Por Benito Guerrero
14/10/2017
Canadá siempre ha sido un destino deseado por su naturaleza espectacular, con las Montañas Rocosas y sus grandes lagos, aunque ha sido el Primer Ministro Justin Trodeau quien ha puesto a Canadá de moda, reflejo de su apertura y su multiculturalidad, mezcla de sus raíces inglesas y francesas, y sus grandes poblaciones de asiáticos, principalmente chinos e indios. Esta diversidad cultural se refleja en su gastronomía, principalmente norteamericana, pero con un punto extra de creatividad y sabor. Esta esencia del país ha quedado impregnada en El Canadiense, la nueva apuesta gastronómica de Carlos Moreno Fontaneda, empresario madrileño y miembro de la conocida familia galletera. Tras el éxito de sus locales anteriores: Bar Galleta, El Perro y La Galleta, y Raro Rare, el hostelero acaba de inaugurar su cuarto restaurante en Madrid, en el número 10 de la calle Carranza, próxima a la glorieta de Bilbao.
Todos los restaurantes abiertos por Carlos Moreno Fontaneda han tenido una conexión personal con su vida y El Canadiense no podía ser una excepción. Carlos estuvo viajando a menudo a Canadá donde se enamoró de su estilo de vida, su gente abierta y multicultural y los toques desenfadados de su oferta gastronómica. Para su nuevo proyecto no lo dudó. Quería traer ese espíritu de las montañas y los grandes lagos y adaptar un estilo de gastronomía americana con toques franceses y asiáticos, pero a la vez mantener los ya clásicos platos que han hecho famoso al Bar Galleta.
El nuevo local, situado en los bulevares madrileños entre Chamberí y Malasaña, nos hace pensar que podríamos estar en una cabaña de madera y piedra en medio de Canadá. Maderas gastadas por el tiempo, muebles de época, mucha vegetación y multitud de objetos nos recuerdan a Canadá, como los ciervos, renos y hojas de arce. Nuevamente, un estilo de decoración agradable y confortable en un local con mucha luz natural para sentirnos como en casa. Como en los anteriores restaurantes del grupo, la iluminación nocturna hace que sea un local perfecto para una cena romántica o de amigos. La distribución cuenta con un semi reservado para diez personas, que simula un acogedor invernadero.
El Canadiense propone una oferta gastronómica mixta con una cocina en horario non stop. En su carta, se pueden encontrar, por un lado, platos de inspiración canadiense como el poutine, patatas fritas con salsa gravy y queso; el tourtiere pastel de carne canadiense; y, por supuesto, las hamburguesas de carne y las especiales de pollo y pescado con toques asiáticos, además de distintas recetas preparadas con el ingrediente estrella, el sirope de arce. Tampoco podían faltar los clásicos platos del Bar Galleta y enseña de la casa, como las berenjenas rebozadas en galleta, los “chicken popcorn” rebozados en galleta, y la tarta de mamá.
En cuanto a la carta de postres, los canadienses adoran el dulce contundente y disfrutan a cualquier hora de tartas y pasteles, como la pecan pie, la key lime pie, la ruibarb pie o el apple crumble, una oferta variada de tartas que se pueden disfrutar también como desayuno o merienda.