La mascarilla se ha vuelto un accesorio más del día a día, un elemento imprescindible para combatir la propagación del coronavirus SARS-CoV-2. Uno de los aspectos más importantes es que las desechables tienen un uso de unas cuatro horas. Sin embargo, un 79,8% de los españoles admite que no sustituye la mascarilla a pesar de exceder el tiempo estipulado.
Un nuevo análisis sobre hábitos de protección frente a la COVID-19 revela que existe una adaptación positiva por parte de los españoles a la mascarilla, un 66,8 % así lo afirma. Incluso la Generación Z (jóvenes entre 18 y 25 años) muestra una adaptación mejor de la que se esperaba.
En general hay un conocimiento alto sobre el tiempo de uso y recambio de la mascarilla, pero esto no significa que se aplique en la práctica. Al contrario. Aunque la mayoría de los españoles encuestados aseguran que saben la teoría, se les olvida hacer el recambio.
Los datos sobre el uso de la mascarilla en España
De cada 10 españoles 8 (el 82%) tienen claro y son conscientes de las horas de
recambio, con lo que muestran un conocimiento alto de la herramienta de precaución. Aunque, eso sí, se ha detectado una mayor conciencia por parte de las mujeres (86,6%) frente a los hombres (78,4 %).
Sin embargo, prácticamente el mismo porcentaje (79,8 %) reconoce haber tenido olvidos en alguna ocasión, siendo también los hombres quienes más lo hacen, con un 86%, lo que contrasta con el 73,2 % de las mujeres.
Cabe destacar que dependiendo del tipo de mascarilla, varía el tiempo de utilización, que debe marcar el fabricante. En términos generales, el Ministerio de Consumo determina que, para garantizar su eficacia y por tanto la protección frente a la COVID-19, las mascarillas deben reemplazarse cada cuatro horas, por cuestiones de comodidad e higiene.
¿Cuáles son los hábitos comúnes de protección?
Con respecto al ámbito laboral, se detecta un uso estricto de la mascarilla durante toda la jornada. En concreto, así lo hace un 71%, mientras que el 17% no la usa en su puesto, pero cumple las medidas de distanciamiento.
En general los españoles se han adaptado bien a la utilización de la mascarilla. De hecho, el 67% asegura no haber tenido ningún problema o haberse adaptado más rápido de lo que esperaba. Un 39,8 % de las mujeres reconocen en mayor medida que los hombres (26,6 %) que su uso les resultado incómodo y no se adaptan a llevarlas.
Por rango de edad, son las generaciones más jóvenes las que se han adaptado más rápido al uso de la mascarilla o no han tenido problemas para hacerlo. Así lo asegura el 74,2% de los encuestados de la Generación Z (18-25 años), el 67,3% de los Millennials (26-35 años), el 60,7 % de la Generación X (36-55 años) y el 65 % de los Boomers (más de 55 años).
Otras medidas para combatir la COVID-19
Más allá del uso de la mascarilla, el nuevo análisis ha evaluado también las preferencias de los españoles en cuando a higiene de manos. De tal modo que se ha detectado que el 75 % de los encuestados prefiere utilizar agua y jabón antes que gel hidroalcohólico.
Además, no ha habido grandes cambios en la frecuencia de toma de temperatura a raíz de la pandemia. Solo el 43 % afirma hacerlo más a menudo y son los más jóvenes quienes se muestran más sensibles al respecto. Son los encuestados de la Generación Z (61 %) y los Millennials (59 %) los que más han incrementado la frecuencia, frente los de la Generación X (40 %) y los Boomers (26 %).
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