POR CAMBIO16
14/11/2017
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Pablo Carreño, sustituto de Rafael Nadal, que decidió retirarse de las Finales ATP que se disputan en el O2 de Londres debido a la sobrecarga por estrés de la rodilla derecha, debutará este miércoles contra el austríaco Dominic Thiem.
Según las reglas del torneo, Carreño tomará el puesto de Nadal y podrá optar a ganar los 200 puntos de cada uno de los dos partidos que le quedan, contra Thiem, y el búlgaro Grigor Dimitrov, y a cobrar de momento, los 191.000 dólares por cada victoria que consiga, y luchar por las semifinales.
Carreño, de 26 años, finalizó noveno en la Carrera a Londres. Este año ganó el título de Estoril, y alcanzó las semifinales del US Open y los cuartos de Roland Garros, donde tuvo que retirarse por una lesión en los abdominales.
También ha llegado a las semifinales en Indian Wells y Sao Paulo y Buenos Aires, y la final de Río de Janeiro. Una lesión en un dedo de la mano le hizo bajar de nivel en el final de curso, de tal manera que desde que cayó en las semifinales del US Open contra el surafricano Kevin Anderson, solo ha ganado un partido, contra el argentino Guido Pella en Viena.
En total Carreño ha ganado 36 partidos y ha perdido 24, en la mejor temporada de su carrera.
Respaldo a Carreño
«Que me reemplace un buen amigo como Pablo es una buena noticia. Pero ha estado esperando no jugar, y jugar ahora…., vamos a ver como está preparado. Desearle lo mejor, que disfrute esos dos partidos y haga un buen papel», dijo el propio Nadal sobre Carreño, precisando que ahora lo que quiere es descansar y hacer un tratamiento adecuado.
«Es el momento de poner el ‘modo off’ y desconectar unas cuantas semanas, y cuando la rodilla lo permita hacer las cosas progresivamente pero sin prisas», dijo. «Intentaré llegar bien preparado a mi gran objetivo que es el Abierto de Australia».
Finalmente, sobre su decisión de bajarse del tren en Londres, señaló: «No me gusta terminar así, claro. Creo que interiormente merecía un final mejor, pero el deporte no debe nada a nadie. Ahora me voy a casa a descansar y a estar con los míos y sin ningún drama, feliz y agradecido a la vida. Creo que voy a estar preparado para empezar fuerte la temporada. El año que viene será un año exigente», señaló el número uno del mundo, que rechazó que nadie le obligara a jugar a Londres.
«Nadie me ha puesto una pistola para venir a jugar. Hago lo que siento interiormente y no porque alguien me obligue a hacerlo. Hace una semana estuvo sobre la mesa poner punto final a la temporada, parte del equipo lo quería. A veces las cosas salen bien y otras no. Hay que aceptarlas con buena actitud», puntualizó.
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