La Comisión Europea retrasó la controvertida decisión sobre si las plantas de energía de gas natural deben ser etiquetadas como «verdes». A medida que aumentan las tensiones sobre el papel que juegan el gas natural y la energía nuclear en la transición energética.
Estados miembros, empresas energéticas, organizaciones ecologistas estaban pendientes de la decisión que este miércoles adoptaría la CE. Las expectativas y las presiones crecían en torno a la clasificación del gas natural, que tradicionalmente se etiqueta como combustible fósil. Sin embargo, los inversores potenciales no tendrán una visión clara sobre el estado del gas natural y la energía nuclear hasta fin de año.
La decisión tan esperada, potencialmente desbloquearía miles de millones en fondos para proyectos sostenibles, pero fue retrasada. Por lo pronto y tras amplias deliberaciones, publicó el sistema para clasificar las inversiones verdes en sectores desde la industria hasta el transporte, que entrará en vigencia en mayo.
La «taxonomía de las finanzas sostenibles» de la UE es una lista compleja de actividades económicas y las reglas que deben cumplir para ser consideradas ecológicas. A partir del próximo año, decidirá qué actividades pueden etiquetarse como inversión sostenible.
Al hacer que las inversiones ecológicas sean más visibles para los inversores, Bruselas espera ayudar a dirigir grandes sumas de capital privado a actividades que apoyen los objetivos climáticos de la UE. También pretenden acabar con el «lavado verde», por el que las organizaciones exageran sus credenciales medioambientales.
«Estamos dando un salto adelante con la primera taxonomía climática. Ayudará a las empresas e inversores a saber si sus inversiones y actividades son realmente ecológicas», dijo el vicepresidente ejecutivo de la Comisión, Valdis Dombrovskis.
CE y el etiquetado verde
Si bien la CE retrasó la decisión sobre el etiquetado verde a las plantas de gas natural, sí publicó criterios relacionados con el clima para inversiones «verdes». Esto van desde la renovación de edificios hasta la fabricación de cemento, acero y baterías, reflejando los planes preliminares informados previamente por Reuters.
La Comisión reiteró que abordará el gas natural en un segundo conjunto de criterios que se presentarán a finales de este año. La energía nuclear también se está examinando por separado.
Las reglas sobre esos temas han enfrentado meses de feroz cabildeo por parte de los gobiernos y la industria. El gas y la energía nuclear han demostrado ser los más polémicos en el debate.
Los asesores de la UE y los estados de la UE occidentales y nórdicos típicamente más ricos dicen que no es creíble etiquetar el gas, un combustible fósil, como verde. Los estados del centro y el este dicen que debería promoverse para ayudarlos a dejar el carbón más contaminante.
Europa y su objetivo de sostenibilidad
Algunos expertos de la CE y grupos ecologistas fijaron posición sobre el listado de clasificaciones y el etiquetado verde. Dijeron que las secciones sobre silvicultura y bioenergía eran inaceptablemente laxas. Las reglas se aplicarán a menos que sean bloqueadas por la mayoría de los países de la UE o por el Parlamento Europeo, lo que se considera poco probable.
Para obtener una etiqueta sostenible, una actividad debe realizar una contribución sustancial a uno de los seis objetivos medioambientales y no obstaculizar los otros cinco. Las reglas publicadas cubren dos de esos seis objetivos: combatir el cambio climático y adaptarse a sus impactos.
Europa se ha fijado el objetivo de convertirse en el primer continente en alcanzar el objetivo de cero neto para 2050 en el marco del Acuerdo Verde Europeo. Esto se ha convertido en una parte importante de la formulación de políticas de Bruselas en los últimos años, y todos los aspectos de la infraestructura de la UE se enfrentan a revisiones para cumplir los objetivos del Acuerdo.
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