El Gobierno de Cantabria considera “desfavorable” el proyecto eólico Garma Blanca, promovido por la empresa Green Capital Power. Precisa en un informe que el dictamen obedece a los “impactos inadmisibles” e “incompensables” que causaría su ejecución en el entorno ambiental.
Las autoridades invitan al Ministerio de Transición Ecológica a que igualmente “dicte una Declaración de Impacto Ambiental desfavorable”, dijo Guillermo Blanco. El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente señaló que tras analizar el proyecto eólico encontraron nueve aspectos que afectan el medioambiente.
El parque Eólico Garma Blanca aportaría a la provincia 51 megavatios de potencia. El generador contaría con una infraestructura de evacuación que constaría de líneas subterráneas a 30 kV, subestación 30/132 kV, línea aérea a 132 kV. Así como subestación colectora 132/220 kV y línea aérea 220 kV, en los términos municipales de Arredondo, Miera, Riotuerto, Entrambasaguas y Solórzano.
Las afecciones apreciadas determinan que sus impactos son «irreversibles» e «incompatibles» con la zona. En algunos casos ni siquiera han sido analizados por el promotor, refiere la Dirección General.
Entre los contenidos valorados de forma desfavorable figura el hecho de que el Estudio de Impacto Ambiental presentado no analiza, la «necesaria interrelación» con los demás proyectos de parques del entorno. Impulsados por el mismo promotor en Amaranta, Ribota y Quebraduras.
Los especialistas observan una afección al paisaje. Puede presentar un impacto negativo en comunidades de aves rapaces que usan la zona como área de reproducción, campeo o paso. Y en zonas protegidas de manantiales Además, la ubicación elegida tiene un alto impacto sobre los quirópteros, el grupo de vertebrados que, junto con las aves, es el más afectado por estas instalaciones, explicó el consejero.
Contrariedades del proyecto eólico Garma Blanca
El proyecto eólico de Garma Blanca, promovido por la empresa Green Capital Power, suscita polémica incluso, con oposición social en las zonas afectadas. Grupos de vecinos y organizaciones se oponen a la planta.
También el informe señala que el proyecto no contempla alternativas de acceso desde Riotuerto al punto de instalación de los aerogeneradores. Según el Gobierno de Cantabria sería «inasumible» por las «afecciones críticas» que produciría. Al mismo tiempo, adolece del análisis de verdaderas alternativas de localización, constructivas de configuración tecnológica del parque y de los aerogeneradores que lo componen.
Garma Blanca plantea, según Blanco, una «inaceptable» localización de infraestructuras sobre materiales kársticos con condiciones constructivas desfavorables. Estas se sitúan sobre una zona protegida para el abastecimiento de agua a casi 30.000 personas, indica el Plan Hidrológico de Cuenca de la Demarcación del Cantábrico Occidental. Por lo que las construcciones previstas podrían alterar los procesos hidrológicos y la red de aguas subterráneas que conforman esa localidad.
Asimismo, la zona del proyecto afecta, tal y como ha explicado Guillermo Blanco, a un total de 38 paisajes relevantes de Cantabria. De ellos, doce se encuentran en el entorno más cercano al parque, y uno de ellos, el Puerto de Alisas, se localiza en la propia ubicación del proyecto, lo que choca con los objetivos de calidad paisajística contemplados en la Ley.
De igual forma, el proyecto condiciona de manera relevante al papel de esa zona como corredor ecológico entre las cuencas altas del Miera y del Asón. Y entre las montañas de la divisoria cantábrica y las comarcas costeras, algo que tampoco ha sido adecuadamente valorado.
Afectación a la población, paisajes y fauna
El informe de la Dirección General de Biodiversidad sobre el proyecto eólico Garma Blanca plantea solo los “teóricos efectos positivos en el empleo”. Sin analizar en qué medida tienen repercusión directa en la zona y sin considerar si el proyecto pudiera interferir en los planes de puesta en valor del territorio. Y por tanto con implicaciones económicas para las citadas estrategias o planes de desarrollo local.
La visión que tienen los municipios afectados por las instalaciones del parque eólico, que cuenta con la financiación del FEADER de la Unión Europea, está muy vinculada a sus paisajes singulares. Al desarrollo de la industria agroalimentaria basada en las producciones locales y al turismo rural y de la naturaleza. Factores ligados a paisajes culturales de alto valor y singularidad que constituyen un patrimonio intangible de esas comarcas.
Igualmente Blanco hizo referencia a la candidatura del Geoparque Valles de Cantabria a Geoparque Mundial de la UNESCO en el que se integran los municipios de Arredondo, Miera y Ruesga.
¿Qué es Green Capital Power?
El informe sobre el proyecto eólico Garma Blanca aborda aspectos ambientales y sociales. Pero qué se sabe de la empresa Green Capital Power detrás de la ejecución de ese parque.
Conocedores del mercado de las renovables señalan que es una empresa madrileña sin experiencia previa en el sector energético. Que participa en 34 de los 67 proyectos de este ramo que se encuentran en tramitación en España. Está bajo el paraguas de Capital Energy, propiedad del empresario Jesús Martín Buezas. La misma que resultó ganadora en la subasta resuelta por el Ministerio de Transición Ecológica el 26 de enero, al ser adjudicataria de 620 megavatios de los 3.000 en juego.
Capital Energy se desempeñaba como una experta en operaciones RTB (ready to build). Dedicada a desarrollar proyectos de energías renovables que se financiaba vendiendo lo que conseguía tramitar. También era famosa como negociadora para conectar sus parques a la red.
Así llegó Capital Energy al 2020 pandémico, con un abanico de activos renovables en desarrollo y estudio de 29.157 MW en España y Portugal pero ningún parque propio en funcionamiento.
La empresa «prevé acometer una inversión acumulada por más de 10.000 millones de euros en los próximos cinco años».
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