Por Iñigo Aduriz
28/01/2016
Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz, Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez Leal. Hace 39 años, todos ellos fueron asesinados por un grupo de pistoleros de la extrema derecha que irrumpieron en el despacho que los abogados laboralistas utilizaban en el número 55 de la calle Atocha de Madrid.
«Todos ellos abrieron el camino para que haya personas que sigamos trabajando para hacer un mundo más justo«, ha asegurado este jueves, casi cuatro décadas después, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que en 1977 formaba parte de ese despacho, pero que en el momento del cruento atentado no se encontraba allí.
Junto con algunos de los supervivientes de la masacre, la regidora madrileña ha participado en el acto de presentación del libro La matanza de Atocha (La esfera de los libros, 2016) de los periodistas y escritores Jorge M. Reverte e Isabel Martínez Reverte, que ha tenido lugar en el auditorio Marcelino Camacho de Madrid.
La lucha y la felicidad
Carmena ha querido poner en valor el trabajo de esas cinco personas asesinadas por el comando fascista para animar a los jóvenes a involucrarse en las distintas luchas que puedan contribuir a mejorar las cosas y al cambio social.
La alcaldesa ha recordado que mientras trabajaban en aquel despacho defendiendo los derechos de vecinos y trabajadores madrileños tanto los asesinados como los supervivientes como ella misma eran «extraordinariamente felices».
«Es esencial que la gente joven sepa que luchar por cambiar las cosas puede producir una extraordinaria felicidad«, ha enfatizado, antes de reivindicar esas batallas «por mejorar la sociedad» y por la «igualdad».
El «ADN» de la democracia
Alejandro Ruiz-Huerta, que salvó la vida a pesar de encontrarse en el despacho en el momento del atentado, ha elogiado el libro que narra cómo sucedieron esos asesinatos y ha defendido que el trabajo que realizaron en Atocha «representa el ADN de la democracia».
Además de recordar que ellos también son «víctimas del terrorismo», ha criticado el olvido que sufrieron durante años por parte de los sucesivos gobiernos de la democracia hasta que por fin les recibió José Luis Rodríguez Zapatero cuando este llegó a la Moncloa. También ha defendido la memoria histórica como esencia de los valores democráticos.