Este lunes, Iker Casillas abandonó el Hospital CUF de Oporto, donde pasó los últimos cinco días hospitalizado por el infarto de miocardio que sufrió el pasado miércoles durante un entrenamiento con el club portugués. Acompañado de su pareja, Sara Carbonero, el guardameta español se dirigió a los medios de comunicación en las puertas del recinto.
“Quiero agradecer al hospital, al doctor Nelson (Puga) —jefe de los servicios médicos del Oporto—, y a toda la gente que me ayudó a venir rápidamente aquí para que se pusiesen manos a la obra y bajasen el efecto del infarto”, declaró el futbolista, que en dos semanas cumplirá 38 años.
“Me encuentro mucho mejor. Ahora tendré que estar de reposo un par de semanas, o incluso un par de meses, no lo sé. No sé qué será el futuro, lo importante es estar aquí”, indicó el portero. “Esto es algo que puede suceder en cualquier momento de la vida, a cualquier persona. Me tocó a mí. Hay que sacar siempre una sonrisa en estos momentos”, agregó el español.
Incertidumbre sobre su carrera
Casillas, que tiene contrato en vigor con el Oporto hasta junio de 2020, debe esperar hasta septiembre, dentro de cuatro meses, para hacerse pruebas que determinen el estado de su corazón y poder saber si puede volver a jugar.
Aunque el club reitera su apoyo al jugador, este fin de semana la afición del Oporto le dedicó un sentido homenaje, la entidad todavía se mantiene cautelosa con la renovación de la portería. Según varios medios, el club ya busca un reemplazo para el español.
Sin embargo, esto ha quedado en segundo plano para el guardameta, que se ha mostrado agradecido por todas las muestras de cariño y apoyo recibidas durante la semana. “Gracias a las miles y miles de personas que me han mandado muchísimos mensajes que no he podido contestar, y que iré contestando ahora porque tendré tiempo para ello”, anunció Iker.
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— Iker Casillas (@IkerCasillas) May 6, 2019
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