Por Cambio16
09/01/2018
A 100 años de aquel suceso, aún existen dudas que las causas de la gripe española no se hayan originado en España.
Muchos han oído hablar de la pandemia de gripe española de 1918.
Comenzó con fiebre leve. A los pocos días, lo que inicialmente los médicos llamaron «fiebre de tres días» había escalado a males mayores.
Las víctimas desarrollaron manchas marrones en sus mejillas y la falta de oxígeno hizo que sus labios (y eventualmente sus caras enteras) se volvieran azules a medida que el líquido llenaba sus pulmones.
Muchos se asfixiaron hasta la muerte.
La gripe española mató a más de 50 millones de personas en todo el mundo, cobrando más vidas que la Primera Guerra Mundial.
Pero, ¿realmente se originó en España?
El debate sobre las causas de la gripe española
La gripe española fue llamada así por causar millones de muertes en España poco después de su identificación.
Entre los afectados, se encontraba Alfonso XIII, de ahí que la pandemia fuese bautizada con el nombre del país.
Pero el punto exacto de origen de las causas de la gripe española ha sido objeto de acalorados debates.
Y muchos aseguran que todo comenzó en EEUU.
Existe una teoría arraigada de que Camp Funston, una base del ejército estadounidense, fue el hogar del primer brote confirmado el 11 de marzo de 1918.
A las pocas horas de que el primer soldado cayera enfermo, docenas más se enfermaron de gripe.
Y, al final de la semana, al menos 500 personas en la base estaban enfermas.
Sin embargo, al menos un historiador cree que el brote comenzó en 1917 en China.
Consultados por National Geographic, estos historiadores afirman que y que la gripe fue propagada por trabajadores chinos contratados para trabajar en Francia y Gran Bretaña durante la Primera Guerra Mundial.
Esto también explicaría por qué la enfermedad fue tan bien viajada en todo el mundo.
A partir de ahí, esta gripe altamente contagiosa se extendió como un reguero de pólvora, cobrando vidas en Inglaterra, Francia, Alemania y España.
La pandemia también continuó en China, India, Japón y el resto de Asia antes de volver a aparecer en los EEUU.
En este último país, más de 50,000 personas se enfermaron y murieron repentinamente.
Libros, películas o series como la mundialmente conocida «Downtown Abbey» han contribuido a arrojar luz sobre un capítulo del pasado reciente que décadas atrás ocupaba poco más que una nota a pie de página en el relato de la Primera Guerra Mundial.
¿Sigue viva la gripe española?
La cepa virulenta, la principal de las causas de la gripe española, finalmente disminuyó.
Pero la amenaza no desapareció por completo.
Algunos científicos aseguran que sigue viva, gracias a una cepa ancestral de la gripe H1N1, que aún aparece hoy en día.
Los investigadores recalcan que la «gripe española» no constituyó un caso aislado.
Por el contrario, fue una especie de prototipo de las futuras pandemias.
Efectivamente, así ocurrió primero con la gripe asiática, con cerca de un millón de víctimas fatales en 1957.
Y después con la gripe de Hong Kong, con cerca de 700.000 muertos en 1968.
Los expertos consideran que hoy en día sería complicado que se diese una situación similar a la de 1918.
Las condiciones de vida de entonces, alegan, eran mucho peores que las actuales.
Asimismo, muchas personas sufrían de forma paralela otras enfermedades como la tuberculosis.
Además, en la época todavía no existían los antibióticos.
Ahora, los retos son otros. En el presente los esfuerzos se centran en diseñar estrategias para combatir la resistencia a los antibióticos.
Al tiempo que se da por descontado que, en un mundo globalizado como el actual, una pandemia como la «gripe española» se expandiría a mucha mayor velocidad por todo el mundo que en 1918.