POR CAMBIO16
24/11/2017
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The Economist Intelligence Unit (EIU), la división de investigación y análisis de The Economist Group (y editora de The Economist), ha desvelado sus pronósticos sobre las peores economías, o las de más lento crecimiento en el mundo, para 2018. Y el poco notable grupo lo encabezan dos países de América Latina.
Puerto Rico y Venezuela, según la previsión de EIU, serán las peores economías del 2018 junto a la africana Guinea Ecuatorial.
Our @TheEIU forecasts for the world’s 20 slowest growing economies in 2018. #Venezuela to shrink yet again. #Saudi and some other oil producers sluggish. #Italy #UK among EU’s slowest. pic.twitter.com/rVX4Y4Onzm
— Robert Ward (@RobertAlanWard) November 21, 2017
Especialmente relevante es que, en el grupo de las economías de más lento crecimiento, están Arabia Saudí y algunos otros productores petroleros.
Y en el caso de Europa, la ralentización pesará sobre Italia, inmersa en una fuerte y controvertida pugna política de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán previsiblemente en el primer semestre de 2018 -probablemente entre marzo y mayo-, con los sondeos situando al populista y antieuropeísta Movimiento 5 Estrellas prácticamente empatado con el Partido Democrático del primer ministro Matteo Renzi.
Asismismo, sobre Reino Unido, embarcada en sus planes de salida de la Unión Europea. Tras el triunfo del ‘Brexit‘ en el reférendum celebrado en junio del año pasado en el Reino Unido, el índice de crecimiento económico del país británico ha descendido hasta convertirse en el más bajo de todas las economías del G7, pese a que en 2016 superaba a países como Alemania, EEUU y Japón. En los primeros tres meses de este año, el crecimiento económico británico ha sido tan solo del 0,2%.
Puerto Rico: lo que el huracán se llevó
El verdadero alcance del daño del huracán María a Puerto Rico aún se está contabilizando. Pero aquí hay una buena indicación de lo malo que será: la economía de la isla se reducirá en un 8% en 2018, según el pronóstico de EIU.
La isla tenía todas las características para estar en la lista incluso si no hubiera sido golpeado por María, pero probablemente no habría estado en la cabeza de la misma. Durante años, el territorio de los EEUU ha estado luchando por frenar el éxodo de puestos de trabajo y personas en edad laboral hacia el continente, y una deuda pública creciente. Y a principios de este año, su gobierno se declaró en bancarrota.
María ha empeorado esos problemas. Miles de empresas no han podido abrir debido a apagones continuos más de dos meses después de la tormenta. La isla perdió alrededor de 29,000 empleos en octubre, según las estadísticas oficiales preliminares. Ese número podría aumentar rápidamente. Unas 175 mil personas empleadas informaron que no pudieron trabajar ese mes debido a complicaciones relacionadas con los huracanes. Otras 100 mil simplemente han dejado la isla.
El drenaje significa que las empresas tendrán menos clientes y el gobierno recaudará menos impuestos, hundiendo a Puerto Rico más profundamente en su crisis de deuda.
Puerto Rico recibe ayuda del gobierno federal, pero no será suficiente para evitar un fuerte declive en la economía de la isla, según el análisis de EIU.
Venezuela: El sacrificio rojo a la economía
En cuanto a Venezuela, la economía de la nación caribeña destrozada por el populismo chavista continuará empujando la economía al retroceso, un 6% según EIU.
El país registró el mes pasado índices de hiperinflación (una inflación de más del 50%), que se suman al severo desabastecimiento que sufre de algunos alimentos, medicamentos y productos básicos.
El régimen chavista tiene el monopolio de venta de divisas en el país desde el año 2003, y en los últimos meses ha recortado en gran medida la asignación de monedas extranjeras debido a la profundización de la crisis económica y la caída en los precios del petróleo, su principal fuente de financiación.
Compañías privadas y organizaciones empresariales venezolanas se quejan de no recibir del Estado los dólares suficientes que necesitan para sus importaciones, por lo que deben adquirir sus divisas en el mercado paralelo, a precios que superan en cerca de 8.000 veces el valor de la tasa oficial de cambio más baja.
Con esta cotización, el salario mínimo (177.507 bolívares) es de menos de tres dólares, mientras que «ingreso integral básico» (salario más un bono de alimentación, que totaliza 456.507 bolívares) es de menos de 6 dólares.
Y en las últimas semanas el chavismo ha sacrificado las asignaciones de divisas al sector privado para destinar el dinero a pagar la deuda externa, un compromiso capital para que el Estado pueda seguir financiándose. Aun así, ha presentado dificultades para afrontar sus compromisos internacionales y fue declarada en default parcial.