Por Cambio16
14/11/2017
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«Ahora entendemos que ser un movimiento pacífico nos lleva a un camino más largo», afirmó en una entrevista con RAC1 Toni Comín, que se encuentra desplazado a Bruselas junto al expresidente catalán Carles Puigdemont y otros tres consejeros cesados.
Las palabras de Comín siguen la línea de lo expresado en los últimos días por varios líderes independentistas que han utilizado el calificativo de «precipitada» para valorar lo que fue la derrotada resolución del Parlamento de Cataluña sobre la proclamación de la república catalana, sobre todo en un escenario en el que el Gobierno autonómico no podía garantizar su implementación.
El requiem del secesionismo lo ha encabezado el propio Carles Puigdemont y sus «alternativas». Luego de una casi empecinada actitud que veía al separatismo como «el único camino posible», y tras la efervecencia del proceso legal en su contra, ahora su última defensa se «reconcilia» -convenientemente- con el Estado de Derecho. Lo que no explica es cómo les van a explicar a esas “masas” que lo apoyaron que todo era un “pulso al Estado” y que no era más que un intento de broma pesada, por interpretar a Carme Forcadell.
El expresident es la punta del iceberg de un independentismo que ha asumido en las últimas horas su incapacidad para desarrollar su movimiento o, lo que es lo mismo, el engaño a los que siguieron su causa.
«El Govern no estaba suficientemente preparado para aplicar la independencia», aseguró el 12 de noviembre la exconsejera catalana de Enseñanza, Clara Ponsatí.
Y del mismo modo, Sergi Sabrià, portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña —uno de los partidos integrantes de la coalición independentista que formó Gobierno en la pasada legislatura— valoró que las autoridades gubernamentales no estaban preparadas para dar valor y dotar de contenido real a la proclamación de la república.
En términos similares se expresó este 14 de noviembre Joan Tardà, diputado de ERC, que se refirió a la decisión del Gobierno catalán de no dar desarrollo a la declaración de independencia como un ejercicio de responsabilidad.
Pero más duro ha sido el exconsejero de Empresa catalán, Santi Vila, quien aseguró en una entrevista televisada por LaSexta durante la noche del 12 de noviembre que las leyes aprobadas por el Parlamento de Cataluña para dar cobertura legal al referéndum y a un posterior proceso constituyente eran un «disparate».
Cataluña, en las urnas está el futuro
Lo que no se debe dejar fuera de foco, en tiempos de carrera electoral y metamorfosis ideológica, ha sido enorme el daño económico, social, político y de imagen internacional que han causado Puigdemont y compañía al pueblo español, de unas proporciones que será difícil de calcular.
Los últimos números de la Agencia Tributaria han detectado además una caída del porcentaje de las ventas de las firmas con domicilio fiscal en Cataluña. La primera quincena de octubre acumulaban una media de 22,4% de la facturación del total nacional, un dato que ha bajado casi tres puntos, al 19,6% en la segunda quincena. Más de mil empresas se fueron de la comunidad en octubre.
Y lo más preocupante: el daño social; las rencillas y heridas que se empezaban, a no olvidar, pero si ir cicatrizando, han sido reavivadas con el daño que todo ello podría haber conllevado. En este sentido, las elecciones del 21 de Diciembre será la fecha y la hora para sentar una sólida base que, en función del resultado, determine cómo hablar, a quien escuchar y cambiar lo que tenga que cambiar, siempre en el marco de la ley y el Estado de Derecho.
Devolver a Cataluña a su carril de siempre, el del sentido pujante, requiere votar, pero votar bien, sentido. Del buen sentido de quienes quieren lo mejor para ella.
Postales del duelo
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Puigdemont: «Es posible una solución diferente de la independencia»
«Estoy dispuesto, y siempre , lo he estado, a aceptar la realidad de otra relación con España», dijo el líder del Partido Demócrata Europeo Catalán?? (PDeCAT) en una entrevista publicada el lunes por el diario belga «Le Soir». Ante la pregunta de si su postura es «independencia o muerte», sorprendió con su respuesta. «¡Nunca! Siempre he estado a favor de un acuerdo», aseguró. «Es posible una solución diferente de la independencia».
