Canarias e Islas Baleares tienen muchas características en común: son archipiélagos, destinos turísticos privilegiados y, lamentablemente, encabezan el ranking de abandono universitario en España. Ambos destinos insulares también tienen muchas diferencias, como el número de población, la economía, las oportunidades de empleo y, entre otros, la lejanía de los mercados de abastecimiento y destino.
Estas particularidades inciden de una u otra forma en la deserción de los estudiantes universitarios. María Fernández Mellizo-Soto es profesora titular del Departamento de Sociología Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en desigualdad de oportunidades educativas y autora principal de una investigación sobre abandono universitario.
Un informe previo del Ministerio de Universidades, con datos del curso 2015-16, advierte que estas comunidades autónomas reportan la mayor tasa de abandono de los grados universitarios en España, en torno al 21%, cuando el promedio en la península está en el 13, 5%. Mientras Asturias aparece en el medio de esos bloques, con el 17% de la deserción estudiantil.
La Agencia Canaria de Calidad Universitaria y Evaluación Educativa y, l’Agència de Qualitat Universitària de las Baleares encargaron a Fernández un nuevo estudio para entender a qué se debe este diferencial.
En la actualización se puso al descubierto que ese abandono se ha elevado. En Canarias con una tasa del 35,1 % y en la Isla Baleares con una del 36,5 %. Son los lugares geográficos de España donde los estudiantes universitarios abandonan los grados en los que se han matriculado.
Les siguen Asturias (32,4 %), La Rioja (31,9 %) y Cantabria (30 %). Las demás, se sitúan en una tasa de abandono por debajo del 30 %, siendo la comunidad en la que más universitarios terminan sus estudios País Vasco, con un 23,4 % de abandono.
Abandono universitario en Canarias e Islas Baleares
Los estudiantes de los archipiélagos presentan algunos rasgos distintivos respecto a los estudiantes del resto de España que pueden influir en un mayor abandono universitario. Según Fernández, los mejores estudiantes de Canarias e Islas Baleares no cursan en las universidades de las islas, sino en las de las principales ciudades de la península.
«Se creía que fueran comunidades de playa era un factor decisivo en el abandono universitario. No me refiero a ‘playa’ como un entorno de temperaturas cálidas donde la gente es menos propensa a estudiar, sino a una economía que gira en torno al turismo, donde la mayoría de los trabajos son estacionales y poco cualificados. Esto está demostrado que disminuye el incentivo a estudiar», explica la experta a El Español.
Los informes coinciden en que el alumnado de mejor expediente académico o de familias de mayor nivel socioeconómico y cultural tiende, tanto a finalizar más sus estudios como a estudiar en universidades de una comunidad autónoma diferente de aquella en la que vive su familia. En la península, el alumnado de las comunidades autónomas que emigra se compensa con el que inmigra. Pero eso no ocurre en ambos archipiélagos, debido a su lejanía. Como resultado de este saldo, el alumnado con más tendencia a finalizar sus estudios es menos abundante en las islas.
«Nos dimos cuenta de que el perfil de los estudiantes con un mayor nivel socioeconómico y mejor expediente académico se iban de las islas a la península, sobre todo en Baleares. El nivel socioeconómico es factor clave para explicar las causas de abandono. Son estudiantes con más recursos, que viven en entornos más estables y los más propensos a abandonar sus estudios», explica la socióloga. «No parece un problema de las universidades, sino de la composición de sus estudiantes».
Rendimiento académico y situación económica
Fernández Mellizo-Soto apunta a que otro factor explicativo del abandono universitario en Canarias e Islas Baleares es una economía más frágil en comparación con el resto de España: «En otras comunidades, cuando hay más paro, por ejemplo, aumenta el número de gente que estudia. Pero Canarias es la única en la que se produce lo contrario. Cuanto más paro hay, cuanto peor está la economía, más gente deja los estudios», dice.
“Baleares, por contra, tiene una economía muy fuerte; por ello su tasa de abandono se atribuye principalmente a la movilidad de sus estudiantes con mayor estabilidad social, nivel de renta y mejor expediente», razona.
La movilidad, tanto en Baleares como en Canarias, es principalmente en dirección de salida. «En ambas comunidades salen muchos estudiantes y entran muy pocos, siendo esto especialmente llamativo en Baleares», dice Fernández Mellizo-Soto. Además, en su informe, señala que la mayoría de los abandonos se producen en el primer año de estudios universitarios, vinculados al rendimiento académico.
«Dentro de los altos porcentajes de abandono de ambos archipiélagos, la mayoría se producen el primer año”, indica. “Si un estudiante ha tenido un mal expediente durante el primer curso, es más probable que deje los estudios que uno que ha tenido un buen expediente al comenzar»
Por otro lado, si bien la economía orientada al turismo parece desempeñar un papel disuasorio en finalizar los estudios. Este efecto se da en ambos archipiélagos en la misma medida que en otras zonas con una fuerte presencia del sector turístico.
A diferencia del resto de España, en la relación entre desempleo y abandono de los estudios universitarios domina el efecto renta (se deja de estudiar por falta de dinero). Y no el efecto sustitución (al ser difícil encontrar trabajo, los jóvenes optan por estudiar).
Becas y carreras técnicas
Algunos factores sociodemográficos también pueden presionar al alza el abandono universitario en Canarias e Islas Baleares, tales como una mayor edad de los estudiantes de las islas. O una procedencia social más modesta y esto se ve más en Canarias. A veces las madres y los padres están desocupados en una mayor proporción, revela el estudio.
En relación también con la situación socioeconómica de los estudiantes, se aprecia que hay más becarios en las islas que en el resto de España.
Se observa que los estudiantes de los archipiélagos provienen en mayor medida que los del resto de España de centros públicos de educación secundaria. Y que, en el caso exclusivamente de aquellos que estudian en universidades insulares, la nota de admisión al grado es inferior a la de los que cursan en las universidades peninsulares.
Asimismo, los estudiantes de estos lugares estudian menos en universidades politécnicas. De hecho, no hay universidades localizadas en las islas de estas características. Y tienden a estudiar en grados que requieren una menor nota de corte y en mayor medida en el área de Artes y Humanidades, que los estudiantes del resto de España, indica el estudio.
El alumnado becario es más proclive a dejar los estudios. Posiblemente debido a que la beca no es capaz de generar la estabilidad económica que compense la precaria situación familiar.
El abandono es diferencial por titulaciones. Tiende a ser mayor en humanidades e informática, aunque por cuestiones de naturaleza diferente. En las primeras, posiblemente, por anticipar una baja inserción laboral, y en la segunda, por lo contrario.
El curso crítico es primero. Por ello, es muy importante que las universidades presten especial atención al inicio, con actividades que preparen la integración en la vida universitaria, programas de apoyo y una atención.