A pesar de que se esperan lluvias en los próximos días en Cataluña, el Govern se prepara a dar el salto y declarar el estado de emergencia por sequía, ante el declive constante en los niveles de las cuencas internas del sistema Ter-Llobregat, que abastecen el área de Barcelona.
Los embalses de las cuencas internas de Cataluña variaron un -1,72 % durante la primera semana de 2024. Por lo tanto, el nivel de sus aguas se encuentra a 16,7% de su capacidad. Este preocupante indicador, que apenas sobrepasa el 16% (porcentaje límite) conllevaría a declarar el estado de emergencia en la localidad.
“Es casi imposible evitar la entrada en fase de emergencia. Lo que podemos hacer es ir retrasándolo días o semanas en función de la capacidad que tengamos de generar y ahorrar agua”, señaló la portavoz del Govern, Patrícia Plaja al término del Consell Executiu.
Aunque se prevén lluvias en los días venideros en Catalunya, “no va a ser suficiente para evitar la emergencia”, reconoció Plaja. La situación ahora es peor que nunca. Peor, incluso, que la sequía que sufrió el territorio en 2008, cuando hubo déficit de lluvias durante 18 meses, reseñó Climática.
La sequía que sufre España es la más extrema desde 1915, advierten las autoridades catalanas. Hace 36 meses que no llueve en las cabeceras de los ríos y los embalses se encuentran en mínimos históricos. Los gobiernos central y autonómico llevan tiempo actuando para garantizar el abastecimiento de agua y hacer frente a la situación de emergencia. Pero insisten en su llamamiento al ahorro del agua.
Cataluña entraría a la fase de emergencia por sequía
En vista de la acentuada sequía y ausencia de precipitaciones, la Generalitat realiza un seguimiento intensivo de la situación. En noviembre decretó el estado de preemergencia en 202 municipios de 14 comarcas, incluyendo Barcelona y su área metropolitana, así como Girona.
Entonces argumentó que “en zonas del litoral y prelitoral, los déficits acumulados de lluvias son de una proporción tan desmedida que serían necesarios varios meses extremadamente húmedos solo para volver a las condiciones de normalidad”.
Ante esta situación, el Ejecutivo adelantó en diciembre las medidas que entrarían en vigor en caso de traspasar el umbral del 16%. No a las duchas de los vestuarios. No a proyectos industriales, comerciales y turísticos que requieran grandes cantidades de agua. Y no más de 200 litros al día por habitante. También está previsto reducir los caudales ambientales de los ríos Llobregat, Ter y Muga, con lo que se disminuiría hasta casi la mitad el ritmo de su descenso, recuerda la publicación ambientalista.
Esa sería la primera fase, a la que le podría dar paso a una segunda, en la que se aplicaría una restricción de 180 litros de agua al día por habitante, y una tercera con 160. Sin embargo, se podrán seguir usando las piscinas públicas y regar los campos de fútbol en caso de ser necesario.
2023 ha sido el segundo año más cálido de la historia de Cataluña, solo superado por 2022. Y ha sido también uno de los más secos, con más meses con déficit de lluvias. Según datos de Meteocat, en el último otoño ha habido una falta de lluvias de 53, 73 y 57% en octubre, noviembre y diciembre respectivamente. Esto es, la sequía ha empeorado durante estos últimos meses; de allí la posibilidad de que Cataluña pase a la fase de emergencia por sequía.
Medidas de flexibilización
Las autoridades de Cataluña han diseñado las medidas de emergencia por sequía, en concordancia con los distintos sectores de la economía para evitar mayores impactos. Señala que el sector agrario que justifique un uso eficiente del agua podrá flexibilizar las restricciones previstas en el Plan Especial de Sequía (PES).
El Departamento de Acción Climática y Agenda Rural presentó los Planes de Ahorro para Usos Agrarios que permite al sector reducir estas restricciones, que ahora son del 40% en fase de excepcionalidad por el riego agrícola. Y del 30 para usos ganaderos y que, de entrar en fase de emergencia, serán del 80% para la agrícola y del 50% para los ganaderos.
El PES establece que aquellas personas que sean titulares de aprovechamientos de agua para usos que no sean para el abastecimiento, como por ejemplo el agrario, deben reducir sus consumos en un porcentaje establecido en el Plan, en función del estado de sequía declarado en cada momento.
Sin embargo, el PES también ofrece a estos usuarios la posibilidad de flexibilizar estas reducciones presentando un Plan de ahorro de agua en la Agencia Catalana del Agua. Una vez recibido y analizadas las particularidades de cada uso podría aplicar un porcentaje de reducción.
Asimismo, los planes de ahorro pueden ser presentados por cualquier titular de una concesión para el aprovechamiento de aguas en las cuencas internas de Cataluña. Como comunidades de regantes, comunidades de usuarios de agua o explotaciones individuales agrícolas o ganaderas. Desde la dirección General de Agricultura y Ganadería se informarán las diferentes tablas sectoriales para motivar su presentación.
«Seguimos trabajando para acompañar al sector en este momento tan complicado con el objetivo de evitar que nadie tenga que plegar a causa de la sequía», dijo Elisenda Guillaumes, directora general.