Por Andrés Tovar
20/02/2018
El gobierno de Nicolás Maduro lanzó oficialmente al ruedo digital su criptomoneda venezolana. El país sudamericano lanzó este 20 de enero una primera fase de criptomonedas creadas por el estado (20 de febrero). Sus funcionarios dijeron que el «petro» ayudará a Venezuela a «recaudar efectivo a pesar de las sanciones» y dicen que esperan apoyo de inversionistas como Qatar e incluso Estados Unidos. La criptomoneda venezolana nació con un valor inicial de 60 dólares. Sin embargo, hay muchas razones para el escepticismo.
Existe un gran debate sobre si los gobiernos eventualmente adoptarán la tecnología que respalda las criptomonedas como el bitcoin. Venezuela, tambaleante por las sanciones de Estados Unidos y Europa, el colapso de las exportaciones petroleras y la hiperinflación que podría subir al 13,000%, puede ser el primero en probarlo.
La criptomoneda venezolana, ha asegurado el gobierno, está «respaldada» por las reservas de petróleo del país. Asimismo, aseguran que «será aceptada como pago por cosas como impuestos nacionales y servicios públicos». Todo lo que la gente tiene que hacer, según el sitio web del gobierno, es descargar su billetera digital. La llamada preventa que comienza este 20 de enero consistirá en fichas en el blockchain ethereum que pueden canjearse por petros, según su libro blanco sobre la oferta.
Cómo aspiran beneficiarse de la criptomoneda venezolana
Si tiene éxito, la transacción podría hipotéticamente recaudar dos mil millones de dólares, de acuerdo con algunas estimaciones de Bloomberg. Alrededor del 38% de la transacción se venderá en la preventa rebajada, mientras que el 44% se destinará a la oferta pública. El resto, un 18%, se distribuirá a la Superintendencia de Moneda y Actividades relacionadas del gobierno. El gobierno emitirá un total de 82.4 millones de petros (cada uno de los cuales es divisible por 100 millones de unidades, conocido como mene). Los petros no podrán canjearse por un barril de crudo (ni se menciona un mecanismo para hacerlo en los documentos financieros provistos).
La criptomoneda venezolana se venderá en moneda dura y otros criptos, no en bolívares nacionales. Venezuela dice que permitirá los llamados intercambios atómicos con otras criptos (que no requieren un intercambio de terceros). La mayor parte del dinero de los fondos de la oferta inicial se destinará a un fondo soberano de inversión. Mientras que el 30% se destinará a «desarrollo de los ecosistemas» y «desarrollo tecnológico».
Otros gobiernos también están investigando la arquitectura criptográficamente segura detrás de monedas digitales como bitcoin. El Banco de Inglaterra está investigando esa posibilidad, al igual que el banco central de Suecia. Eso podría ser útil a medida que más y más personas realicen transacciones digitalmente. En este momento, cuando paga con una tarjeta o a través de su teléfono, el dinero generalmente debe pasar de un banco o empresa de servicios financieros a otro. Una moneda soberana emitida en un libro de contabilidad tipo blockchain podría ser una forma digital de dinero en efectivo, que se transfiere directamente entre los usuarios.
Todo por un dólar
Venezuela y Rusia, que están considerando una forma criptográfica del rublo, según Financial Times, quieren usar la tecnología para sus propios fines. Estos países han sido golpeados por las sanciones lideradas por EEUU. Por consiguiente pueden quedarse aislados del sistema bancario estadounidense. Ésto dificulta obtener los dólares necesarios para muchos tipos de comercio.
Así, tras la criptomoneda venezolana (y una rusa, en caso de darse) está una liberación del control estadounidense. Venezuela está atrasado en el pago de miles de millones de dólares en bonos que no puede refinanciar debido a las sanciones. Sin embargo, no está claro que una cadena de bloques haría al gobierno de Venezuela más confiable.
El petróleo es «respaldado» por el petróleo. Pero participaciones sustanciales en los preciados proyectos petroleros de la nación ya son propiedad de empresas como Rusia. Y no ayuda que el Legislativo venezolano haya dicho que la criptomoneda venezolana es ilegal. Es de recordar que gran parte de la solidez de una criptomoneda está en su confianza.
La hiperinflación, una señal de la falta de capacidad del gobierno para gestionar su propia economía, ha hecho que el Bolívar venezolano sea prácticamente inútil. Por ello muchos venezolanos han convertido al país en un terreno fértil para la inversión en criptomonedas. Esto sugiere que Venezuela podría beneficiarse de alguna manera de la manía. Pero dada su historia económica reciente, la criptomoneda venezolana puede ser otro bolívar más.