Según un estudio realizado por la Comisión Europea, esta medida tiene impactos positivos. No solo sobre el ahorro energético, sino sobre otros sectores. Entre ellos, el transporte, las comunicaciones y la seguridad vial. O las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

El cambio horario se remonta a la década de los setenta, cuando se produjo la primera crisis del petróleo. Entonces algunos países decidieron adelantar sus relojes. El objetivo es poder aprovechar mejor la luz del sol. Y consumir así menos electricidad en iluminación.

Una directiva de la UE

El cambio horario y su finalización vienen impuestos por la Directiva Europea 2000/84/CE. La directiva obliga a aplicar un régimen horario de verano y un calendario común para las fechas y horas a las que debe comenzar y finalizar dicho horario en todos los Estados miembros.

La directiva no prevé la posibilidad de que un Estado miembro no decida aplicar el régimen de la hora de verano.