Entregar 200 millones de dólares de tu bolsillo para dar un salto a la energía limpia con una tecnología nunca antes probada es una acción noble cargada de mucha fe. Este gesto desinteresado en nombre de la ciencia lo tuvo el escritor y orador motivacional Tony Robbins. Y el científico que logró atraer su atención financiera es Simon Hodson. Ambos son expertos en el don de la palabra, el convencimiento y el tema empresarial, elementos que junto a la manera cómo se ha desenvuelto su relación y los avances del proyecto crean dudas y suspicacias. El salto pudiese ser al vacío y convertir las expectativas creadas es castillos en el aire.
Hodson, con experiencia en cemento y envasado de alimentos, venía trabajando en una tecnología avanzada para convertir el carbón residual en fertilizantes y otros productos. Sin embargo, Robbins centró su atención en unos «reformadores cuánticos» diseñados por el científico, que podrían convertir el carbón en hidrógeno de combustión limpia, sin emitir gases de efecto invernadero. Y con ese hidrógeno hacer funcionar viejas centrales eléctricas alimentadas con carbón, algo que nunca se ha hecho.
La empresa encargada de desarrollar el proyecto, llamada Omnis, recibió en 2022 el aporte millonario. Hasta ahora, no ha demostrado públicamente que su tecnología de energía limpia funcione. El investigador confía en que lo hará, pero admite que podría no ser así. Otros expertos han expresado escepticismo, pues la demostración se ha pospuesto repetidamente. La iniciativa no solo sedujo a Robbins. Los políticos más poderosos de Virginia Occidental se unieron para respaldar el proyecto que costaría 975 millones de dólares.
Esperanza sí, certezas pocas
Robbins cree que todas las dudas desaparecerán cuando se demuestre con éxito la revolucionaria tecnología de energía limpia. Para él, Hodson es «el mejor estafador del mundo o uno de los tipos más inteligentes». La empresa más conocida de Hodson antes de Omnis era EarthShell, que fabricaba envases ecológicos para McDonald’s . En 1998 salió a la bolsa, con la previsión de vender 1.800 millones de envases de Big Mac. Hubo muchas dificultades para producir en masa las cajas, elaboradas de piedra caliza y almidón de patata. Se gastaron cientos de millones de dólares y el científico abandonó la empresa. EarthShell se declaró en quiebra en 2007.pero no dejó de asegurar que la tecnología de base había sido un éxito.
EarthShell contaba con un importante inversionista: Essam Khashoggi, hermano del traficante de armas saudí Adnan Khashoggi y tío de Jamal Khashoggi, el periodista del Washington Post asesinado por agentes sauditas. Hodson y Essam Khashoggi trabajaron juntos durante décadas.
Encuentro con el carbón
A Hodson lo describen como un vendedor talentoso que utiliza muchos términos científicos y habla sobre tecnologías que cambian la sociedad. Robbins refiere que es una persona que se concentra en los detalles más pequeños de la tecnología que creó para la planta de energía. «Está obsesionado», asegura.
Omnis nació varios años después de la quiebra de EarthShell. En 2017, con el gigante Consol Energy, lanzó un proyecto en Pensilvania para convertir el carbón residual (el material que queda de la minería) en fertilizantes y otros productos. Ahora la promesa va más allá. Las pruebas de la tecnología utilizada en el proyecto habrían demostrado que no solo producen hidrógeno sino grafito. El hidrógeno puede sustituir los combustibles fósiles en la fabricación de acero y la producción química sin emitir carbono, y el grafito se utiliza en baterías recargables.
Los eventos fortuitos también parecen nublar el panorama. A finales de mayo, se produjo un incendio en la planta de Pensilvania que destruyó el edificio. El incendio no estuvo relacionado con la tecnología de la empresa. Tampoco la planta había empezado a operar. El científico asegura que el incidente no afectará los planes de la empresa de demostrar su nueva tecnología.
Fe ciega
Antes del proyecto con la central eléctrica, el empresario había puesto en marcha dos compañías en Virginia Occidental. Omnis Building tenía entre sus planes invertir 40 millones de dólares en la construcción de casas modulares con algunos productos a base de carbón. Un centro médico en Morgantown, Virginia Occidental, recaudó 500.000 dólares para que la empresa construyera viviendas para que los pacientes pudieran vivir allí mientras recibían tratamiento.
Sin embargo, al igual que con otras promesas, aún no ha construido la primera casa. Durante una visita de periodistas a la planta de fabricación, constataron que parecía estar vacía. Sin embargo, Hodson aseveró que la residencia del centro médico estaría terminada en agosto y la planta de fabricación en otoño. Culpó a un contratista por la demora.
A finales de 2022, también el gobernador de Virginia Occidental invirtió dinero en uno de los proyectos de Hodson. Fueron 60 millones de dólares en una empresa independiente que extraería valiosos metales de tierras raras de los compuestos de desechos de carbón. La empresa todavía está buscando un sitio para el negocio, dijo Hodson.
Otras pistas
Michelle Christian, ex funcionaria de la Administración de Pequeñas Empresas durante la administración Trump, fue contratada para gestionar las relaciones gubernamentales. También se encargaría de los contactos en la comunidad empresarial de Virginia Occidental. La relación laboral no terminó de buena manera. Acusó a Hodson de engañar a los funcionarios estatales y federales sobre la tecnología y las finanzas de la empresa en una demanda que presentó contra la empresa. También incluía acoso, discriminación y salarios impagos. Hodson desestimó las acusaciones y las calificó de «completamente incorrectas». Christian dijo en un correo electrónico que se demostraría que tenía razón, mientras la empresa la ha demandado por separado en una disputa sobre la propiedad de una computadora portátil.
En marzo, el Departamento de Energía informó a la empresa que su tecnología no había sido probada lo suficiente como para que Omnis solicitara un préstamo. El departamento normalmente otorga préstamos para tecnologías probadas con entre 1.000 y 2.000 horas de funcionamiento. Hodson asomó que entonces lo harán después de demostrar su tecnología. Ratificó que no habrá secuestro de CO2 y que el aspecto de cero emisiones de la tecnología es exclusivo.
Método exclusivo
Elemento diferenciador de la tecnología de Omnis es que planea calentar carbón a temperaturas de hasta 5.500 grados Fahrenheit, aproximadamente la mitad de la temperatura en la superficie del sol y el doble de la que se requiere para fabricar acero. El calor super alto convertirá el carbón en productos de carbono de mayor calidad, como el grafito.
Lo que pasa es que anteriores intentos de otros investigadores para producir y mantener ese calor durante largos períodos han fracasado porque el calor degrada rápidamente el material que lo contiene. Hodson dijo que había resuelto ese inconveniente, mas no ha explicado cómo. John Eiler, profesor de geoquímica en el Instituto Tecnológico de California y miembro del consejo asesor de Omnis, dijo en marzo que la empresa aún no había demostrado que su tecnología puede funcionar a altas temperaturas durante semanas y meses y si puede ampliarse de manera eficiente para operar en múltiples plantas de energía. «Es prematuro juzgar», apuntó.
Para producir una tonelada de hidrógeno sin emisiones de carbono se necesitan, por lo general, unos 5.000 dólares. Hodson asegura que puede hacerlo por solo 18 dólares. «Esa cifra parece imposible», afirmó Matteo Cargnello, profesor asociado de ingeniería química en la Universidad de Stanford.
Grafito valioso
El proceso de vaporización de carbón de Omnis generará por lo dicho grandes cantidades de grafito sintético. Un componente clave de las baterías de iones de litio que se utilizan en vehículos eléctricos y otros dispositivos recargables. China domina el mercado del grafito sintético, por lo que una fuente nacional tendría una gran demanda.
Otra de las grandes promesas es que la planta de energía tendrá capacidad para producir hasta 6 millones de toneladas de hidrógeno al año, aproximadamente tres veces el consumo mundial anual. La empresa espera operar cientos de plantas de energía que utilicen la misma tecnología, según Hodson.
Hasta ahora, Omnis no ha demostrado públicamente que su nueva tecnología funcione, pero «si las afirmaciones que se hacen son correctas, esta instalación perturbará el mercado mundial del grafito», dijo Sean O’Leary, investigador principal del Ohio River Valley Institute, un grupo de expertos sin fines de lucro centrado en los Apalaches.
Hodson también dijo que se reunió con el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, y que su grafito puede satisfacer las necesidades de grafito del fabricante de automóviles. Además, dijo que la bonanza del grafito permitirá otros usos, como la construcción de muebles, carreteras, puentes y líneas eléctricas. En una presentación en septiembre ante la Autoridad de Energía Pública de Virginia Occidental, aseveró que su tecnología puede «dar lugar a un cambio completo de la sociedad». Habrá que esperar.