Por Cambio16
03/10/2017
El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, ha ingresado este martes en una cárcel de Quito. Lo hace después de que la justicia del país decretara este lunes su prisión preventiva. Todo por su presunto vínculo en un caso de corrupción que incluye el cobro de sobornos provenientes de la constructora Odebrecht.
Acato BAJO PROTESTA este infame atropello en mi contra, aún tengo fe en que la justicia se imponga, ante ella probaré mi inocencia.
— Jorge Glas (@JorgeGlas) 2017(e)ko urriak 2
Tras conocerse la noticia, Glas ha asegurado en Twitter que acataba la decisión aunque «bajo protesta» porque es un «infame atropello» en su contra. «Sin pruebas y con indicios forjados. Solo les queda el linchamiento. Acudiré a instancias nacionales e internacionales para defenderme», escribió en otro tuit.
La prisión preventiva fue dictada por la Corte Nacional de Justicia del país tras considerar justificada una solicitud de la Fiscalía General. También se ordenó el congelamiento de sus cuentas bancarias. La medida además alcanza al tío del vicepresidente, Ricardo Rivera, por un delito de asociación ilícita.
Franco Loor, abogado del vicepresidente, aseguró que su cliente no dimitirá. Y eso a pesar de que Glas está acusado de recibir sobornos de entorno a 16 millones de dólares por parte de la constructora brasileña Odebrecht.
«Una relación diáfana»
En agosto, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, suspendió todas las funciones asignadas al vicepresidente. Moreno argumentó que el presidente destacaba la importancia de «una relación diáfana entre los gobernantes y sus mandantes».
La Constitución de Ecuador establece que el vicepresidente tiene que cumplir las funciones que le asigne el jefe de Estado. No obstante, el mandatario no puede destituir al vicepresidente porque es un cargo de elección popular.