Joan Tardà: No hubo «una mayoría» que quisiera la independencia
El veterano diputado nacional de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), partido socio en el Govern de Puigdemont, consideró hoy que una de las máximas de su formación es que «Cataluña será independiente si hay una voluntad mayoritaria y perseverante de los ciudadanos», para luego rematar: «Todavía no somos independientes porque no ha existido una mayoría de catalanes que lo haya querido».
Clara Ponsatí: «No estábamos preparados»
«El Govern no estaba suficientemente preparado para aplicar la independencia», admitió el lunes en la radio catalana Rac 1 la ex consejera Clara Ponsatí (ERC), que se encuentra en Bruselas con Puigdemont. «No estábamos preparados para dar continuidad política de forma sólida a lo que hizo el pueblo de Catalunya el 1 de octubre».
Sergi Sabrià: El Govern no estaba preparado para la «violencia» de España
Consultado por las palabras de Ponsatí, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, coincidió el lunes: «El país y el Govern no estaban preparados para hacer frente a un Estado autoritario y sin límites a la hora de aplicar la violencia. El Govern tenía una línea roja, que era la de la no violencia».
Santi Vila: Las leyes de desconexión»eran un sinsentido»
El ex consejero Santi Vila (PDeCAT), que dejó el cargo un día antes de que el Parlamento catalán aprobara el 27 de octubre crear una república soberana, reconoció el domingo en el canal La Sexta que las llamadas «leyes de desconexión» aprobadas el 6 y 7 de septiembre «eran un sinsentido» y que el propio Puigdemont «no era especialmente partidario de esas iniciativas».
Carme Forcadell: La independencia no tenía valor jurídico
Al declarar el jueves pasado como investigada por presuntos delitos vinculados al plan soberanista, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, explicó al parecer que la declaración independentista del 27 de octubre en la Cámara era un gesto político sin valor jurídico. Evitó así la cárcel tras el pago de una fianza, a diferencia de ocho ex consejeros que quedaron en prisión preventiva una semana antes.
Toni Comín: No se explicó el lado «inquietante» de la independencia
En la radio catalana Rac 1, el ex consejero de Salud catalán Toni Comín, también desplazado a Bruselas con Puigdemont, admitió hoy: «Quizás insistimos poco en la parte más inquietante del relato», y añadió: «Quizás se insistió demasiado en aquellas cosas que sonaban mejor porque así tenías la gente más cohesionada».
Marta Pascal: «Hemos dado por muy fácil» algo que no lo era
La coordinadora general del PDeCAT fue una de las primeras en hacer autocrítica el 31 de octubre: «Lo que nos ha pasado es que hemos dado por muy fácil algo que quizás no es tan fácil, pero que era posible, lo hemos hecho posible ahora», dijo en una entrevista con el canal catalán TV3. «El Gobierno del PP nos ha puesto una trampa, unas elecciones autonómicas por delante. Un plebiscito que nos interpela».
Ada Colau: El Govern «ha engañado a la población»
La alcaldesa de Barcelona, que votó en el referendo ilegal del 1 de octubre pese a criticar públicamente la independencia unilateral, pidió el sábado explicaciones al ex Govern de Puigdemont «por haber engañado y tensionado a la población». «Cataluña no podrá ser digna mientras que no escuchemos la autocrítica del Gobierno elegido en las urnas, que ha engañado a la población, ha tensado a la sociedad y ha generado un grave perjuicio económico», dijo la izquierdista.
Rajoy: «Lo que están diciendo ahora es que han engañado»
«Esto ha sido la historia de un gran engaño. Ahora dicen: no estábamos preparados. Pues ya podrían haberlo dicho antes», criticó hoy el presidente del Gobierno español en la radio Cadena Cope sobre la autocrítica de los independentistas. «El proceso era una gran estafa y ahora empiezan a decir que han engañado. No sólo no estaban preparados, es que era imposible».