Las obras de construcción e instalación de campamentos de acogida a los migrantes que llegan a las costas de las Islas Canarias presentan graves retrasos. A pesar de contar con recursos, terrenos y la orden del Gobierno de aligerar esas estructuras, mientras define un nuevo modelo migratorio.
A mediados de noviembre, el ministro de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, anunció el “Plan Canarias” que dotaría a las islas de 7.000 nuevas plazas de acogida de emergencia. Así como de 6.500 en una segunda etapa en edificios y terrenos que han sido cedidos en Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura. Sin embargo, los trabajos, que representan un gasto de 43 millones de euros, no van a la velocidad que requiere la crisis migratoria.
El propósito del plan es intentar atender a la más alta afluencia de migrantes desde 2006. En 2020 han batido un récord. Un total de 37.213 personas han llegado a España entre enero y noviembre. Los datos del Ministerio del Interior indican que 19.566 lo han hecho a través de Canarias. Solo entre octubre y noviembre han llegado en cayucos y pateras unas 14.000 personas.
Por lo pronto, el gabinete aprobó una ampliación de la subvención de atención humanitaria. La Cruz Roja recibirá 30 millones de euros para atender a los migrantes en situación de vulnerabilidad debido al deterioro físico y a la carencia de apoyos sociales, familiares y medios económicos.
Mientras, los campamentos de acogida en construcción, son provisionales y a gran escala, se adelantan con el tiempo en contra y las festividades decembrinas en medio. El sistema de acampada masivo, común en Turquía, Italia y Grecia, no se ha visto en España y puede ser contraproducente para el turismo, la principal actividad económica de las Islas Canarias.
Instalan y acondicionan campamentos en Canarias
Son muchas las interrogantes que surgen en estos complejos y sorpresivos procesos migratorios. En el curso de este mes se ha reportado la movilización, vía aérea, de cientos de migrantes hacia Granada y Valencia. Unos cuentan con familiares asentados en esas regiones. Otros deambulan por las calles sin sentido, durmiendo bajo los puentes y plazas públicas.
Si el ministro Escrivá asegura que estos campamentos que se adelantan en Canarias no son ideales, más bien son provisionales, qué harán con esta población cada vez más creciente. ¿Seguirá la distribución de migrantes a la penínsul? ¿Tendrán empleo, protección de la seguridad social? ¿Y los españoles en estado de indigencia, sin trabajo, sin techo y sin comida?
Tampoco las autoridades han aclarado cuantos migrantes reúnen las condiciones de asilo o de refugiados ni cuántos deben ser deportados. Tampoco qué organizaciones se harán cargo del mantenimiento y administración de esos amplios campamentos.
Unas encuestas de monitoreo de flujos realizadas por el personal de campo de la OIM en España, entre julio y septiembre de 2019, reveló el origen y perfil de los migrantes. Se hicieron 994 entrevistas en 36 lugares diferentes en Madrid, Andalucía, Melilla y Ceuta. El informe proporciona un análisis del perfil demográfico de los migrantes y la comparación entre las cinco principales nacionalidades encuestadas en España.
Los migrantes encuestados eran de Costa de Marfil (194 personas), Guinea (155), Malí (145), Argelia (118) y Marruecos (113). Estas cinco nacionalidades constituyen el 73% del total. En el otro 23% hay ciudadanos de Senegal, Túnez, Yemen, Camerún, Mauritania, Nigeria y Bangladesh.
Marruecos fue el primer país de origen de llegadas por mar en 2019 (32%), seguido de Argelia (20%), Costa de Marfil (7%), Guinea (5%) y Malí (5%).
Marruecos fortalece su armamento con ayuda de EE UU e Israel
Después del reconocimiento que hiciera Donald Trump respecto a la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. El rey Mohamed VI se comprometió a tender relaciones diplomáticas con Israel. Manifestación que igualmente hizo pública el primer ministro Benjamín Netanyahu.
España, que adecúa campamentos de acogida en Canarias, dio la “bienvenida a la nueva relación entre Israel y Marruecos. Pero sigue pendiente una solución a la cuestión del Sáhara Occidental”.
Este acuerdo geopolítico y diplomático va acompañado de otras acciones que han relucido a las pocas horas del anuncio. Y que refuerzan la alianza en materia de seguridad y defensa entre Estados Unidos y Marruecos. Los estadounidenses han suministrado a los marroquíes equipamiento militar de envergadura. Incluye munición guiada de precisión lanzada desde el aire –misiles Hellfire, y kits Paveway y JDAM– destinadas a destruir un objetivo puntual y minimizar el daño colateral.
Entretanto, los drones MQ-9 con misiles Hellfire, que se usaron en los AH-64 Apache, se han convertido en la munición preferida para las operaciones en el Medio Oriente, reseña El Español. Mientras los Paveway son kits de guía que se adhieren a bombas no guiadas. Incluyen un buscador en la punta de la bomba que encuentra un láser para marcar un objetivo y un kit de cola para dirigir la bomba.
Por su parte, el JDAM (Joint Direct Attack Munition), munición de ataque conjunto directo, reemplaza todas las bombas de caída libre porque lleva un GPS adaptado a su mecanismo. Se utilizó por primera vez en Kosovo y es usado por todos los aviones de ataque de ala fija.
Además de armar a Marruecos, y de instalar efectivos en las bases militares de Alcazarseguir y Nador, hay negociaciones en marcha para trasladar un mando de una base militar estadounidense desde Europa al Sáhara Occidental.
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