Amigos de la Tierra aboga por ponerle freno a la ganadería industrial. Está creciendo de manera desmesurada y descontrolada. La organización, miembro de la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial, le solicita al Gobierno que tome las medidas necesarias para establecer una moratoria que pese sobre la aprobación de nuevas explotaciones ganaderas industriales y la ampliación de las existentes. También aboga por un plan estatal que evalúe la capacidad de cada territorio para acoger tales actividades.
Demanda que se reordene el sector de acuerdo con criterios de sostenibilidad, generación de empleo de calidad en el medio rural, así como lucha contra la crisis climática, la preservación del buen estado de las masas de agua y la garantía del derecho humano al agua.
Ante la “desmesurada y descontrolada expansión” de la ganadería industrial en España, Amigos de la Tierra hace un llamamiento a que el Estado regule tome medidas en línea con los objetivos de la Unión Europea en el Pacto Verde Europeo y la Estrategia de la Granja a la Mesa.
Exigencia de una Moratoria
El Gobierno cuenta con competencias en materia de agua, regulación de los sectores ganaderos, elaboración del Plan Estratégico Nacional de la Política Agrícola Común. Por tanto, le corresponde la definición de políticas climáticas, control de emisiones de industrias y otras. En consecuencia, Amigos de la Tierra considera que tiene las capacidades que le permiten tomar las medidas de urgencia para frenar el crecimiento del sector y los recurrentes daños medioambientales.
Esperan que el Ejecutivo tome medidas para reorientarlo hacia un modelo que responda a las necesidades de los consumidores, de los ganaderos, la población del medio rural, el medioambiente y la lucha urgente contra la crisis climática. Es urgente. «Sobre todo porque la ganadería es uno de los sectores más contaminantes del planeta. Contamina el agua, el aire y genera grandes cantidades de estiércol saturado de nitrógeno y amoniaco», enumera.
Subraya que son cientos de miles de animales hacinados, atiborrados de antibióticos y alimentados por piensos de soja y maíz importados, que frecuentemente tienen que ver con deforestación y otros crímenes ecológicos. «La ganadería industrial es un modelo de producción de alimentos que desecha otras formas más sostenibles de producir, perjudica a las comunidades que viven cerca de las explotaciones y deterioran la fauna, la flora y la biodiversidad.
La ganadería industrial y abundante deterioro ambiental
La explotación de ganado de carne, sea vacuno o porcino, es una de las actividades industriales más contaminantes en todo el mundo. Su permanencia agrava la crisis climática. En España, el 87% de los cerdos están encerrados en naves donde jamás ven la luz del sol. Son muchos los municipios que no tienen acceso al agua potable por la contaminación que causa los masivos excrementos de los animales.
El sector agrícola es responsable del 24% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero; y el 14,5% proviene de la ganadería, tanto como el transporte mundial. Se atribuye a la expansión agrícola mundial el 80% de la deforestación de bosques, algunos tan importantes como la Amazonía. Entre el 75% y 80% de la superficie agrícola mundial se destina a producir alimentos para animales en lugar de personas, lo que supone casi el 30% de la superficie total terrestre.
En España, las grandes explotaciones industriales concentran el 93,7% de la producción de carne de cerdo; el 94,2% de la carne de aves y el 80,6% de la leche de vacuno. El 66% de las tierras cultivadas se destinan a producir solo alimentos para el ganado.
Greenpeace le exige al Gobierno crear una moratoria estatal que vete la importación de soja proveniente de la deforestación en la selva tropical húmeda y apoyar la agricultura y ganadería de base agroecológica y de pequeña escala, entre otras.
La ganadería y el consumo de carne en España
Los españoles consumen grandes cantidades de carne / REUTERS
Un informe reciente de Justicia Alimentaria indica que en España la ciudadanía sobrepasa los límites del consumo de carne aconsejados por los especialistas. Los productos cárnicos abultan la lista de compras, un exceso que tiene consecuencias directas en la salud de la población. También en el medioambiente. El impacto es tan real y negativo que en España mueren hasta 34.000 personas al año por enfermedades relacionadas con el alto consumo de alimentos cárnicos.
La dieta de carne española se sustenta en un sistema de producción industrializado que se basa sobre todo en el ganado porcino. Produce cuatro millones de toneladas de cerdo cada año, de las que exporta la mitad. Es el tercer criador del mundo, detrás de China y Estados Unidos.
El ritmo de industrialización ha avanzado tanto que los 5 millones de puercos que se producían en los años sesenta se han transformado en 30 millones. Una situación muy similar a la del bovino, que pasó de los 4 millones de ejemplares a los 6,5 millones al año. Lo mismo con la producción avícola, que pasó de 2 kilogramos per cápita a 30.
Contaminación ganadera
La contaminación ganadera, que se ha incrementado 27% en los últimos diez años, se debe sobre todo a la producción porcina. Responsable del 46% de los gases emitidos en las granjas y mataderos. Luego sigue el vacuno, con el 20% de emisiones; producción general de lácteos, con 16%, y la producción de aves, responsable de 3%. Son estadísticas de Greenpeace.
Las cifras podrían ser superiores si se incluyen los datos de contaminación del transporte. Un tercio de los productos que se trasladan por carretera son alimentos. Sin embargo, las consecuencias ambientales no son simplemente los gases liberados que afectan la atmósfera. Mantener la cadena de producción cárnica requiere una gran cantidad de recursos para alimentar los animales que se sacrificarán en los mataderos.
Exportación del impacto ambiental
De esta manera, el impacto ambiental se exporta a países terceros y en forma de deforestación de masas boscosas para la plantaciones que terminarán siendo el alimento de millones de cerdos, vacas y aves en Europa. Uno de cada tres kilogramos de cereal que importa Europa es, básicamente, para su industria cárnica.
En consecuencia, España necesita más del doble de los cereales que produce para satisfacer las necesidades alimentarias del ganado. Cada año llegan a los puertos 5 millones de toneladas de cereal y 14 millones de toneladas de soja, principalmente de Brasil y Bolivia, que deforestan la selva amazónica para extender los cultivos de soja que tienen tan alta demanda y les genera buenas ganancias.
Otro de los impactos en el medioambiente del consumo de la carne es la contaminación de las aguas. La industria porcina es la que más la enturbia. La producción intensiva de cerdos genera una gran cantidad de residuos que terminan en ríos y acuíferos. Sea en forma de vertidos ilegales o de filtraciones de nitrocompuestos que ocasionan enfermedades a los humanos.
El llamado de la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial
El movimiento que agrupa distintas iniciativas vecinas de diversos puntos de España trabaja con organizaciones como Ecologistas en Acción, Food & Water Europe o Justicia Alimentaria. Todos abogan por otro modelo de ganadería y recogen firmas en apoyo a su petición de Moratoria a la ganadería industrial de España.
Para la Coordinación Estatal Stop Ganadería Industrial, la expansión de la ganadería intensiva requiere que medidas del Estado. Piden al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación y a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que se suspenda la concesión de licencias de creación y ampliación de explotaciones de ganadería intensiva.
Lea también: