En medio de una fuerte escasez global de semiconductores, la Comisión Europea (CE) aprobó varias medidas, legales y económicas, que buscan garantizar a la región el suministro de esos dispositivos. Reducir costes e impulsar el liderazgo tecnológico europeo en chips. Achicando su dependencia de los grandes polos de producción como China.
Los semiconductores son circuitos integrados que permiten que dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, microondas o ascensores, procesen, almacenen y transmitan datos. La producción de chips sigue siendo crucial para la industria de automóviles.
Con el cierre de fábricas y el aumento de la demanda de equipos electrónicos durante la pandemia, se generó una crisis de semiconductores. Provocando largas demoras en las entregas y altas pérdidas para los fabricantes de coches, computadoras y equipos médicos y de salud. También desveló la alta vulnerabilidad del desarrollo de los países respecto a los chips. Y el limitado número de actores determinantes en un contexto geopolítico complejo.
En ese contexto, la CE decidió actuar y evitar, a futuro, ese dolor de cabeza de los semiconductores. La CE propone “un conjunto de medidas para garantizar la seguridad de suministro, la resiliencia y el liderazgo tecnológico de la UE. A través de una nueva Ley Europea de ‘Chips’.
La Ley prevé, entre otras cosas, una iniciativa que reúna recursos. De la Unión Europea, de sus estados miembros y de terceros países asociados a los programas existentes de la UE, así como del sector privado. Por un total de 11 000 millones de euros «para reforzar la investigación, el desarrollo e innovación y la implementación de herramientas avanzadas de semiconductores. También en la capacitación de personal.
CE se activa ante crisis de semiconductores
El propósito de las medidas es cuadruplicar la producción de semiconductores en Europa con vista a 2030 y lograr al menos un 20% del mercado global. Además de evitar problemas de suministro en el futuro.
En suma, se movilizarán más de 43.000 millones de euros de inversión pública y privada para prevenir, anticipar y responder a alguna interrupción de las cadenas de suministro.
Sintonizado con los objetivos de la CE de reforzar la industria de semiconductores en Europa, EE UU presentó a finales de enero un proyecto de ley que busca posicionar a ese país en la producción de chips.
La propuesta de EE UU pretende generar una inversión de 52.000 millones de dólares para subsidiar la producción nacional de estos componentes. Usados para la fabricación de coches, la producción militar, manufacturera y las tecnologías de avanzada.
En el caso europeo, dijo la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, que «nos hemos impuesto la meta de tener en 2030 el 20% del mercado global de semiconductores», el doble que hoy. Apuntó que en la actualidad esa participación del mercado es de 9%. «Como la demanda global se duplicará en ese período, esto significa cuadruplicar la producción de semiconductores en el territorio europeo», dijo.
Asimismo comentó que «la Ley de Chips se basará en las fortalezas de Europa, organizaciones y redes de investigación y tecnología líderes en el mundo. Así como en albergar a fabricantes de equipos pioneros y abordar las debilidades notables».
El declive en la producción de semiconductores en la UE, a raíz del cierre de fábricas y luego de la pandemia, tuvo un impacto contundente. Especialmente en la industria automovilística en los últimos tres años. Escenario que motivó una mayor dependencia de productores asiáticos provenientes de Taiwán y Corea del Sur.
Estados Unidos y Japón en la competencia
En adición a los volúmenes de inversión, está prevista una nueva estructura para garantizar la seguridad del suministro. Un nuevo fondo para facilitar el acceso a la financiación de las ‘startups’ (empresas de nueva creación). Y la coordinación entre miembros de EE UU y la CE para monitorear el suministro de semiconductores, estimar la demanda y anticipar la escasez.
Corresponde al Parlamento y al Consejo Europeo debatir estas propuestas de la Comisión en el marco del procedimiento legislativo ordinario. Y, en caso de que se apruebe y cuando se adopte, el reglamento será directamente aplicable en toda la UE.
Pese a la crisis y la alta dependencia, se han dado pasos que han fortalecido la producción europea de chips, en la denominada Silicon Sajonia, en Alemania. Se ha establecido un polo del que sale, según sus datos, uno de cada tres chips fabricados en Europa. Y hace solo unos meses Bosch abrió una nueva fábrica de semiconductores en Dresde.
Mientras Estados Unidos y la Unión Europea llevan meses debatiendo cómo revertir la escasez de chips, la nueva gestión de Japón ha tomado cartas en el asunto. Está decidido a revitalizar su industria de semiconductores. A finales de la década de los ochenta superaba a la de EE UU pero que ahora apenas representa el 10% de la producción mundial.
En octubre de 2021, Sony y TSMC llegaron a un acuerdo para invertir en la construcción y operación de una planta en Japón. Sería la primera vez que TSMC, el principal fabricante mundial de chips sofisticados por encargo, junto con Samsung, disponga de una planta en suelo japonés. Está previsto que la construcción empiece este año y la producción arranque a partir de 2024. El coste aproximado del proyecto es de un billón de yenes, unos 8.800 millones de dólares.
Ford recortará su producción
Ford anunció que ocho de sus fábricas repartidas por EE UU, México y Canadá sufrieron cortes en sus líneas de producción. La culpa, una vez más, será la falta de semiconductores, que desde hace un tiempo está causando pérdidas a los fabricantes de coches del mundo.
La empresa dijo que las líneas de producción afectadas serán las de Michigan, Illinois, Kansas City, Dearborn, Kentucky, Louisville, Cuautitlan (México) y Oakville (Canadá).
“La escasez mundial de semiconductores sigue afectando a las plantas de Ford en América del Norte. Junto con los fabricantes de automóviles y otras industrias del mundo. Detrás de escena, tenemos equipos trabajando en cómo maximizar la producción. Con un compromiso continuo de construir cada vehículo de alta demanda para nuestros clientes con la calidad que esperan”, informó Ford.
Los planes para triplicar la producción del Mustang Mach-E han recibido un duro golpe. Y ahora la versión electrificada del muscle car permanecerá en la línea de ensamblaje hasta que se normalicen los suministros de semiconductores.
Indicó Ford que además del crossover, también se verán afectados modelos como la F-150, que se produce en Kansas City. Y la Transit, que ahora tendrá un solo turno de producción en la misma planta.
Entretanto, todos los países industrializados quieren frenar la repetición de una nueva crisis de chips y se han lanzado a la competencia por producir sus semiconductores, está la CE, EE UU y Japón, entre otros.
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