han pedido «parar de distribuir información falsa sobre el evento».
Entre los medios que figuran en la lista de advertencia están Echo Moskvy, una estación de radio popular, y Novaya Gazeta, un periódico crítico con el gobierno cuyo editor en jefe, Dmitry Muratov, recibió el premio Nobel de la Paz el año pasado. También InoSMI, Mediazona, New Times, Dozhd, Svobodnaya Pressa, Krym.realia, Zhurnalist y Lenizdat. El regulador ordenó a los medios de comunicación que eliminaran inmediatamente la información «ofensiva» o enfrentarían acceso restringido a sus sitios web y se enfrentarían a multas de hasta 5 millones de rublos.
Desde que inició la invasión en Ucrania, Roskomnadzor (el Servicio Federal de las Comunicaciones Ruso) obliga a los medios locales a informar y cubrir los acontecimientos basándose únicamente en los datos de las fuentes oficiales rusas. El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, también hizo un llamamiento a los medios de comunicación «para que estén atentos». «Exhortamos a todas las redacciones de los medios de comunicación a que estén atentas y no se conviertan en víctimas ciegas de la presión informativa de los conservadores occidentales sobre nuestro país», dijo el ministerio militar ruso en un comunicado.
Reporteros sin Fronteras
En su pagina web,la organización defensora de los periodistas y el derecho a informar, subraya que apoya los esfuerzos de los periodistas y medios de comunicación independientes rusos por ofrecer una cobertura informativa fiable, a pesar de la represión impuesta por el Kremlin a raíz de la guerra en Ucrania, que ha aumentado los numerosos obstáculos a los que ya tenían que hacer frente.
Señala que El regulador de los medios de comunicación de Rusia, Roskomnadzor, se ha convertido en un «Ministerio de la Verdad», como ha señalado valientemente el Sindicato independiente de Periodistas y Trabajadores de los Medios de Comunicación. Las palabras «guerra», «ataque» e «invasión» están ahora prohibidas en los medios de comunicación. Sólo se permite la información procedente de «fuentes oficiales rusas» -el Ministerio de Defensa-. La información sobre las pérdidas militares o la moral de las tropas ya estaba coartad desde octubre. Cualquier intento de dar esa cobertura se expone a ser procesado o incluido en la lista de «agentes extranjeros».
Bloqueados medios de información en línea
Roskomnadzor bloqueó el acceso a unos seis medios de comunicación por su cobertura de la guerra: Nastoyashchee Vremya, un canal de televisión en línea dirigido por la emisora estadounidense Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) con sede en Praga, Krym Realii, una filial de RFE/RL en Crimea, el medio de comunicación de la oposición The New Times, el periódico estudiantil Doxa, la versión rusa de la agencia de noticias Interfax-Ucrania y el sitio de noticias progubernamental ucraniano Gordon. Una verdadera batida contra la libertad de prensa.
Jeanne Cavelier, responsable del área de Europa del Este y Asia Central de RSF, declaró:
«La guerra de la información está en pleno apogeo en Rusia. El presidente Vladimir Putin necesita poner a todos los medios de comunicación en pie de guerra para justificar la invasión de Ucrania ante los ciudadanos rusos, ocultando las víctimas del conflicto. Pero la era de «Pravda» ya terminó. Apoyamos a los medios de comunicación independientes que están ofreciendo una cobertura informativa fiable en este contexto tan tenso».
El director de Novaya Gazeta, el premio Nobel de la Paz Dmitry Muratov, publicó un vídeo en el que pedía un gran movimiento contra la guerra y publicó la edición del 26 de febrero tanto en ruso como en ucraniano, como muestra de solidaridad. Probablemente, la revista Journalist también la procesarán por publicaren su sitio web un vídeo que contiene la palabra «guerra». Aunque posteriormente lo retiró.
El Kremlin dice que «son falsas» las noticias de bombardeos a objetivos civiles
Roskomnadzor ha acusado a estos medios de comunicación de publicar «información falsa sobre el bombardeo de ciudades ucranianas y la muerte de civiles en Ucrania, como resultado de las acciones del ejército ruso, así como contenidos en los que se califica la operación en curso de «ataque», «invasión» o «declaración de guerra».
Luego de las advertencias de Roskomnadzor, medios de comunicación han borrado contenidos que no eran del agrado del Kremlin, por temor a que sus sitios web fueran bloqueados o a que se les impusiera una multa de hasta 5 millones de rublos (más de 50.000 euros). Fue el caso de Prospekt Mira, un medio de comunicación online con sede Krasnoyarsk, que tuvo que retirar un artículo que hacía referencia a las explosiones en ciudades ucranianas.
Las redes sociales también han sido objeto de ataques. Los proveedores de acceso a Internet han restringido el acceso a Twitter, mientras que Roskomnadzor ha comenzado a restringir el acceso a Facebook. Pavel Durov, fundador del servicio de mensajería encriptada Telegram, dijo que pensaba restringir el acceso a su plataforma en Ucrania y Rusia, debido a la difusión incontrolada de noticias falsas en muchos canales de Telegram, pero luego se retractó.
Es censura y una violación a la Constitución
Varios internautas han mostrado su inconformidad en redes sociales. Diciendo que se trata de «una violación directa de la Constitución» y que por más que traten de disfrazarlo es censura. Califican la exigencia del regulador como «una advertencia» para los medios de comunicación y periodistas.
Hugh Williamson, director de la división de Europa y Asia Central de Human Rights Watch, dijo que durante la última década las autoridades rusas «han recurrido a una red de leyes ambiguas y pretextos endebles para intimidar y acosar a las voces independientes y disidentes”. “Ahora están imponiendo descaradamente una censura combinada con una narrativa falsa que exigen que todo el mundo repita como un loro”.
