La desescalada y sus normas no terminan de convencer al sector comercial, especialmente al de la hostelería. Estos locales continúan lastrando las pérdidas de dos meses de inactividad en algunos de los principales núcleos urbanos. Dos aspectos resultaron particularmente perturbadores, para estos empresarios. Por un lado la limitación de aforo y, por otro, la falta de claridad en aspectos como el distanciamiento y el uso de mascarillas.
Por eso, algunas agrupaciones como Hostelería de España y la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) reclaman al Gobierno mayor transparencia en el proceso de desescalada. Además, piden que se suprima el requisito del aforo, o que se regule simplemente manteniendo la distancia social entre los clientes.
Desescalada por territorios
Hostelería de España ha solicitado que se hagan públicos los criterios e indicadores que se tienen en cuenta para que los territorios entren en las distintas fases de la desescalada.
Explica que, de lo contrario, empresarios y trabajadores no pueden organizar la reapertura de los negocios con anticipación suficiente. Esta situación perjudica gravemente al sector, y que se suma a la ya delicada situación que estamos atravesando.
«Nos mostramos absolutamente partidarios de la apertura asimétrica por territorios, pero reclamamos certidumbre para que no se vuelvan a suceder situaciones que han dado en las últimas semanas. Hay empresas que han recuperado a empleados del ERTE porque todo apuntaba a que su territorio pasaría de fase y, tras unos días de preparación previa, finalmente han conocido que no podían abrir sus negocios con apenas 24 horas de antelación», dice la patronal.
Efecto negativo
Por otro lado, los empresarios se muestran preocupados por los criterios establecidos para la Fase 1 y 2. En estos estadios, entre el 40% y el 50% del aforo habitual puede estar abierto al público en bares y restaurantes. También se exige a los locales que se guarde una distancia de seguridad entre comensales de dos metros. Esta doble limitación, a su juicio, añade una exigencia propia de la seguridad de eventos a un criterio estrictamente sanitario.
El mayor problema es que se trata de restricciones que desaniman a en torno el 57% de los establecimientos a reabrir.
Se trata a juicio de Hostelería de España, de una asistencia insuficiente. Por ello pide que, atendiendo a las recomendaciones sanitarias, impere más bien el criterio de la distancia de seguridad, no el aforo. Esta es la norma que se utiliza en otros países, como en Alemania.
Durante la primera semana de apertura de negocios de hostelería en la Fase 1, tan solo el 15% de las terrazas que podían abrir, lo han hecho. Y han registrado unas cifras de facturación muy bajas, lo que hace imposible mantener sus negocios.
El obstáculo de la mascarilla
Los empresarios también han cuestionado que mientras dure el estado sea obligatorio el uso de mascarillas, para los mayores de seis años en cualquier espacio público, también en los entornos cerrados con riesgo de aglomeración.
Se trata de una norma pensada en un principio exclusivamente para el transporte público en grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Pero a última hora el Gobierno modificó antes de publicarla en el BOE del pasado miércoles. Ahora incluye a los bares y restaurantes.
Una de las quejas apunta a la poca claridad o las «lagunas» que deja abiertas la norma.
Teóricamente, habilitaría a cualquier persona a tomarse una caña a menos de dos metros de otra, siempre y cuando ambas usasen mascarilla, en entornos cerrados cono un bar. Pero en el caso de beber en una terraza, no hay claridad.
El último BOE establece que su uso «no será exigible en el desarrollo de actividades que resulten incompatibles, tales como la ingesta de alimentos y bebidas, así como en circunstancias en las que exista una causa de fuerza mayor o situación de necesidad».
Entonces, en respeto a ambas normativas, los bares y restaurantes tienen que garantizar que se cumplan al mismo tiempo las limitaciones de aforo y de distancia social de dos metros.
Por ello insisten en que haya «mayor claridad y transparencia para poder planificar la reapertura del sector».
Exigencias de apoyo
Adicionalmente, desde Hostelería de España reiteraron que continuarán reclamando al Gobierno las medidas de acompañamiento que, a su juicio, se necesitan para garantizar la supervivencia de estos negocios.
Entre otras iniciativas, piden el establecimiento de microcréditos, en torno a 25.000 euros de rápida concesión; la suspensión de los alquileres o rentas de los arrendamientos de los locales de negocio por causas de fuerza mayor desde la fecha de entrada en vigor del Estado de Alarma; así como el establecimiento de un sistema de pago flexible de rentas, al menos hasta diciembre de 2020
También piden la aplicación del IVA súper reducido, en línea a las medidas tomadas en otros países, como Alemania; exenciones fiscales y de tasas municipales, así como nuevas líneas de financiación.
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