Gracias a la protección de la capa de ozono se han reducido 135 mil millones de toneladas de emisiones acumuladas de CO2, entre 1989-2013. Esto como un efecto colateral del cumplimiento del Protocolo de Montreal, un acuerdo ambiental de ratificación universal. Su objetivo: la eliminación del uso de sustancias que agotan la capa de ozono, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Este año el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono es un reconocimiento a “32 años de recuperación”. También un recordatorio de que el trabajo coordinado de las naciones puede alcanzar las metas propuestas.
32 años de trabajo coordinado
En 1985, una investigación de British Antarctic Survey advirtió de manera temprana un adelgazamiento de la capa de ozono. El adelgazamiento de esta capa se debía al uso común de productos químicos para la refrigeración, los solventes químicos y la extinción de incendios.
Los gases emitidos por estas sustancias agotan la capa de ozono y todas están reguladas por el Protocolo de Montreal. Este ha sido diseñado para reducir la producción y el consumo de estas materias, con la finalidad de eliminarlas.
En 1994, la Asamblea General de las Naciones proclamó el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, para conmemorar la firma del Protocolo de Montreal en 1987.
La capa de #ozono nos protege de niveles peligrosos de rayos UV ☀️.
A través del #ProtocolodeMontreal, el mundo ha erradicado las sustancias que agotan esta delgada capa, que ya está en camino hacia su recuperación total. https://t.co/AM2DFdpaeE #MOP30 pic.twitter.com/o2ZWGQM7YD
— ONU Medio Ambiente (@ONUMedioAmb) November 9, 2018
Protocolo de Montreal
El Protocolo de Montreal es producto de la Convención de Viena para la protección de la Capa de Ozono, firmada por 28 países en marzo de 1985. El ex secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, lo consideró el acuerdo internacional más exitoso.
Y es que para el 16 de septiembre de 2009 tanto el Convenio de Viena como el Protocolo de Montreal se convirtieron en los primeros tratados de la ONU con ratificación universal.
Gracias a esto, se ha logrado la disminución paulatina de las sustancias que causan la reducción de la capa de ozono. Así se tiene un impacto positivo para este tipo de oxígeno que se encuentra en la estratosfera terrestre.
Para finales de 2018, la ONU daba buenas nuevas con respecto a este problema global. Desde el año 2000, la capa de ozono se ha recuperado a una tasa de 1%-3%. Por tanto, de seguir este ritmo se puede recobrar el ozono en las próximas décadas:
- 2030, hemisferio norte y latitudes medias.
- 2050, hemisferio sur.
- 2060, regiones polares.
La capa de #ozono va en camino a la recuperación total gracias al #ProtocolodeMontreal.
Pero este exitoso tratado hará más: puede reducir el calentamiento global en hasta 0.5°c para fin de siglo.
Conoce informe presentado hoy en Quito: https://t.co/AM2DFdGL6c pic.twitter.com/SDMbeLg89k— ONU Medio Ambiente (@ONUMedioAmb) November 5, 2018
El ozono un oxígeno muy especial
El ozono es una sustancia compuesta por tres moléculas de oxígeno (O3). Se encuentra en la estratosfera, una de las cinco capas de la atmósfera terrestre, entre 10 y 35 km aproximadamente de la superficie del planeta.
Sin la presencia de esta sustancia en la atmósfera aumentaría el riesgo de altos niveles de radiación ultravioleta. En consecuencia, habría una mayor incidencia de cáncer de piel, cataratas oculares y afección en los sistemas inmunológicos. Además de influir negativamente en las cuencas hidrográficas, las tierras agrícolas y los bosques.
Para enero de 2019, entró en vigor la Enmienda de Kigali. Según ONU Noticias, esta enmienda podría frenar el aumento de la temperatura global hasta 0.4º C.
El acuerdo contempla que en los próximos 30 años se debe reducir en más de 80% la producción y consumo de hidrofluorocarbonos (HFC). Estos son los que se utilizan en los aires acondicionados, pues aunque no debilitan la capa de ozono, sí tienen un efecto invernadero.
Un poco de historia sobre el ozono
El agujero en la capa de ozono se detectó hacia mediados de la década de los 80, gracias a un descubrimiento de British Antarctic Survey, institución británica de investigación en zonas polares.
En 1956, científicos británicos comenzaron a medir el ozono desde la estación antártica de Halley. El objetivo era entender la importancia del ozono para la absorción de energía solar, en aras de determinar el perfil de la temperatura en la estratosfera y la circulación de sus vientos.
Entonces, encontraron que el ozono sobre las instalaciones seguía un patrón estacionario. En los primeros días de octubre los niveles de ozono llegaban al mínimo durante la primavera. Y hacia finales de esta estación comenzaban a elevarse para volver a declinar poco a poco.
Este “hueco” en el ozono durante la primavera en la Antártica es producto de las emisiones de clorofluorocarbonos y halones, provenientes en su mayoría del hemisferio norte. Los gases de estas sustancias químicas -ahora reguladas por el Protocolo de Montreal- al llegar a los trópicos se descomponen en sus constituyentes y se esparcen hacia los polos.
“Solo sobre la Antártica durante el invierno hace suficiente frío para que se formen nubes en la capa de ozono. Entonces, aquí en la superficie de las nubes se dan reacciones químicas que convierten el cloro en una forma activa. Cuando la luz del sol regresa en la primavera, activa el cloro que destruye el ozono a una tasa de 1% al día creando un hueco en el ozono. A medida que la atmósfera se calienta, las nubes desaparecen y el hueco del ozono se vuelve a llenar”, señala British Antarctic Survey.
La semana pasada Copernicus Atmosphere Monitoring Service (CAMS) revelaba que el hueco en el ozono disminuiría rápidamente en los siguientes tres días para llegar a niveles récords y volver a aumentar. De acuerdo con este servicio, se espera que en este 2019 el hueco en el ozono tenga el tamaño más pequeño desde mediados de los 80′.
🌐This year’s #OzoneHole is expected to be the smallest since the mid-1980s.
The @CopernicusEU #Atmosphere Monitoring Service forecast below shows that, this week, it will shrink & then slowly grow again.
Learn what CAMS can tell us about the situation➡️ https://t.co/3f4mykf2cx pic.twitter.com/wjH13Bw7Cs
— Copernicus ECMWF (@CopernicusECMWF) September 9, 2019
Gracias a la respuesta coordinada de las naciones, la recuperación de la capa de ozono es una meta creíble y previsible para finales de este siglo. El éxito del Protocolo de Montreal así lo demuestra. #C16Alerta #ProtocolodeMontreal #EnmiendadeKigali #Ozono
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