Por Cambio16 | Efe
21/10/2016
La ministra canadiense de Comercio, Chrystia Freeland, ha anunciado «el fin y el fracaso» de las negociaciones sobre la ratificación del acuerdo de libre comercio UE-Canadá (CETA) con la región belga de Valonia, la única entidad que se sigue oponiendo a ese tratado.
Freeland abandonó la sede del Gobierno valón en Namur tras reunirse con el ministro-presidente de Valonia, el socialista Paul Magnette, y se declaró «muy decepcionada» por una «oportunidad perdida», indicó la cadena pública francófona RTBF. La cadena pública flamenca VRT también indicó citando a Freeland que las negociaciones habían fracasado.
Por su parte la Comisión Europea (CE) indicó que no da por concluido el proceso para firmar el acuerdo.»La CE no considera que éste sea el final del proceso que allane el camino a la firma del tratado comercial entre la Unión Europea y Canadá», dijeron a Efe fuentes comunitarias.
Los líderes de la Unión Europea (UE) concluyeron este viernes una cumbre en la que confiaron que continuasen las negociaciones para lograr «lo antes posible» un acuerdo sobre el CETA, que esperaban firmar el próximo jueves con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Antes de comenzar esa reunión, Magnette había anunciado a los diputados valones que persistían dificultades en la «declaración interpretativa» propuesta por la Comisión Europea (CE) para aclarar puntos conflictivos en el acuerdo.
Según el presidente regional, el mecanismo de tribunales al margen de los sistemas nacionales de justicia para arbitrar en conflictos estado-inversor seguía siendo un problema, a pesar de que se habían logrado «avances significativos» en cuestiones agrícolas.
«Hay voluntad de avanzar (…) Mantenemos una lógica constructiva», había indicado según la RTBF, al tiempo que precisó que no había logrado «convencer» a sus interlocutores para retrasar la firma del tratado prevista para el 27 de octubre a fin de contar con más tiempo para buscar una solución.
Por su parte, el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, indicó en una rueda de prensa al término del Consejo Europeo que confiaba en alcanzar un consenso «en los próximos días», mientras que el presidente francés, François Hollande, dio de plazo hasta el jueves.
El pasado viernes el Parlamento de Valonia (región francófona de unos 3,5 millones de habitantes que conforma la mitad sur de Bélgica) ya votó en contra de firmar ese acuerdo comercial, momento desde el que se vienen sucediendo reuniones a contrarreloj entre las autoridades federales belgas, valonas y comunitarias.
Bélgica no puede dar su visto bueno al tratado sin el consentimiento de sus regiones, que tienen competencia en este tipo de decisiones que han de tomarse a nivel federal.