Las compañías bloquean los canales controlados por Putin
El domingo pasado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que las agencias de noticias estatales rusas RT y Sputnik (también dirigidas por Simonyan) serían expulsadas de la Unión Europea. Meta Platforms, empresa matriz de Facebook, y Twitter también han tomado acciones en contra de ambos medios de comunicación. Como restringir el acceso en sus plataformas en toda la Unión Europea y advertir a los usuarios de los demás países que es un medio controlado por el estado. Un comportamiento que califican desde Rusia como «inaceptable».
El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que los gigantes tecnológicos occidentales no se cansan de «incitar a la guerra«. Por lo que ha tomado ciertas acciones como ralentizar las velocidades de carga de Twitter por no eliminar las «publicaciones falsas sobre la ‘operación especial’ de Rusia en Ucrania».
Desde hace un año Rusia ha estado bloqueando Twitter en dispositivos móviles. Esto como parte de una campaña más amplia para el control de Internet que, según los críticos, amenaza la libertad individual y corporativa. En cuanto a Facebook, de Meta, Moscú también ha restringido parcialmente el acceso en el país.
Meta y Google vetan medios de comunicación rusos
Mientras tanto, el Roskomnadzor dijo que escribió a Meta (que engloba a las redes sociales Facebook, Instagram y WhatsApp) «exigiendo la eliminación inmediata de las restricciones a los medios de comunicación respaldados por el estado RT y Sputnik». Oleg Gavrilov, subjefe del departamento de información y prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que se debe crear un sistema para «responsabilizar a los instigadores extranjeros de la guerra contra Rusia». Y así fortalecer la seguridad rusa.
Google también anunció esta semana que YouTube bloqueará geográficamente los medios de comunicación afiliados al Kremlin Russia Today y Sputnik en Europa. La decisión se toma tras la presión para sofocar la propaganda de guerra rusa. «Debido a la guerra en curso en Ucrania, estamos bloqueando los canales de YouTube conectados a RT y Sputnik en toda Europa. Con efecto inmediato», escribieron en Twitter.
El lunes, el comisario de mercado interior de la UE, Thierry Breton, realizó una videollamada con los directores ejecutivos de Google y YouTube para presionarlos para que intensifiquen sus esfuerzos. Y es que YouTube es una de las redes principales de ambos medios y alberga miles de videos. Incluso RT afirma ser «la red de noticias más vista en YouTube».
Por su parte, la Comisión Europea señaló que las plataformas RT y Sputnik no son «medios de comunicación» sino parte de la «maquinaria de guerra de Rusia», lo que justifica el veto de sus emisiones en territorio comunitario. Según la Comisión, los medios sancionados «promueven visiones en este conflicto que están absolutamente controladas por el aparato del Estado ruso». Y por tanto «no representan en absoluto a ningún tipo de medio de comunicación que intenta aportar una cobertura equilibrada».
Microsoft y la empresa china TikTok también anunciaron restricciones similares a los medios rusos. Optando por bloquear geográficamente las cuentas de medios afiliados al estado, en lugar de suspender o prohibir sus cuentas por completo.
Detenciones de periodistas
Desde el 24 de febrero, cuando comenzó el ataque contra Rusia, han sido detenidos periodistas por emitir informaciones relacionadas con la guerra. Polina Ulanovskaya, del diario digital SotaVision, y otros tres reporteros de sitios de noticias locales – Valeria Dulskaya, de 93.ru, y Valeria Kirsanova y Nikita Zyrianov, de Yuga.ru – fueron detenidos brutalmente mientras cubrían una manifestación contra la guerra, en la ciudad suroccidental de Krasnodar el 27 de febrero.
El 24 de febrero, tres reporteros del servicio ruso de la RFE/RL, Radio Svoboda, Ivan Voronin, Artyom Radygin y Nikita Tatarskiy, fueron detenidos mientras cubrían una manifestación contra la guerra en Moscú, y pasaron seis horas en una comisaría antes de ser puestos en libertad sin cargos, tras la intervención de sus abogados.
Los periodistas de Novaya Gazeta Ilya Azar e Ivan Zhilin, y dos periodistas de Radio Svoboda, el reportero Sergei Khazov-Kassia y el camarógrafo Andrei Kiselev, pasaron más de dos horas en una comisaría el 26 de febrero, tras ser detenidos cuando se disponían a cubrir una protesta antibélica en Belgorod, ciudad cercana a la frontera con Ucrania.
Como principales víctimas de la represión gubernamental, los periodistas también han protestado, a pesar de los riesgos. Algunos han sido detenidos cuando se encontraban solos con un cartel que criticaba la censura, la única forma de protesta permitida. A Elena Chernenko, directora de la sección de exteriores del diario económico Kommersant, fue excluida del grupo de reporteros acreditados por el Kremlin por publicar una carta abierta contra la guerra firmada por más de 300 periodistas. En la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021 de RSF, Rusia ocupa el puesto 150 de 180 países.
La Unión Europea suspende las transmisiones de los medios pro-Kremlin
La Unión Europea mantendrá suspendida la difusión de los medios pro-Kremlin Sputnik y Russia Today (RT) «hasta que se ponga fin a la agresión a Ucrania y hasta que la Federación de Rusia y sus medios asociados dejen de llevar a cabo acciones de desinformación».
En el comunicado del Consejo, publicado en el Diario Oficial de la UE, se señala que las medidas afectarán a cinco entidades legales de RT que transmiten en varios canales y lenguas –inglés, francés, español y alemán, entre ellas–.
El alto representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo que el Kremlin aplica la manipulación sistemática de la información y la desinformación como una herramienta operativa en su asalto a Ucrania. «También es una amenaza significativa y directa al orden público y la seguridad de la Unión», añadió.